#14: ¡De familia!

570 56 7
                                    


¿Por qué me mira así? Dylan está comiendo su tostada con aguacate mientras me observa con los ojos entrecerrados y masticando de una forma exagerada. Mamá salió para el trabajo y nos encontramos solo los dos, en cada extremo de la mesa, desde que se despertó esta extrañamente callado, le da una mordida más a su tostada y la deja en su plato berrinchudamente.

—Ya no aguanto Katrice ¿Cuándo piensas contarme en que estas metida?

Así que eso era... supongo que de nada servirá que me niegue —No pienso contártelo — digo calma mientras dejo de lado mi leche de chocolate caliente.

—¡Oh, vamos! Te salve, dime, el tal O'Connor ese del viernes por la noche te la presto ¿cierto? Dime que fue porque te tiraron cerveza o algo. —se lleva las manos a la cabeza y se masajea la frente.

Caigo en cuenta que habla de la polera —¿Cómo sabes que es O'Connor?

—Estaba borracho, no sordo. Ya, dime que sigues siendo virgen.

—Sigo siendo virgen — veo que suspira aliviado — creo ...

Su rostro se levanta alarmado y con ojos de vaca loca, sus manos están tensas en el aire agarrando un objeto imaginario. Comienzo a carcajearme mientras golpeo la mesa con un puño, ocasionando que se derrame un poco de mi leche chocolatada.

—Ya ¿Y que si no sigo siendo virgen?

Cerrando sus manos en puños—Tendría que ir a defender tu honor con el susodicho.

Aguanto la risa — Que machista, tu no sigues siendo virgen y nadie te dice nada.

—Bueno, pues ve a defender mi honor — levanta los brazos exasperado.

Extrañaba tanto tomarle el pelo, Dylan me conoce, precisamente por eso sabe que, aunque parezca que esté bromeando no puede tomar por menos lo que digo.

— Que cansador ¿Con cuántas tendría que defender tu honor, suripanta?

—No me cambies el tema Katrice porque ...

—Sigo siendo virgen, pura, casta e inmaculada, relájate — muevo las manos para restarle importancia — y en cuanto a lo otro, me caí a la piscina, eso es todo.

Él lanza un sonoro suspiro de alivio mientras se recuesta en la mesa con los brazos extendidos — Gracias al cielo.

Rodó los ojos.

Mi teléfono comienza a sonar.

—¿Quién es? — pregunta expectante.

"Que te importa" gesticuló con los labios, él se levanta indignado hacia la cocina dejándome sola en la mesa.

"Alguien anda sensible"

Veo la pantalla para ver quién es y contesto.

Oli ...

—Mira el gruposusurra y me cuelga.

Debería decir que es raro, pero no lo es, a lo largo de este año me he llegado a acostumbrar a las rarezas y extravagancias de Oli, tanto así que no me imagino volver a solo ser nosotros tres. Ella le da una extraña y singular vida al grupo.

Entro a WhatsApp y hay unos 20 mensajes del grupo "Kyle y sus nenas", la última vez que lo revise se llamaba "Nosotras y el vómito". Voy bajando los mensajes.



Oli Molly: Tengo algo que contarles, actualización caso El panque de Anie

Tu Existencia Complica La Mia©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora