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La mañana estaba fresca, justo como al rubio le gustaba, había tomado el hábito de levantarse temprano y dar una caminata desde que gracias a su insomnio estuvo sin nada que hacer muy temprano en la mañana, pero Jungwoo era raro, el no daba paseos en el parque, a el le gustaba caminar por pequeños senderos en el bosque, le gustaba el olor húmedo de la tierra y el que desprendían los arboles, también le agradaba encontrarse con cualquier animal que pasara por allí.

Su paseo iba igual que los anteriores, arboles frondosos por aquí y ardillas por allá, en su cara se plasmo una sonrisa, siguiendo caminando y unos metros más adelante sus ojos captaron algo que no pertenecía al verde paisaje, había un gran bulto negro recargado en un árbol, se detuvo por un momento decidiendo si regresar a casa pero su curiosidad pudo mas.

Sus pasos eran lentos y temerosos, a medida que estaba más cerca de aquella silueta se dio cuenta que se trataba de una persona, corrió y se puso de rodillas frente al cuerpo—¿estas bien?—con su pequeña mano movió la cabeza del chico frente a el, sus rasgos eran hermosos, piel nívea, cabello azabache y unos labios muy gruesos. Jungwoo no recibió respuesta alguna de aquella persona por lo que comenzó a buscar posibles heridas, nada, no había rastro de sangre o incluso raspones, estaba limpio.

—Hey, ¿puedes escucharme?

Volvió a llamar con la voz temblorosa, el chico de cabellera negra movió su cabeza a su dirección y levanto su brazo lentamente, tratando de aferrarse a algo, Jungwoo sostuvo su mano y se le acerco más, mala idea, el otro chico tiró de el atrapando su cintura con uno de sus brazos y sus manos con su mano libre, jungwoo soltó un grito y forcejeo todo lo que pudo pero no pudo soltarse, comenzó a sentir la respiración del contrario chocando en su cuello.

—Finalmente llegas, ¿sabes? estuve esperandote por un buen rato.

Jungwoo no entendía nada, ¿lo estaba esperando? el no lo conocía para nada, nuevamente forcejeo para tratar de liberarse, gastando fuerzas en vano, los brazos del azabache le apretaban contra su con una fuerza descomunal, sentía que perdía aire.

—Te observe durante un tiempo, tu aroma es delicioso, ¿lo sabías? hueles como las cerezas pero quiero saber si sabes como una.

El rubio seguía sin entender nada, ¿el olía a cereza?, ¿como pretendía el otro probar si el sabia a cereza? no quería nisiquiera saberlo, estaba demasiado nervioso y simplemente quería salir corriendo del lugar, el azabache se abrió paso al cuello del contrario y pego sus labios a la lanca piel del chico causándole escalofríos, sin pensarlo dos veces abrió su boca y clavo sus colmillos en él, Jungwoo soltó un gemido y se removió sobre el cuerpo contrario, le dolia y mucho.

—P-porfavor....para.—suplico con una voz débil, su vista se hacia borrosa y su cuerpo se sentía dormido, tenia náuseas y poco a poco fue perdiendo el conocimiento.

El azabache termino de beber del menor, estaba satisfecho, acarició su espalda y soltó una risa burlona.

—Quien lo diría, después de todo si tienes un dulce sabor a cereza.

𝕾𝖜𝖊𝖊𝖙 𝕮𝖍𝖊𝖗𝖗𝖞 (Hiatus) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora