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- Un placer Eleonora, me llamo Philip Hamilton - se alejó de mi, y su mirada fue de arriba a abajo, como un escáner - Si no le molesta.... - parecía que quería decir algo pero sentía que algo no le dejaba.

 - Hamilton, ¿qué pasa?

 - Oh, no, no, no pasa nada.. - se rascó la nuca - Si no le molesta, ¿porqué va vestida así?

 - Es... - solté un suspiro imaginándome que tendría que volver a explicarlo todo - una larga historia. Te he visto varias veces, ¿qué haces?

 - Escribir un poema, pero no se me ocurre nada - se quedó pensativo - Espere, ¿qué hora es? - dijo mirando el reloj atado a mi muñeca pero, ¿cómo saber si la hora era correcta si estaba en otra época? - Casi son las tres. 

 - ¡Dios! Ya es tarde, lo siento señorita Eleonora, pero tengo que dejarla.

 - Philip, puedes llamarme por mi nombre - me despedí viendo como se alejaba progresivamente de mi.

P.O.V PHILIP 

El camino a casa lo pasé pensando en aquella chica y en su extraña persona. ¿Porqué se veía así? Era tan extraña y se acercó a mí con tanta indiferencia, con tanta cercanía. En menos de lo pensado llegué a casa y al abrirla, madre vino a recibirme.

 - Hola Philip - me dedicó una tierna sonrisa tras abrazarme - Pasa cariño.

 - ¡Philip! - mi hermana corrió hacia mí - ¿Qué tal tu búsqueda de inspiración?

 - No muy bien, ¿vosotras que tal?

 - ¡Bien! - hizo una pausa y sonrió pícaramente- ¿Ninguna chica se te acercó?  

 - Angelica, deja en paz a tu hermano mayor. - dicho esto, se dirigió al despacho de mi padre.

 - No se lo digas a madre - me agaché a su altura para susurrarle - pero, hoy he conocido a una.

 - ¿¡En serio!? - se tapó la boca al darse cuenta de que casi lo gritó - Y, ¿era guapa?

 - Mucho. - le guiñé un ojo -  Pero tú ni una palabra, me voy a mi cuarto, si me necesitas ahí estoy.

Al entrar a mi cuarto me tiré a mi cama y noté una soledad repentina.

 - ¿Laurens? - sin respuesta - ¿Laurens?

Noté una luz tenue al otro lado de la habitación que iba avivándose poco a poco.

 - Hey, ¡muchacho!

 - ¡Laurens! ¿Dónde estabas? ¡Me tenías muy preocupado! 

Realmente casi ni me inmuté en saber donde estaba, necesitaba un poco de tranquilidad la cual no tenía si él estaba cerca pero si no preguntaba nada, seguramente me haría quedar mal.

 - No me creerás, ¡pero he viajado al futuro! - exclamó ilusionado.

 - Claro que sí - respondí sin creerle - Ya no tengo cinco años, no hace falta que me mientas con esas cosas.

 - Es en serio, ¡créeme esta vez! Al despertarme, me encontraba en una casa muy extraña, extremadamente luminosa, y una chica me atacó pensando que iba a robarle. Y, ¡sorpresa! Ella también podía verme, ¿te lo puedes imaginar? Incluso peor, me dijo que estábamos dos siglos en el futuro lo cual tenía sentido, habías miles de objetos extraños en ese sitio.

[editado] 

Always on my mindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora