¨Demon's Heart¨ [Rentan]

°°Desconocidos°°

Ж Alerta de sangre y violencia Ж 

Las lunas pasaban y el pelirrojo cada vez se hacía más y más fuerte, conocido por ser especialmente querido por el señor de los demonios Muzan y por la cantidad de asesinatos que había cometido en su corto lapso de vida como demonio, envidiado, admirado y temido, así era la nueva vida del que alguna vez fue Tanjirou Kamado.

-Ni siquiera me sirves de alimento.-Miró con desprecio al humano que se hallaba a sus pies.

-E-eres despreciable.-Le escupió en la cara con las últimas fuerzas que tenía.

-Concuerdo contigo.-Sonrió de forma despiadada y de una patada destruyó el cráneo del hombre.

-Eres despiadado Nomi-.-Una voz se oyó desde la cima de un árbol.

-¿Qué es lo que quieres, Kaigaku?-Le pregunto sin mucho interés.

-Eres tan bipolar, apenas hace un momento sonreías y ahora me miras de esa forma, crei que eramos amigos.-Fingió dolencia por la actitud del chico.

-Yo no tengo amigos.

-Quizás por eso es tu nombre, después de todo significa ¨solo¨ ¿No es así?.

-Supongo.

-No puedo entender cómo con esa actitud, Muzan-sama te aprecia tanto.-Intentó ocultar su notable descontento.

-No eres quien para cuestionar el accionar de Muzan-sama.-Salto junto al azabache y lo tomó del cuello.

-Así que los rumores son ciertos, sin ser una luna superior te ha concedido el poder nombrarlo.-Hablo a duras penas debido a la presión que recibía en la garganta.

El ojo rubí lo soltó de golpe, se dio media vuelta y desapareció entre las sombras. Era verdad, ni siquiera él entendía la actitud de Muzan, pero estaba profundamente agradecido porque quizás no habría llegado a tener ese poder si no fuera por la ayuda que le había brindado. Volvió al pueblo humano donde residía oculto hace más de año y medio, en una casa común y corriente. Era una aldea bastante transitada y visitada por lo que solía cazar a los turistas que desprendían la fragancia de la fuerza. Por el dia se mantenía ocupado en cualquier cosa trivial y por la noche vigilaba a la espera de una presa.

-¡Espera, Inosuke! ¡No corras por la calle así!.-Pudo oír un escándalo viniendo de afuera.

-¡Hay algo aquí, puedo sentirlo!.-Oyó otro grito, con una voz un tanto más grave.

-Ese olor.-Se giró con una gran sonrisa, un aroma había captado su atención, uno similar al roble.

Recordaría esa fragancia cuando el sol se ocultara, la buscaría y comprobaría si valía la pena alimentarse de él. Las horas pasaron y había llegado el momento de salir, siguió el rastro hasta una vieja posada, su presencia fue notada rápidamente por el misterioso chico.

-¡Ahí está! ¡Te dije que había algo!.-Un joven con cabeza de jabali salto desde la ventana del segundo piso de la casa.

-¡E-espera un momento! ¡No saltes desde aquí!

-Bastante perceptivo, eso es bueno.-Le elogio con una sonrisa .

-¡Callate, asqueroso demonio!.-Le atacó sin aviso alguno.

-Sí, demuéstrame que tan fuerte eres.

-¡Inosuke!.-Le llamo el rubio tembloroso.

-Un humano débil...no, detrás de esa esencia de fragilidad hay un gran poder escondido.-Nuevamente sonrió, podría divertirse después de tanto tiempo.