EL PERRO DEL INFIERNO Y EL FINAL DEFINITIVO

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en este relato humanos y mutantes conviven muy bien Era habitual escuchar ladridos y aullidos venir del parque a diario donde jugaban cuatro hermanos tortugas pre adolescente, solían acudir por las tardes, jugaban e se divertían juntos, y los perros observaban tranquilamente sentados bajo los árboles a que todos se marcharan para ver qué clase de manjares habían dejado atrás.

Había quienes esperaban que el sol se metiera por completo para salir a correr, y se sentían muy bien al estar acompañados de otras personas e mutantes que iban tras ellos, también jugando. Pero esa noche, los cuatros hermanos estaban completamente solos, el silencio era total, a donde sea que se mirara, no había ningún perro.

De pronto en silencio se vio interrumpido por desesperados ladridos, y en un momento eran ya chillidos, los arbustos se movían, y se hizo de nuevo el silencio. Las personas y mutantes en el parque se impresionaron un poco con aquellos ruidos, la mayoría de ellos se detuvieron...

Observaban de un lado a otro pero, no aparecía ninguno de los perros, cuando reanudaron su marcha, una agitada respiración invadía todo el parque, se escuchaba por todos lados, acompañada de un leve gruñido, y fue entonces que lo vieron, salir de entre los arbustos, con el hocico lleno de sangre, caminaba lentamente, y cada lámpara a su paso se iba apagando...

Sus pisadas dejaban una marca ardiente en el suelo, y una densa niebla venía detrás de él, un enorme perro negro, de más de metro y medio, no importa que tan buenos hubiesen sido corriendo todas aquellas personas, en ese momento estaban completamente paralizados. El perro se metió entre ellos, les olía todo el cuerpo, salivando...

Cuando todos se sentían perdidos, un chiflido lo llamó hasta su amo, solo se vio salir de entre la niebla una enorme mano cubierta de fuego, que dejó el ambiente impregnado de azufre. Al día siguiente eran menos los perros que se presentaron al banquete diario, y cuando sus ladridos no se escuchan los vecinos del lugar saben que no deben poner un pie en el parque, porque esa noche le toca su paseo, al perro del infierno.

ESPECIAL HALLOWEENWhere stories live. Discover now