nuevas amistades

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-Pe,perdona, ¿¿te conozco??- dije impactada.
-No, me llamo julene, y ese que estás dibujando a escondidas se llama kenai- me dijo ella.
Me quede mirándola y me di cuenta de que era la chica del barco. Rápidamente tape mi dibujo. Iba a decirla algo pero me interrumpió.
-¿¿Otra más que ha caído rendida a los pies de mi hermano?- especuló.
-No- reí- simplemente me ha gustado la expresión de su cara-. Volví a reír.
-Ya bueno, todas dicen eso..., La expresión de su cara, la forma de sus músculos...- dijo medio enfadada.
-¡No me conoces de nada!- dije gritando.
Después de aquella medio discusión, sin dejar que ella respondiera, cogí mis cosas y me marché de ahí. ¿Como que eso dicen todas? Esa chica no me conoce de nada, por lo cual no puede opinar sobre lo que pienso.

Llegó el siguiente día, lunes, otra vez tenía que volver a aquella cárcel, encerrada 7 horas tras unas rejas, con gente con la  que no quería estar, haciendo cosas que no quería hacer.
La alarma sonó a las 7:15; me gustaba dormir, pero no soportaba ser impuntual, así que siempre me levantaba una hora y algo antes, para asegurar puntualidad. Además solía estar dormida y de esa forma hacia todo mucho más despacio. Cuando sonó la alarma, la apagué y me quede dando un par de vueltas en la cama, luego mire el reloj, y 23, salté de la cama y fui a desayunar. Mi café con 3 galletas; desayunaba eso diariamente, así me despejaba. Después me fui al baño y me pegue una ducha, rápida pero eficaz, eso me ayudaba a despejar mi mente. Después cogí la radio, sintonice un par de canales y finalmente me quede con mi favorita,cadena 100. Me gustaba la variación de música que tenían, tanto inglés cómo español, rock o pop, y como a mí me gustaba un poco de todo opté por dejarla. Mientras sonaba "i want to break free" de Queen, una de mis canciones favoritas, me vestí. No pensé mucho, simplemente me puse unos vaqueros ajustados y un jersey de lana negro. En el pelo me hice una cola de caballo, no me solía gustar que el pelo se me metiera en la cara. Finalmente me lavé los dientes y me calcé. 7:50, perfecto. Después abrí la puerta y salí de casa. A veces iba en coche y otras veces iba andando, como ese día tenía tiempo suficiente escogí bajar andando, y justamente acerté, pues hacía un tiempo maravilloso.
Cuando llegué a la universidad vi que había llegado la chica nueva, julene. La ignore, pues la discusión que habíamos tenido ayer no me gustó en absoluto. Después entramos todos a los aulas y vi que mi compañera de mesa, Lucía, había faltado, así que la mesa que estaba al lado de la mía estaba libre. El profesor le dijo a julene que por el momento se sentase a mi lado, no sabía si iba a ser por hoy o iba a ser por todo el curso.
-De nuevo nos vemos- dijo convencida.
-Sí- Reí falsamente.
-Mira, soy nueva, y no quiero tener conflictos con nadie, y menos contigo, me parece que eres una persona encantadora- dijo con una sonrisa.
-Muchas gracias, sí, yo creo que viendo lo visto, nos vamos a tener que apañar juntas, Lucía solía faltar muchas veces, y lo mismo te sientan aquí para siempre- dije. Esa chica me empezaba a caer bien.
-Te parece bien que seamos amigas?- dijo con voz de pena.
-De momento conocidas, pero ya veremos lo que nos deparara el futuro- dije. Yo quería ser su amiga, claramente, pero por circunstancias de la vida aprendí a no vender mi amistad al primero que se me cruza por el camino.

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