ethereally, im. [im changkyun]

I

Yo: esta manera que tenemos de relacionarnos no es muy sana

Changkyun: lo sé pero qué le puedo hacer si estás más atractiva cuando me desafías

Yo: quieres quedar?

Changkyun: no puede ser

Yo: qué?

Changkyun: Jeung. Jeung Yukiko quiere quedar conmigo

Changkyun: de dónde viene esa idea?

Yo: es navidad, me apetece contacto humano y no me caes tan mal últimamente así que, por qué no?

Changkyun: suena tentador pero tendré que poner una condición...

Yo: sorpréndeme

Changkyun: intentemos estudiar aunque sea un rato, quiero hacer algo o me sentiré culpable por no haber estudiado en navidad

Yo: tenemos otro problema...

Changkyun: cuál?

Yo: donde quedaríamos? En mi casa corres riesgo de ser decapitado

Changkyun: recuerdas dónde despertaste aquella vez? Es mío, mi madre no es muy cariñosa que digamos. Podremos vernos ahí con total privacidad.

Yo: guay, nos vemos pues

Changkyun: así me dejas? Ni una charla casual ni nada? Joder, Yukiko eres una sosa

Yo: Adiós, kyun.

Es la primera vez que hablo con Changkyun durante tanto tiempo por mensajería. De hecho, me atrevería a decir que es la vez que más he hablado con Changkyun. Creo que no es tan malo como intenta aparentar, ni tan solitario como finge ser. Es decir, incluso se ha molestado en buscarle una chica a Wonwoo. Debe tener algún complejo de esos en los que quieren ir de fríos pero son realmente más sensibles.

Me paso la mayor parte de la semana estudiando como una posesa. Comienzo a tener cara de libro dice mi padre. Puesto que no concretamos ninguna fecha sigo haciendo mi vida hasta que él se decida a decirme un día.
El miércoles de todos modos decido quedar con las chicas. Vamos a intentar escribir una canción juntas ya que ninguna tiene el conocimiento completo pero cada una por su parte tiene un poco de idea y quizá entre las cuatro seamos capaces de crear algo decente.

Sana y Seulgi se encargar de componer el ritmo. Deciden hacer algo simple y suave. Algo que se pueda cantar un día tranquilo, algo que te haga sentir bien. Cuando tienen el ritmo y la música claras comenzamos a improvisar algo con el Garage Band del iPad de Sana.
Todas estamos bastante contentas con el resultado después de una tarde de trabajo.

      — ¿Vale la pena o no? —pregunto yo en un momento de silencio.

Las chicas detienen lo que estaban haciendo para mirarme con cara tensa. De haber sabido que iban a reaccionar así me habría callado.

      — Claro que vale la pena... —susurra Moonbyul con una pequeña sonrisa.

       — La verdad es que muchas gracias, Yukiko. No habríamos comenzado a hacer esto si no fuera por ti —sigue Seulgi.

         — Deberíamos agradecérselo de alguna manera. ¿Por qué no salimos a cenar todas juntas hoy? Total, es tarde ya nadie va a estudiar.

          — No hace falta nada, chicas. Os he animado pero no ha sido nada, habéis sido vosotras. Me alegro mucho de que hagáis lo que os gusta, eso es lo que vale —trato de evitar que se sientan en deuda conmigo.

En ningún momento lo hice en busca de reconocimiento o regalos. Considero que cuando alguien disfruta algo debería poder hacerlo. Es muy triste ver a alguien renunciar a su pasión por culpa de los estigmas sobretodo si es uno mismo el que se pone los estigmas.

          — Déjanos invitarte a cenar o algo aunque sea, venga —insiste Sana.

Termino aceptando porque no quiero hacerles el feo de rechazar la invitación, en este tipo de debates la mejor salida es rendirse.
No nos arreglamos ni nada, salimos como estábamos vestidas.

              — ¿Qué os apetece? —comienza preguntando Seulgi.

               — Yo veo que por Navidad tomemos algo tradicional.

               — ¿Hola? Somos dos japonesas aquí... —se queja Sana.

                — Es verdad...

                 — Pues algo que combine ambas traiciones; yo digo que comida china —propongo yo.

Las chicas se echan a reír ante mi idea. Esto me confunde muchísimo. No he dicho nada raro que yo sepa.

               — Ay, Yukiko, hay veces que deberías oír lo que dices —sigue riéndose Sana.

               — ¿Qué tiene de malo lo que he dicho?

               — No vamos a comer comida china, es muy cara.

                — Ya querías aprovecharte de que invitábamos nosotras, ¿eh?

             — No lo sabía — respondo bajito avergonzada.