Dulce o Salado

Enamorada de ti...

Aunque pudiera parecer una dedicatoria algo seria, a ella le hizo que se le ampliara la sonrisa, aquello era una muestra más de que Natalia  quería estar con ella... cogió el teléfono y marcó esos dígitos que ya tenía grabados en su memoria...

N: Hola guapa (saludó con una sonrisa nada más descolgar)

A: Hola (dijo medio cantando) ¿qué haces?

N: Pues trabajar (contestó) ¿y tú?

A: Pues yo estoy sentada en el sofá de casa, oliendo unas flores muy bonitas que me acaban de mandar (dijo más contenta que un niño con zapatos nuevos)

N: ¡Anda! Flores y todo (sonreía) que bien ¿no? ¿y te han gustado?

A: Me han encantado, Natalia (contestó sincera) gracias

N: No me las des, lo hago encantada (dijo de nuevo, Ici  la llamó) Alba , te tengo que dejar que tengo que seguir trabajando...

A: Vale... ¿te veo luego? (preguntó antes de colgar)

N: Sí (dijo segura) llámame cuando acabes y hacemos algo

A: Bien... un besito

N: Otro para ti (contestó con una sonrisa...)

Ici : Vaya, vaya... flores y todo (se metió con ella Ici  cuando vio que dejaba de hablar)

N: Ici ... (advirtió)

Ici : Qué... no he dicho nada (contestó de modo inocente)

N: Venga... vamos a seguir trabajando (terminó con el comienzo de aquella conversación...)

Hora punta en el restaurante "Ya Tcomo", la hora de la comida llegaba y con ella los clientes, Alba canturreaba en la cocina mientras se afanaba en los pedidos, estaba contenta, las flores y la charla con Natalia  le habían hecho olvidarse totalmente de lo ocurrido la noche anterior...

Maria : ¿Sabes cuanto hace que no te veo así? (dijo entrando un segundo en la cocina)

A: No sé... (contestó elevando los hombros)

Maria : Nunca (aseguró) nunca te había visto tan... contenta...

A: Es que estoy muy contenta (rió)

Maria : Y enamorada (sonrió, Alba la miró sin contestar, el que calla otorga y así le había dado su respuesta) Ten cuidado ¿vale? No quiero que te hagan daño

A: Tranquila (calmó) estaré bien...

Maria : Eso espero (sonrió con cariño) por cierto... necesito un par de días libres la semana que viene...

A: ¿Y eso? (quiso saber)

Maria : El bautizo de mi sobrino Alba(le recordó) tengo que ir a Salamanca...

A: Es verdad... se me había olvidado (se acordó) vale pues... (pensaba) tendré que llamar a Sabela  para que te cubra...

Maria : Ya he hablado con ella... no hay problema (contestó)

A: Pues nada (dijo sonriente) arreglado... toma anda lleva esto a la cuatro (dijo entregándole un plato. Maria  la miró sonriendo) ¡guapa! (halagó)

Maria : Que tonta estás (le murmuró riendo mientras salía de la cocina...)

Los siguientes días pasaron rápidamente, casi ni se dieron cuenta que llegaba de nuevo el fin de semana, habían pasado todo el tiempo que podían juntas, cuando ambas tenían cinco minutos se llamaban por teléfono, aquello iba viento en popa y a toda vela... Alba andaba en una nube, cada minuto que pasaba se enamoraba más de Natalia y lo mejor es que le daba igual... Maria , como buena amiga la advertía, le pedía que echara el freno pero la chef no hacía caso a sus consejos, no podía hacerlo...