Capítulo 1: Una misión de vida o muerte.

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Corría la Era Contemporánea, las nuevas tecnologías llegaron al mundo para quedarse y ser de gran utilidad para todos los seres humanos, quienes llevaban una vida de lo más común, mientras tanto, unos seres muy superiores a ellos se encontraban muriendo miserablemente en algún lugar que los mortales no podían acceder. Sin saberlo, muchos eventos diversos se estaban realizando a lo largo de todo el globo terráqueo, ni siquiera los dioses sabían con certeza qué es lo que estaba pasando en el mundo, su vida caía a cuentagotas y algo los amenazaba desde las sombras. Debían lidiar con dos grandes problemas, su muerte y el peligro que todos los reinos corrían, no estaban en posición de pelear, pero la situación tampoco podía quedarse así, su única salida era tragarse su orgullo y pedir ayuda a sus hijos.

Monte Olimpo.

En la sala del trono, un lugar en donde antaño solo los dioses más fuertes del panteón griego podían acceder, se encontraban el Rey de los dioses y los hombres, el Agitador de la Tierra y el Señor del Inframundo, acompañados de otros dioses menores. Cada uno reposaba en un trono de mármol, sus aspectos eran penosos, ya no quedaba nada de lo que esos mitos clásicos contaban de ellos, Atenea, hija del Zeus, se puso de pie tras un largo silencio; la mujer debía soportar su cuerpo sobre la legendaria lanza que antes fungía como arma de guerra. Los cabellos parecían viejos hilos blancos que apenas y podían cubrir su cabeza, la esquelética figura de Palas dejaba en claro que ni los Doce Dioses Olímpicos estaban en condiciones de tomar cartas en el asunto, tras arrastrar sus pies hasta el centro del salón, ella habló.

- ¿Alguno ya ha elegido a los hijos que desea enviar a la tierra?- una seca y rasposa tos interrumpió el discurso de la diosa, una vez se aclaró la garganta, siguió con sus palabras - Es importante que salgan cuanto antes, ninguno de nosotros está seguro del tiempo que nos queda, cada segundo puede marcar la diferencia. Además, se han reportado ataques de diferentes bestias, quién sabe cuánto tiempo podrán someterlas nuestro ya de por sí reducido ejército.

El silencio se apoderó de la sala una vez más, los demás dioses no estaban seguros de que el plan de Atenea funcionara, pero debían confiar en ella, era la diosa de la estrategia, seguro sabía lo que estaba haciendo.

- Formaremos escuadrones, cada uno de ellos será enviado a una zona específica donde las bestias han atacado o donde sea más probable que lo hagan, yo he elegido a siete de mis hijos, los más fuertes, pero no podrán hacerlo solos, necesitan la ayuda de otros semidioses.

Nadie tenía más opción que cooperar, y luego de una larga meditación cada uno de los presentes seleccionó a un buen puñado de sus hijos, aquellos que tenían la fuerza, valor, determinación o cualquier otra cualidad que pudiera ser útil en una situación de tal magnitud. Uno de los principales desafíos para crear estos grupos era reunir a todos los elegidos, pues no todos se encontraban en las cercanías del Monte Olimpo, la única persona capaz de notificar y traer a los semidioses era el dios ladrón, el mensajero olímpico, Hermes.

Quizá ya no era el mismo Hermes de antes, pero aún era veloz, podía con dicho encargo, en su orgullo divino estaba la necesidad de completar aquello que le encomendaron y que nadie más que él podía hacer. Solo necesitó de cinco días y cuatro noches para traer a todos los hijos que fueron requeridos, incluso el mismo Hermes llevó consigo a varios de sus descendientes. Una vez finiquitada la primera parte del plan, lo siguiente sería agruparlos y designarles una región que proteger, y aunque una buena parte de ellos se rehusaron a cooperar con el panteón griego, Apolo, dios de la razón y uno de los pocos que mantenían la suficiente fuerza para sostenerse en pie por sí mismo, hizo lo propio, convencer a cada hombre y mujer sobre la importancia y trascendencia de su misión, a fin de cuentas él era quien ingresaba a los jóvenes en el mundo de los adultos.

Crónicas Divinas: Rosas y Dioses.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora