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Los días habían pasado de manera más tranquila para Jungwoo, ser mordido en el cuello o en sus muñecas se había convertido en una rutina diaria pero esto no le molestaba, Yukhei había cumplido su promesa y siempre estaba a su lado, incluso había noches en las que dormían juntos para evitar el insomnio del menor.

En ese momento el rubio se encontraba recostado en el sillón de la sala viendo la televisión, no había visto al mayor desde que salió de la casa en la mañana, estaría mintiendo si dijera que no lo extrañaba, se había vuelto dependiente de la presencia del otro, había pasado tanto tiempo solo.

—Creo que prepararé algo para cenar. —Dijo más para sí mismo que para alguna otra persona, estaba solo en ese momento, siempre veía al mayor irse a diario, volvía con comida algunas veces o simplemente llegaba directo a beber de él, Jungwoo nunca tuvo el valor de preguntarle a dónde iba, nunca le había importado si era sincero.

Se movía de un lado a otro en la cocina sacando cosas del refrigerador, el cual no estaba tan lleno pues el  era el único que consumía comida normal, tomó verduras y las llevó a la tabla de picar rebanando cada una de ellas con mucho cuidado; cenaria una ensalada, no tenía mucha hambre.

Los minutos pasaron y el chico se encontraba nuevamente recostado en el sillón con un tazón de verduras con adereso viendo lo que parecía un nuevo epidosio de una serie donde unos hermanos cazaban criaturas, soltó una risita al darse cuenta que en el capítulo trataban de eliminar un nido de vampiros, lograndolo con ayuda de la luz del sol, le causaba gracia pues nunca vio a Yukhei quejándose de los rayos de aquella gran estrella, al contrario, al parecer ni le molestaban para nada, se la pasaba todo el día fuera después de todo.

Termino su ensalada y se levanto nuevamente para ir a lavar el plato, habiendo terminado esto escucho el característico sonido de la puerta siendo abierta, incluso después de haber hecho un trato y de llevar tiempo allí Yukhei seguia cerrandola con seguro.

—Bienvendo a casa.—Dijo con una sonrisa mientras veia al contrario cruzar el marco de la puerta y cerrarla tras de si. Yukhei movio su cabeza saludándole también en respuesta y camino directo hacia el menor, tomandolo de la cintura y cargandolo hasta el sillón, Jungwoo no se sorprendió en ningun momento, habia veces en que lo hacía cuando estaba realmente hambriento así que solo se dejo llevar y paso sus barzos por el cuello del contrario, recargandose en el, abrazandolo.

El de colmillos tomo asiento con el menor en brazos quedando este sobre él, aún abrazándolo, este esperando a que el otro le pidiera morderlo. Yukhei subio sus brazos a la cintura del menor, rodeandola con delicadeza y escondiendo su rostro en el cuello de este, aspirando su dulce aroma.

—Pareciera que me extrañaste hoy.—Dijo el rubio con una risita, sus manos jugaron un momento con los mechones azabaches.

—Sinceramente lo hize.—Contesto como si nada mientras reforzaba el abrazo, Jungwoo se sorprendió un poco al escucharle, sentía calidez en su pecho.—Estoy hambriento.

Allí estaba el Yukhei que conocía, soltó una risita mientras ladeaba más su cabeza para darle más acceso al mayor—Anda, bebe lo que necesites.—Con sus delgadas manos guió el rostro del contrario a su cuello y espero la punzada de los colmillo atravesando su piel.

Se puso un poco nervioso pues la mordida se estaba tardando en llegar, solo podía sentir la respiración del azabache, por un momento hasta podria jurar que el mayor le había dado un pequeño beso antes de clavarle los colmillos. Jungwoo soltó un suspiro cuando comenzó a succionar con fervor, los brazos apretaron el agarre en su cintura haciéndole sentirse indefenso y sumiso.

Duraron así por un rato, sin excederse para evitar que el rubio se desvaneciese, Yukhei sacó los colmillos de la tersa piel del menor y suspiró, si que tenía hambre, sus ojos se enfocaron en los orificios que goteaban en el cuello de Jungwoo y sin dudarlo paso su lengua sobre ellos, quitando la sangre restante y causándole escalofríos al cuerpo contrario.

—¿Quedaste satisfecho?—Preguntó Jungwoo en voz baja, su cabeza daba vueltas y se sentia un poco débil. Yukhei asintio y mantuvo su posición un rato más, el menor al fin y al cabo se sentia muy cansado como para moverse del lugar.

Jungwoo sentía sus párpados pesados, quizá debió haber comido algo un poco más pesado para equilibrar la pérdida de sangre, trató de acomodarse, buscando la mayor comodidad posible pero los brazos de Yukhei se lo impedían, seguían rodeandole por la cintura, de una manera cálida cabe mencionar.

—Xuxi, tengo sueño.—Llamo el menor al contrario mientras dejaba que sus delgadas manos acariciaran el rostro del contrario para tratar de despertarlo por sí este se había quedado dormido. Yukhei no contestó, afianzó el agarre a Jungwoo y se levantó del sillón con el chico en brazos quien trató de protestar pero no iba a mentir, en realidad se sentía cansado.

El ser se encaminó por la sala, subiendo las escaleras al siguiente piso y adentrándose en otro pasillo, caminando directamente a la habitación del fondo, su habitación, había pasado la del chico hacia 2 puertas ya. Entró con cuidado tratando de que Jungwoo no recibiera algún golpe o se despertará por algún ruido, lo coloco con delicadeza en la cama y lo arropo con las suaves sábanas, se puso algo más cómodo y se recostó a su lado, acomodándose entre las telas y mirándolo fijamente, tomándose el tiempo que no siempre tenía para apreciar el hermoso rostro del menor mientras dormía.

—Tu sangre debe tener algún efecto Kim Jungwoo.—Comento con una pequeña risa mientras su diestra quitaba los cabellos del rostro contrario para después pasar a su espalda y abrazarlo, pudiendo caer dormido al fin.

𝕾𝖜𝖊𝖊𝖙 𝕮𝖍𝖊𝖗𝖗𝖞 (Hiatus) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora