☠️ Capitulo # 2 💀

897 97 12
                                    

Historia con derecho de autor.

Los personajes y las imágenes utilizadas aquí no me pertenecen, todos los derechos a su autor.

El lenguaje utilizado es típico en mi país.

Está pequeña historia la escribí por el día de muertos, en mi país es una tradición muy arraigada así que lo que comento en la historia es documentado por siglos de tradición de nuestros ancestros, lo que se llama leyenda.




🦴⚰️🦴⚰️🦴⚰️🦴⚰️🦴⚰️🦴⚰️



" Ojos tristes miran desde abajo,

Arriba;

Silencio, sombras que acechan lentamente.

"Vengo por tí"

Susurran a la noche, voces desconocidas.

" Tengo que irme"

"Pero tendré eternidad, pues siempre que pienses en mí, estaré vivo.
Estaré aquí . . . junto a tí".

                                          Oshiokinomoto




Día 29, octubre:

<<Se prende otra veladora , junto a un vaso de agua, este día está dedicado a los difuntos olvidados y necesitados.>>


Kagome, se levantó con un leve dolor de cabeza, sabía que era por haber llorado y por que pasó casi todo el día de ayer sin comer. Se preparó un café, hacia algo de frío y hoy no trabajaría, pues siempre pedía esos días para descansar y visitar a sus seres queridos. No podía apartar el rostro de aquel hombre de su cabeza, incluso algo le decía que ya lo conocía, pero no podía recordar de dónde. Cuando lo vio llegar con un ramo de flores un brazo en un cabestrillo e intentado poner la escalera para colocar las flores, sintió inmediatamente una extraña atracción, cómo si algo la empujara a ayudarlo, y luego al verlo a los ojos después de que se retirará los lentes de sol, Jesús bendito!! tenía unos ojos preciosos, profundos, como si su soledad fuera irradiada desde su interior, muy guapo y un cabello de color muy singular.

Lo ayudo y después muy cortésmente se presentó después de darle las gracias, la plática que surgió después fué de manera tan natural, como si se conocieran desde hace tiempo. Se dió cuenta que era muy serio, pero, la hizo sentir a gusto y en confianza, por primera vez en mucho tiempo.
No sabía que la había impulsado a invitarlo a tomar un café a su casa, la recorrió con la mirada, estaba muy limpia, era pequeña pero tenía calor de hogar. Se dispuso a darse un baño mientras llegaba la hora de recibir a su invitado, estaba nerviosa, jamás había invitado a un hombre a su casa, sólo esperaba no haberse equivocado. Si algo no le daba buena espina, simplemente lo despediría y no lo volvería a ver.

El timbre de La puerta sonó a las 6 de la tarde exactas, kagome ya había cocinado galletas y un delicioso pan de acero cubierto de chocolate, la olla con el café, tenía un delicioso olor a canela añadido, una receta adoptada por su madre de aquel lugar, después de verificar que todo estaba en su sitio, se dispuso a habrir. Sesshomaru al verla sonreírle mientras lo invitaba a entrar, pudo sentir una especie de calor que le cosquilleaba las entrañas, la casa tenía un ambiente acogedor, de lo que carecía la casa del hombre que le consiguió Naraku, olía a soledad, y dolor. No podía apartar la mirada de su rostro mientras le hablaba, era hermosa, por que su belleza provenía de su interior, y él lo percibía muy bien.

- Sucede algo señor Almeida?

- Nada, me preguntaba por el olor tan interesante que se percibe.

- Es, café con canela, una receta de estos lugares, ¿ No lo a probado?

- No, pero me gustaría, gracias.

Platicaron durante un rato, como si fueran viejos amigos, kagome lo invito al comedor para servir el café con el pan y las galletas, todo olía muy bien. El señor de la Muerte, por primera vez probó la comida humana y quedó maravillado, jamás en su larga vida pensó que disfrutaría de eso, kagome cocinaba delicioso. Cuando Kagome se llevó un pedazo de pan a la boca, arrumas de chocolate se deslizaron por su barbilla, Sesshomaru no resistió el impulso de retirarlos con un dedo y después llevarlo a su boca, sabía a ella. Un rubor cubrió las mejillas de Kagome ante la acción tan íntima de Sesshomaru.

- Por que estás roja, te pasa algo?

Sesshomaru llevo su mano fría a su frente, algunas veces había visto a los humanos hacer eso.

Kagome se sonrojo aún más, y su respiración se aceleró, junto con los latidos del corazón. Esto alarmó a Sesshomaru pues había visto que cuando eso sucedía, muchos morían.

- Te sientes bien, te duele el pecho?

Kagome sonrió ante el cambio en el rostro de Joaquín, se veía lindo.

- No, no pasa nada no te preocupes es por la combinación del café y la canela.

Sesshomaru frunció el seño, el también había tomado la infusión y no sentía nada. Después le preguntaría a Naraku.

Eran las 9 de la noche y una fuerte tormenta se desató, producto del invierno que se avecinaba, kagome no permitió que Sesshomaru se fuera, pues corría el riesgo de enfermar, le preparo la habitación que perteneció a su hermano y su corazón salto de alegría cuando él accedió a quedarse, le proporciono un cepillo de dientes nuevo y una toalla para que pudiera asearse, Sesshomaru sin pudor se quitó la chaqueta y se desabrochó los botones de la camisa para quitársela, estaba por quitar el cinturón de los pantalones cuando reparó en que Kagome aún estaba en la habitación, lo noto por el quejido de asombro al ver su torso ancho y musculoso, parecía un modelo, no podía apartar la vista de su cuerpo, Sesshomaru volvió a escuchar el latido acelerado de su corazón, y se acercó para tomarla de los brazos y volver a revisar su temperatura. Kagome reaccionó y levantó el rostro para verlo a los ojos, una corriente eléctrica invisible los envolvió a ambos, y sin dejar de mirarla Sesshomaru se inclino, acercándose hasta quedar muy cerca de sus labios, kagome hipnotizada por esos ojos cerro los suyos y acortó la distancia poniéndose de puntas para unir sus labios en un beso, jamás había experimentado uno y era tan dulce, a kagome jamás la habían besado pero por instinto entrehabrio sus labios y con su lengua probó el labio inferior de Joaquín, era un atrevimiento pero deseaba con desesperación que la estrechara, para Sesshomaru el asalto de su húmeda lengua lo tomó por sorpresa, tenía los ojos abiertos mientras veía como ella se abandonaba entre sus brazos, jamás había experimentado algo como ésto, y mientras ella se sostenía de sus hombros, él le pasó las manos por la cintura elevándola del piso y cerrando los ojos mientras abría la boca y degustaba el dulce sabor de sus labios.

Naraku observaba entre las sombras el desarrollo de todo, negaba con la cabeza mientras les daba privacidad.

<< Sesshomaru espero que no te equivoques, por que esto nos costará muy caro. Que paso? Después de tantos siglos.
¿Por qué ella, por que ahora, será una prueba del supremo?>>

Y con todas estas preguntas, se retiró para hacer su trabajo y cubrir en lo posible, el rastro de Sesshomaru.



💀💀💀💀💀💀💀💀💀💀💀💀💀💀🏵️🏵️🏵️🏵️🏵️🏵️🏵️🏵️🏵️🏵️🏵️🏵️🏵️🏵️

☠️   La Muerte Enamorada. ☠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora