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_______ se despertó con el dulce piar de los pájaros y los rayos de luz que se
colaban por las ventanas del salón. Rodó hacia un lado y se dio cuenta de que tenía una almohada bajo la cabeza y un edredón envolviendo su cuerpo desnudo. Sonrió al pensar en Milo tomándose la molestia de hacer que se encontrara más cómoda.
Se sentía bien con lo que había sucedido la noche anterior. No tenía nada que
recriminar ni a Milo ni a sí misma. Pero sospechaba que él estaría librando una complicada batalla, sintiéndose culpable y arrepentido.

A pesar de lo que quería hacer ver, era un hombre chapado a la antigua. El gesto de su rostro al darse cuenta de que había sido su primera vez había hablado por sí solo. Sabía que la culparía de lo ocurrido y que iba a pasar una confusa etapa teniendo que convivir con una empleada con la que había mantenido una relación tan íntima.
_____ sonrió y se acurrucó en el edredón. Aquello iba a resultar interesante.
Estaba enamorada de un misógino que, probablemente, pondría un millón de excusas para justificar por qué no debían estar juntos. Sabía a ciencia cierta que un estado de permanencia era impensable, pues jamás podría confiar en nadie lo suficiente como para entregarle su corazón.
Tenía que encontrar un modo de demostrarle que ella no se parecía en nada a Meg, ni a ninguna otra de las mujeres de las que solía rodearse.

No le importaba ni su dinero ni su físico, sino el hombre que era. Su amor era
incondicional y llegaría a hacérselo entender. Lo único que tenía que hacer ella era disfrutar del tiempo que estuvieran juntos sin preocuparse de más.
Si acababa con el corazón roto, ya se encargaría de ese problema cuando llegara el momento. En aquel instante, se sentía más feliz de lo que había sido jamás, enamorada y libre.
Milo se había estado maldiciendo a sí mismo desde que se había despertado
aquella mañana. No había sido capaz de enfrentarse a _____, así que se había duchado, vestido y encaminado al rancho de sus primos con intención de trabajar.
Al verlo aparecer en su camioneta. Bonzo frunció el ceño y lo miró curioso. Los
chicos estaban tratando de meter en el camión al mismo toro que lo había atacado.
—¿Has venido a recibir algún golpe más? —le preguntó Bonzo .
Milo miró al toro furioso.
—No —respondió—. Pero estaba sufriendo un ataque de ansiedad en la casa y he tenido que venir a ayudar. Trevor le pasó a Milo un látigo.
—Quédate detrás del toro y en la parte de fuera. A ver si desde ahí puedes persuadir a esta bestia tozuda de que se meta en el camión.
Bonzo y yo lo provocaremos desde dentro.
—No dejéis que os pille —les aconsejó Milo —. Te aseguro que no es divertido tener que estar semanas con una escayola.
—Si este maníaco ataca a alguien más lo convertiremos en hamburguesas. Con habilidad y rapidez, condujeron al toro hasta el remolque del camión. En
cuanto estuvo dentro, cerraron la puerta de metal.
—¡Lo tenemos! —dijo Trevor en un tono triunfalista y miró a Milo —. ¿Podrías llevar el camión hasta el rancho de Bonzo ?
—Hecho —dijo Milo y se subió con dificultad.
—Estupendo. Eso nos va a ahorrar un montón de tiempo —dijo Trevor —. Bonzo
quiere llevar su ganado a los pastos del Norte.
—Después iré a la ciudad a comprar unas hamburguesas —dijo Milo .
—¿No te espera _____ para comer? —preguntó Trevor .
—Porque tenga una cocinera temporal no estoy obligado a darle cuentas —les aseguró Milo en tono defensivo—. Puedo ir y venir a mi antojo.
—¿A quién tratas de convencer?
—A nadie. Solo les informo de una realidad. Soy un hombre solo y eso tiene sus ventajas. Porque hayamos... —cerró la boca de golpe. No estaba dispuesto a contarles a aquellos salvajes que acababa de acostarse con ____, ni a aclararles que eso no significaba que estuviera enamorado.
—Porque hayáis, ¿qué? —preguntó Trevor —. ¿Es que ocurrió algo anoche que deberíamos saber?
Milo arrancó el motor del vehículo haciendo caso omiso a sus insinuaciones.
—Volveré a la hora de comer —dijo. Frunció el ceño al ver sus sonrisas burlonas y se puso en marcha. Jamás les dejaría saber el resto de la historia.
—¡Guau! Este lugar es precioso —dijo Patty al entrar en el salón que _____ había adornado con plantas, velas y cestas de popurrí—. No sabía que a Milo le gustaran todas esas cosas.
—No especialmente —dijo _____, indicándole a su amiga con el gesto que se
sentara—. Las he comprado para animar un poco este lugar. Supongo que cuando acabe mi trabajo me las llevaré a mi casa. Patty miró a su amiga con curiosidad.
—¿Sigues pensando en comprar la vieja casa de Draper?
—Por supuesto, aunque supongo que a mis hermanos no les parecerá bien.
—Probablemente, no —dijo Patty—. Pero ese lugar tiene un potencial increíble. Yo misma pensaría en comprarla si no fuera porque quiero estar cerca de mi padre. Si las cosas entre Harry y yo se ponen serias, lo más probable será que nos vayamos a vivir a su casa. Al fin y al cabo está al lado de la de mi padre. _____ dio un sorbo a su taza de té.
—¿Y se van a poner serias o no?
Patty se encogió de hombros.
—Tengo veinticinco años y mi reloj biológico me está diciendo que quiero tener hijos ya —respondió escuetamente y cambió de tema—. ¿Y qué tal van las cosas entre tú y Milo? Me sorprendió que me llamara todo preocupado por ti para preguntarme qué tenía que hacer con tu jaqueca. Por lo que me habías contado de cómo te despreciaba y de lo mal que te trataba, habría asegurado que su táctica habría sido dejarte tirada sin la más mínima atención.
—Tiene sus momentos compasivos —le murmuro _____ en tono evasivo, sin añadir que también tenía sus momentos pasionales.
Tampoco le contó que la había evitado como si fuera una leprosa desde su
encuentro sexual hacía dos noches. No sabía en qué empleaba Milo ese tiempo, solo sabía que no estaba en casa, lo que no podía ser bueno para su pierna y su brazo.
—Louis Tomlinson llamó anoche para ver si te apetecía salir el sábado —le dijo Patty.
—Sí, me parece muy bien —respondió ____. No estaba dispuesta a quedarse allí esperando a que Milo decidiera aparecer. Le había dejado claro que no quería nada permanente, pero, al parecer, tampoco quería nada temporal. Ella, sin embargo, había albergado la esperanza de que él hubiera sentido la increíble conexión que había habido entre los dos aquella noche...
—¿Algo anda mal? —preguntó Patty al notar un gesto raro en el rostro de su
amiga._____ forzó una sonrisa.
—No, nada. ¿Por qué no nos vamos a la ciudad esta noche, cenamos algo por allí y luego alquilamos una película?
—¿No tienes que prepararle la cena a Milo ?
______se encogió de hombros.
—Le prepararé algo que pueda calentarse en el microondas. Generalmente cena solo.
—¿Todavía? Está realmente decidido a resistirse a tus encantos. Ese hombre es un idiota.
_______ sonrió y trató de obviar la sensación de rechazo que tenía. Trataba de ser optimista y de no pensar que su amor por Milo era una causa perdida, aunque sabía que se empeñaba en amar a alguien que le había dejado muy claro desde el principio que no estaba dispuesto a comprometerse.
Sumida en un extraño pesar. _______ salió con Patty a pasear por los prados
cercanos. No dejaba de decirse a sí misma que tenía que tratar de disfrutar de su recién lograda libertad, de la vida que estaba a punto de empezar para ella, de su nuevo trabajo.
¿Para qué necesitaba a un vaquero misógino en su vida, cuando se le abrían tantas perspectivas de experiencias excitantes?
Lo único razonable que podía y debía hacer era seguir adelante con sus planes y con el propósito que; la había llevado hasta allí: ser independiente. Aunque no fuera capaz de mantener el interés de Milo , eso no significaba que pudiera enamorar a otros hombres. Había muchos solteros disponibles en Hoofs Roost y seguro que alguno sería capaz de apreciarla en lo que valía. Podría llegar a encontrar a la persona adecuada, pero eso no sucedería si seguía en el rancho de Milo Manheim lamentándose de no haber conseguido su amor.
_______ se puso el vestido más sexy que tenía, y luego se recogió el pelo, dejando unos mechones salvajes enmarcando su rostro. Se puso un poco de maquillaje y se miró satisfecha al espejo.
Patty, Harry y Louis habían quedado con ella en la Hoofs Tavem, donde iban a
escuchar a una banda de country que daba un concierto. _____ necesitaba una noche alejada de Milo para comprobar que no había contraído un virus por el cual repelía a todos los hombres.
Decidida a pasar una buena noche. _____ salió del baño y bajó las escaleras. Pero al llegar al recibidor se encontró con Milo y sus primos que acababan de llegar con unas cervezas en la mano.
—¡Guau! —dijo Trevor al verla—. ¿Adonde vas, guapísima?
—A la Hoofs Tavem —le sonrió y le guiñó un ojo.
—Resérvame un baile. Estaré allí en un par de horas.
—Lo mismo digo —intervino Bonzo —. Estás espectacular.
—Gracias —respondió ella, pero no pudo evitar fijar su atención en Milo , que tenía un gesto amargo.
—¿Estás saliendo con alguien seriamente, princesa? —le preguntó Trevor . Milo apartó la mirada y se fingió desinteresado.
—No —respondió ella—. No hay nadie especial en mi vida en este momento.
Trevor y Bonzo miraron a Milo como si, silenciosamente, estuvieran pidiéndole permiso. Aquello enervó a ______.
—¡No lo miréis a él! ¡No es ni mi padre ni mi hermano! Después de todo, solo lo estoy usando para pasar un buen rato en la cama, así que puedo salir con quien me venga en gana. Después de aquello, salió de la casa........

Un hombre Solitario (Milo & tu) Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora