Recuéstate sobre mi hombro || 𝒀𝒐𝒐𝒏𝒈𝒊 𝒚 𝑻𝑵 [EN EDICIÓN]

006| La verguenza de mi vida.

[...]

Escuché esa voz tan reconocida y lentamente fui quitándome la manta de mi rostro, justo en ese momento pude ver a la persona que menos quería ver en mi fin de semana, el chico pálido, sentí que mi cuerpo se desmayó por dentro, yo estaba negándome totalmente, me iba a dar una taquicardia, creí que mi visita iba a a ser al menos una chica, no sé cómo mi mamá hizo esto y no me pudo decir que viviría un tiempo con un hombre, ¡un jodido hombre!

Quería que me tragara la tierra, no quería hablar con él, simplemente no era mi tipo de personas a las cuales me agrada sacarles conversación pero por segunda vez él fue el de la iniciativa,

—¿En verdad no vas a decir nada?—dijo él con su típico tono frío.

Ni siquiera me digné a seguir observándolo.

—Bueno, ¿al menos me puedes decir dónde será mi habitación?—dijo con un tono algo impaciente.

No había necesidad de presentarnos o de hablar, ya nos conocíamos así que me levanté del sofá y sin mirarlo pasé al frente de él haciéndole una señal para que me siguiera.

—Aquí está, me iré a dormir, buenas noc- no terminé de despedirme y de entrar casi a mi habitación y cerrar mi puerta para evitar cualquier contacto con él, cuando el maldito me interrumpió.

—Oye sobre la cena-

Lo interrumpí,

—Aquí no es restaurante como para que quieras llegar a la hora que quieras pensando que estará la cena lista. ¡Yo no tengo que estar cocinándote nada!—dije lo primero que se me vino a la mente pensando mal.

Hubo un silencio incómodo de unos segundos.

—Preguntaba sobre la cena para ver si podía cocinar algo antes de dormir para ambos.—dijo defendiéndose "inocentemente".

Al instante sentí como se me bajó la presión, no podía creer que le había respondido tan mal, a veces odiaba mi bocota y mis impulsos de reaccionar tan abruptamente.

—Oh.—solté un pequeño suspiro—Perdona, yo creí que—ni siquiera pude terminar mi disculpa de la vergüenza que abundaba mi cuerpo. Como pude aclaré mis ideas.—Hay un paquete de ramen en la alacena de la cocina, no hay muchas opciones lo siento, mañana iré al supermercado para comprar la despensa de la semana...— estaba encogida de hombros, cabizbaja, con ganas de tirarme por la ventana en ese instante.

—Vale, si no te molesta te puedo acompañar, no quiero que te sientas con una carga.—me lo dijo con ninguna expresión, pero a la vez sentí su tono cambiar a uno más agradable.

—Está bien, gracias. Descansa.—cerré la puerta de mi habitación y me recosté en mi cama, me sentía tan avergonzada de que viera que soy una estúpida incapaz de regular sus impulsos.

[...]

Sábado por la mañana, 8am para ser exactos, me levanté con algo de flojera, en verdad odiaba levantarme temprano pero tenía que ir de compras.

Me lavé rápido la cara, me lavé los dientes, me puse algo abrigado. Salí de mi habitación y fue un muy grave error, me encontré con Yoongi, había salido de la ducha, solo traía una toalla amarrada a su cintura, lo que dejaba ver su abdomen levemente marcado y su blanquecina piel con gotas recorriendo su cuerpo, él sólo se quedó viendo cómo me tapaba los ojos corriendo a mi habitación, en verdad tenía un buen cuerpo, pero sentí extremadamente incorrecto verlo así al día y de ser roomies.

A cerca del baño, no estaba muy lejos de ambas habitaciones, me imaginé que era por eso que él no le dió mucha importancia de cambiarse en el baño pues en verdad estaba muy cerca dicho lugar con su habitación la cual estaba situada frente a la mía.

Quería quedarme encerrada todo el día porque no paraba de pasar vergüenza tras ver vergüenza estando él presente, pero eso no me podía detener así que con todo el valor que me me quedaba (que era muy poco) abrí la puerta de mi habitación, y al instante me encontré con él nuevamente que estaba a punto de tocar mi puerta algo que yo evité al abrirla, ambos quedamos a centímetros de chocar y ambas de nuestras miradas volvieron a unirse, pero esta vez fueron miradas más ¿dulces?, por la cercanía, podía oler su perfume, un poco escandaloso para mi sensible olfato, haciéndome estornudar.

Él al instante se alejó,

—Salud... y tengo mucha hambre,venía a preguntarte si ya estabas lista para irnos.—dijo él como intentando olvidar lo cerca que estábamos ambos y lo que había ocurrido hacía unos minutos.

[...]

Fin del episodio 06

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