Hay cosas que superan nuestro conocimiento, causando que algunos vean como juego, todo aquello que está más allá de este mundo. Tal es el caso de este cuatro tortugas mutantes adolescentes hermanos, que a manera de broma intentando probar quien era el más cobarde de los cuatro, hicieron una Ouija casera, por supuesto uno de los cuatros hermanos el más pequeño mikey, era bastante miedoso con respecto a los espíritus, pero tras la presión de su hermano rafa terminó por acceder.
Esa misma noche cuando sus padres ( hamato Yoshi y Tang Shen) se marcharon, comenzaron con su travesura, con sus dedos sobre un vaso hacían las típicas preguntas de novatos: -¿Hay alguien ahí?, ¿Alguien quiere jugar con nosotros?- decía el más atrevido de los chicos (leo), mientras donnie miraba nervioso, que el vaso parecía cobrar vida deslizándose rápidamente sobre el tablero -¿Quién eres?- insistía el leo, -E*L**D*I*A*B*L*O- se deletreó rápidamente, mikey saltó asustado gritando desconsolado, pero sus dedos parecían estar pegados al vaso que continuaba moviéndose para responder a las preguntas de su hermano, -¿Estás aquí? ?-,-¡Manifiéstate!–, los cuatros hermanos soltaron el vaso como pudieron y saltaron a abrazarse cuando un humo denso llenó la habitación, materializando después una horrible cara demoniaca frente a ellos que lanzaba risas malévolas .
Por fortuna para los cuatro hermanos la niñera ( abril) que estaba al cargo había escuchado la escandalera y fue hasta allá a socorrerlos, el humo se recogió al escucharla abrir la puerta, dejando atrás cuatro tortugas mutantes asustados.
Le contaron a la joven todo lo sucedido, cualquier otra persona no les hubiese creído, pero ella había sido enviada desde más arriba para cuidarlos.
Ahora pasa cada momento siguiendo a los chicos donde vayan, vigilando, pues esa noche las tortugas obtuvieron una marca en su cabeza, una quemadura «666» dice, anunciando que ahora le pertenecen al Diablo.
