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MICHAEL SMITH bajó la ventanilla de su coche para preguntar por una
dirección. Se dirigió a dos vaqueros que estaban llenando el tanque de su camioneta.

Los dos hermanos sonrieron jovialmente al viajero, pero este no les respondió
con la misma cortesía. Ninguno de los hermanos Smith estaba de buen humor desde que se habían enterado del engaño de su hermana ______.

Al parecer, el hombre para el que trabajaba tenía efectivamente veintiocho
años,  no ochenta y tres como ella había dicho. En el instante en que se habían
enterado, habían decidido reorganizar sus agendas para realizar aquel viaje a ninguna parte. Habían averiguado, además, que el hombre estaba divorciado y, probablemente, se estaría aprovechando de su hermana.

Durante años, Michael y los demás Smith se habían encargado de que su hermana no se mezclara con hombres inconvenientes. Hasta el instante en que ella decidió marcharse a aquel lugar alejado de ellos, habían tenido el control absoluto de la situación. Le habían prometido a su padre que cuidarían, de su hermana, y era una promesa que estaban dispuestos a cumplir.

—¿A quién buscan? —le preguntó uno de los vaqueros.
—Tenemos entendido que ______Smith está trabajando para un tal Milo Manheim ¿Alguna idea de dónde podríamos encontrarlos?— Michael notó el que vaquero levantaba las cejas en un gesto de sorpresa.
—¡Claro! —dijo—. Pero ______ya está comprometida. Milo no deja que nadie se le acerque. Así que puedes olvidarte de recibir ninguna atención de ella. Un arrebato de furia poseyó a Michael, que agarró el volante con fuerza.
—Es nuestra hermana —dijo.
El vaquero le dio unas complejas explicaciones sobre la situación de la casa que dejaron a los Smith más confusos que antes.
—Allí veréis el rancho Manheim . No os preocupéis por el perro. Solo atacará a uno, así que tres de vosotros podréis llegar a la casa de una pieza. Michael cerró el cristal de su espectacular coche sin dar las gracias y se puso en marcha.
—Deberíamos haber venido a ver cómo estaba mucho antes —dijo Jerret—. —Seguro que ese bastardo le ha quitado el móvil y ha cortado la línea para que _____ no pueda pedir ayuda.
—Me importa bien poco que haya firmado un contrato para dar clases aquí el
próximo año. Ella se vuelve con nosotros a casa. Michael no dijo una palabra. Estaba demasiado ocupado planeando lo que le iba a hacer a Manheim . Aquel hombre lo iba a pasar mal, muy mal...

—¿No crees que nos hemos pasado un poco con esos Smith? —dijo Trevor
mientras se subía a la camioneta—. Se van a pasar un buen rato dando vueltas.
—Les hemos dado justo lo que merecen.
—Tienes razón. Son unos malditos  — respondió Trevor —. Me sorprende que ______ haya salido tan bien.
—Deberíamos ir a casa de Milo , para ver el espectáculo en primera línea —le dijo Bonzo a Trevor .
—A MILO le van a quedar solo dos opciones: o dejarse asesinar o casarse con
______. Quizás la aparición de estos tipos no haga sino adelantar lo inevitable —aseguró Trevor —. A esos dos tortolitos no hay modo de separarlos últimamente. Bonzo se rió.
—En cualquier caso, creo que va a haber reunión familiar para una celebración.

No sabemos si será de su boda o de su funeral, pero para alguna de las dos.
______ desmontó la yegua y esperó a que Milo desmontara su cabalgadura. En solo un día le quitarían la venda, así que ya se movía perfectamente.

Suspiró complacida al pensar en el placer que aquel hombre le había dado durante las últimas dos semanas. Ya no tenía excusa para permanecer a su lado, pues su ayuda era innecesaria. Pero sabía que iba a echar mucho de menos compartir la misma casa.

Se habían hecho inseparables y ________ no se podía imaginar lo que su vida sería sin tenerlo a su lado continuamente. Le habría gustado poder decir las palabras que le dictaba su corazón. Pero prefirió callárselas por temor a estropear la magia que había entre ellos. Permanecería en el paraíso hasta que Milo le indicara que había llegado el momento de que se fuera. Ella sonrió al sentir que Milo se le acercaba por detrás.

—¡Eh! ¿A qué se debe esa cara tan triste? ______ apoyó la mejilla en el torso de Milo , luego levantó la cara y pidió tácitamente un beso. Él cumplió sus deseos una vez más.
—Gracias. Lo necesitaba.
—Eres la mujer más insaciable que conozco —bromeó él—. Y no me quejo. De hecho estoy pensando en saltarme la comida e ir directamente al postre. ______ se puso de puntillas y le devolvió el beso.
—¿Alguna vez lo has hecho detrás de las cuadras?
—No —dijo él—. Pero yo creo que hacerlo allí, a plena luz del día, con Duff merodeando por los alrededores, no es una buena idea. Ella se frotó contra su masculinidad claramente excitada.
—De acuerdo, gallina. Pero que sepas que no llevo ropa interior.
—¡Eso tengo que verlo!
El íntimo momento se vio repentinamente interrumpido por el sonido de un coche que se aproximaba.
Milo agarró las riendas de los caballos y rodeó las cuadras. ______lo siguió, maldiciendo en silencio en el momento en que reconoció a los inesperados visitantes. Frank se encaminó hacia ellos ladrando como un poseso.
—¡Demonios!—murmuró ella.
—¿Qué sucede?

Un hombre Solitario (Milo & tu) Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora