Nada que perder

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Al abrir la puerta Marta la saludó sonriente, Natalia se quedó medio embobada, la hizo pasar saludándola con cortesía, ella se mostraba nerviosa, tenía varias esperanzas puestas en esa cena...

Marta : Tú siempre tan puntual (dijo con amabilidad)

Natalia : No me gusta llegar tarde, ya lo sabes (contestó) he traído vino (dijo mostrando la botella...)

Marta : Vaya y del bueno (dijo mirando la etiqueta)

N: Ya sabes que yo con el vino no juego (sonrió)

Marta : Lo sé, lo sé (llegaron al salón) bueno pues ¿una copita antes de la cena? (Natalia asintió) pues voy a abrirla, ponte cómoda

N: Claro (afirmó sonriente, quitándose la chaqueta y dejándola sobre el sofá, palmeó silenciosamente, moviéndose por aquel salón que tan bien conocía, recordando momentos, besos, caricias o miradas que allí se habían sucedido... la ultima noche que había estado allí, había terminado haciendo el amor con Marta , encontrándose por la mañana con la cara fría de la que había sido su novia tiempo atrás, hoy, hoy todo parecía distinto... miró la mesa, perfectamente organizada... frunció el ceño... no todo era tan distinto...) tres... ¿Tres platos? (preguntó a una Marta que volvía con la botella ya abierta y tres copas en la mano...)

Marta : Sí, le dije a Silvia que viniera a cenar también (contestó como si nada...)

N: ¿Silvia? (preguntó contrariada)

En ese momento escuchó una puerta abrirse y llegar hasta ellas la chica con la que Marta se había marchado aquella vez del bar, abrió los ojos como platos, aquello tenía que ser una broma, Marta  no podía volver a hacerle algo así, no... tenía que estar soñando...

Silvia: Hola, tú debes ser Natalia (dijo presentándose con naturalidad ante una atónita Natalia que no sabía donde meterse) soy Silvia, encantada...

N: I... igualmente (no sabía como había sido capaz de hablar) eh... Marta  no entiendo nada (se dirigió a su ex que seguía sirviendo las copas) creí que cenaríamos solas (susurró)

Marta : Bueno... verás (le tendió la copa, dándole la suya a Silvia y regalándole una mirada cargada de algo que hizo que a Natalia le hirviera la sangre, tomó un gran sorbo de su copa por no soltar lo primero que se le pasó por la cabeza) realmente esta cena es porque necesito proponerte algo...

N: ¿Algo? (decía con voz aguda... en esos momentos se le pasaron varias barbaridades por la mente)

Marta : ¿Nos sentamos y hablamos? (decía totalmente tranquila)

Silvia: Claro ( intervino la chica sentándose en la mesa...)

Marta : Bueno, Natalia (dijo tomando el ritmo de la conversación) creo que mejor vamos directamente al grano (hizo una pausa) verás... creo que deberíamos hablar del piso...

N: Del... del piso (repitió sin entender nada de aquella situación)

Marta : Sí bueno... lo compramos a medias (continuó) y... creo que lo más lógico es que lo vendamos, pero a mi me gustaría comprarte tu parte (terminó de decir)

N: Mi parte (dijo asimilando todas las palabras)

Marta : Sí... lo he estado pensando y creo que es lo mejor (siguió diciendo) además, Silvia tiene razón cuando me lo dijo (Natalia miró un segundo a la chica) tú ya tienes un piso, y seamos sinceras, encontrar algo que sea medianamente bueno en esa ciudad es un poco complicado (rió)

N: Ya (bebió de nuevo) ¿y para eso esta cena?

Marta : Sí (contestó) pensé que era lo mejor, hablarlo tranquilamente...

Dulce o SaladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora