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Eres el paraíso al que nadie ha de entrar

Ya se ha hecho costumbre,
son las 12 de la noche
y aún sigo aquí,
despierta,
pensando a mil.

Tanto les digo a los demás que sean valientes,
y yo, soy la peor cobarde que los cielos han registrado.

Te conozco,
me conoces.
Sabes cosas de mi que nadie más podría imaginar
y yo puedo leer a través de ti como si del más fino cristal se tratase
y es que, tu delicadeza y soltura te hacen así.

Así que dime,
si nos conocemos,
si nos queremos,
si nos amamos,
¿Por qué debo actuar como si no fuera así?
Como si no soñara con tus besos,
como si la luna no supiera de los suspiros que nos dedicamos,
los suspiros que culpamos del desvelo, para no aceptar,
que mis desvelos tienen nombre,
y es el tuyo.

Estás en mi,
estoy en ti.
Llevamos grabados nuestros nombres en el corazón del otro,
y no me lo niegues,
pues ambos sabemos que somos la perdición más grande a la que nos hayamos podido desviar.

Amarte es un regalo,
amarte en secreto, una tortura.
Ese secreto que está a la vista de todos,
no pasa desapercibido,
actúa como niño pequeño llorando por atención para luego ignorarla.

Que mis ángeles no escuchen,
pero vendería mi alma al diablo por un beso tuyo,
sin importar perder mi pase al cielo,
pues tú, cariño,
eres el paraíso más doloroso al que nadie ha de entrar.

Daría mi vida entera si eso me asegurase que eres feliz,
y entregaría mi alma sin dudar,
si esa felicidad fuese conmigo.

Pero......eso es soñar mucho.

Mírame.
12 de la noche,
escribiéndote un nuevo verso que nunca vas a leer,
pintandote en mis memorias como el lienzo más precioso de un museo.

Sé que me quieres,
sé que te amo.

Y aún así,
no puedo concebir el odio del destino hacia nosotros,
por impedirnos estar juntos,
¿por qué lo hacemos?¿por qué no nos arriesgamos?
¿a qué se debe ese maldito terror por unir nuestras almas?

A mi, me da miedo perderte.
A ti, te da miedo lastimarme,
pero cariño,
eso somos tú y yo,
eso hemos sido.
Dos tontos enamorados
que por no saber amar,
se terminaron destruyendo.

No sé que nos depara el futuro,
no sé si mañana alguno de los dos ya no esté.
Así que por favor, ámame hoy.

Bésame como si la vida se te fuera en ello,
quédate a mi lado como si fuese nuestro último día,
acaricia mi cabello, mi cuerpo, mi alma; que eso a ambos nos relaja,
acompáñame en mis desvelos,
y yo lo haré en tus pesadillas.

Tú, deseo de mi alma.
Yo, poeta de tu corazón.

Pensamientos De MedianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora