#10: Pasta mentirosa

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Dylan

—Diablos Katrice ¿Qué fue eso?

Ella voltea a verme, su rostro esta relajado pero noto como su ojo izquierdo tiembla un poco, su tic nervioso, sonrió al verlo y darme cuenta que no importa cuanto haya crecido, ella aún no puede ocultarme cómo se está realmente, cualquiera que llegue a conocerla se dará cuenta lo fácil de leer que es, en realidad, el problema está en que ella deje que la conozcas.

Me doy cuenta que no planea decir nada. —Tus amigos —la codeo intentando animarla mientras rio —¿piensas contarme que se traen? — termino sonriendo.

Ella me sonríe divertida pero no dice nada. ¿Qué te ronda en esa cabecita, Katrice? Su silencio me confirma lo que he estado sospechando desde ayer en la noche.






Unos pequeños gritos llaman mi atención, no por escandalosos, sino por quien los lanza. Dejo de prestarle atención a la morena que se presentó como Sara y visualizo al origen de los grititos, Anabelle los está lanzando mientras agarra a Katrice de los hombros.

Me levanto sin apartar la vista de aquella mesa —Sara, ¿me disculpas? Por favor.

Sin esperar su respuesta comienzo a caminar hacia donde se encuentra mi hermana con sus amigos, Anie comienza a batir a Katrice de atrás hacia adelante mientras Kyle sostiene su cabeza entre sus manos y la chica de cabello morado golpea la mesa con sus puños. Conforme me acerco veo que Katrice tiene una cara de pánico e intento escuchar de que hablan.

—Katrice ¿Cómo pudiste? —reconozco la voz de Anabelle, su tono me dice que está molesta pero aun así advierto como su voz de ha vuelto más aterciopelada.

—Kyle no era el único que ocultaba cosas.

—Mocosa, respeta al amigo de tu padrastro.

Llego a la mesa y ellos están tan absortos en lo que sea que esté pasando que no notan mi presencia. De repente la rubia sonríe dejando de batir a Katrice para luego darle un abrazo. Frunzo mi ceño confundido. Hasta hace un momento parecía que Katrice hubiera ofendido el corte de Justin Bieber o cuestionado la cantidad de azúcar que Anie le hecha a sus postres.

—Debiste decirme antes.

—Vas a tener que ayudarnos amigo Kyle.

Kyle es abrazado por los hombros por la cabello fantasía, pero se suelta en el acto como si le quemara su toque —En tus húmedos sueños berenjena podrida.

Carraspeo para hacerme notar, los cuatro voltean a verme, y lo primero que vislumbro son los ojos azules que me escrutan con un leve ceño fruncido, los mismos ojos que no dejaban de lanzarme miraditas mientras hablaba con Sara en mi mesa.

—¿Qué les pasa? — rodo los ojos— parecen unos críos.

Katrice contiene una sonrisa mientras sus amigos me observan atentos.

—Esta vez yo no vengo de niñero, nadie me está pagando esta vez. — refiriéndome a todas esas veces donde tuve que cuidarlos a cambio de que al día siguiente mamá me dejara salir.

—Puedo buscar como pagarte — dice la chica que, si bien recuerdo, se presentó como Oli cuando llegamos al restaurant, sacándome una sonrisa, intenta parecer segura, pero está claramente nerviosa. Los otros tres la miran y ella encoge los hombros — lo siento.

—No te disculpes, me parece una tentadora propuesta — digo divertido mientras llevo mi mano al mentón en ademan de estarlo pensado.

—Dylan — protesta Katrice.

Tu Existencia Complica La Mia©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora