Solo seras mía

Mi casa, Mis recuerdos

Mi memoria, recordaba los momentos felices que pase en la casa de mis padres, pero ahora alguien había entrado y destruido todo. La voz de Daniel me saco de aquellos recuerdos, me dijo:- todo esta bien, no hubo muchos daños, nadie vio quien pudo entrar, pero yo se quien fue, y apuesto que tu también.
-tu crees?, de verdad es un monstruo?

-te lo dije pequeña, por favor ven a vivir conmigo, no quiero que nada malo te suceda, no sabemos donde pueda estar , ni hasta donde escapas de llegar.

-Esta bien daniel, ire contigo.

-Gracias pequeña, no sabes el alivio que me haces sentir.

Que pasaría ahora, dejar mi mi casa, el hogar que mis padres construyeron juntos, es muy difícil todo esto, solo estas cosas me suceden a mi, ahora me toca iniciar de nuevo, comenzar de cero, pero al menos tengo a Daniel a mi lado, es un soporte del cual puedo sostenerme.

Quise regresar a mi casa haber que había hecho Erik, Daniel dudo pero al final entendió el porque, el retorno se me hizo duro, no tenia idea de como encontraría mi casa, pero esperaba lo peor, al llegar volví haber las paredes pintadas con insultos hacia mi, los muebles rotos, mi ropa estaba hecha trizas, mi cama tenia orina encima, todo estaba hecho un desastre, se había llevado unas joyas que tenia, se llevo mi ropa interior, mis trusas, ese hombre estaba enfermo, en un cajón que el intento abrir pero no pudo, hay se encontraba los últimos recuerdo que tenia de mis padres, sus fotos, el anillo de compromiso que mi papá le dio a mi mamá, no pude mas mis lágrimas salían no las podía controlar, sentía miedo, tristeza pero sobre todo asco, que pudo impulsar a ese hombre hacer esto. Yo no podía quedarme de brazos cruzados tenia que hacer algo quería respuestas y las conseguiría.

Al salir de mi casa, vi a Daniel hablar con el mismo hombre, que había ido a mi casa en la mañana, el saludo cordialmente al verme y se retiro.

-Pequeña no te preocupes, van a limpiar tu casa, y van a arreglar los daños, pero por el momento, no podemos estar aquí, enfoque monos en otras cosas si, tenemos el fin de semana para ambos, si, no quiero que estés triste, no vale la pena.

Me brindo un cálido abrazo, no sabría que sucederá mas adelante , pero ahora solo quería quedarme así, que me de un abrazo lo suficientemente fuerte para que pueda unir los pedazos rotos de mi alma, al partir de mi casa, nos dirigimos a un mall, necesitaba ropa, ya que erik había roto toda la que tenia, ni ropa interior tenia, tenia un poco de dinero ahorrado para emergencias, ya que gracias a Dios siempre llevaba conmigo mis tarjetas de débito y mi documento de identidad. Al entrar en las tiendas las vendedoras se aproximaban rápido a atender a Daniel, pero cuando el decía que buscábamos ropa para mi, me miraban de pies a cabeza, o se ponían a murmurar entre ellas era incomodo, pero a el no le importaba me abrazaba mas, y me besaba mas, fuimos asi entrando y salirnos de tiendas, en ninguna me sentía cómoda, hasta que llegamos a una, una que al parecer daniel conocía bien , ya que la vendedora que era una señora mayor, lo conocía, lo saludo muy respetuosa mente de la misma manera a mi, me saco unas prendas muy lindas, pero al ver el precio me quería ir, era demasiado para lo poco que yo tenia, Daniel al ver mi cara de asombro, me dijo que podía escoger lo que yo quisiera, que el se haría cargo, mi respuesta fue un rotundo no, no aceptaría algo así, pero el insistía demasiado, y comenzó a poner un gesto de enfado, sabia que si no cambiaba de opinión el se enfadaría mucho, ya lo iba conociendo, así que acepte, al parecer mi respuesta le cambio el animo porque lo primero que me pidió fue que me pruebe un conjunto de lencería, el sabia adonde me había traído, por eso sonreía pícaramente, en mi cabeza pasaba, a cuantas chicas habrá traído aquí, quite esa imagen de mi cabeza, y fui al probador, me sentía insegura, nunca había usado algo así, el material era hermoso un encaje negro, con ligero precioso, no pensé que me quedaría bien, me quede mirando en el espejo, no me sentía cómoda, hasta que el entró, me asuste al verlo detrás de mi, observándome, de su boca salio un wow!, estas hermosa, pero yo no me lo creía, pero al verlo mirarme con tanto deseo, decidí que llevaríamos este y unos mas, de otros colores, el me pidió que me lo deje puesto, y así hice, al salir del mall, fuimos a su departamento, quedaba algo lejos, pero antes de ir ,pasamos por el edificio donde nos conocimos, entramos, y la recepcionista, la señora agradable no la señorita que estaba antes, ella le entrego un sobre, y salimos de ahí, y nos dirigimos a su departamento, al entrar en este, me quede asombrada, que pulcro estaba todo, que orden, su cuarto, era muy sombrío, al abrir su armario tenia, muy ordenado todo, me indico que deje las bolsas en el sofá que tenia ahi que vendrían a ordenar, le pregunte quien, la mujer de servicio que atiende el departamento, es una señora de mucha confianza su nombre es Elena, asinti con la cabeza quería explorar mas, pero el me lo impidió, me jalo y caímos en su cama
-una cama tan grande para ti solo
- es que te esperaba a ti pequeña
Nos besamos como si no hubiese mañana, sus besos eran tan cálidos, llenos de deseo, sentía como iba intensificando, sus manos me apretaban mas a el, recorrían mi espalda, bajando de a pocos, pero se de tuvo, yo quería mas, el se levanto y salio de la habitación, me sentía como si le quitaran un dulce a un niño, al regresar me entrego una carta, en ella decía que tenían el agrado de invitarme al próximo inicio de clases, había un horario, entre otras cosas mas, yo estaba feliz quería cumplir mi sueño, pero esta vez quería algo diferente, seria posible cambiar de carrera, dejar la enfermería, para estudiar psicología?, es la pregunta que le hize a daniel ,el me respondio, que esperaba esa pregunta,  y si era posible, la beca era mía, solo tenia que mantener buenas calificaciones, le pregunte también del trabajo, pero al ver su gesto, desistí, esto es nuevo para mi, todo ha pasado muy rápido de 0 a 100 en un momento, solo quería que las cosas mejoren, solo quiero ser feliz, me repito a diario.