30 Días de Originalshipping!

⚘ Felación . . .✧

Pikachu estaba confundido, su entrenador estaba realmente furioso y todo su equipo desconocía la razón. Es decir, Red era alguien difícil de perturbar; pero esta vez el campeón legendario amenazaba con crear una avalancha en la montaña.

¿Y cómo no estar furioso? Se había enterado que el mocoso que hace apenas unas semanas lo había vencido, ahora revoloteaba al rededor de Green. Al parecer Ethan... Si no mal recordaba que era su nombre, admiraba de sobremanera al líder de Viridian, por lo que pasaba la gran parte de su tiempo acosándole.

Oh. Pero eso no se quedaría así, claro que no. Ethan no tenía derecho alguno sobre Green, el mocoso apenas había logrado vencerle y había sido en su séptima revancha. Si creía que estaba a su nivel y podía permitiese cortejar a Green, le mostraría que estaba muy equivocado.

En otro lugar muy alejado, se encontraba un jovencito de ojos dorados brillantes y no solo por el color, sino por la admiración que sentía hacia el líder de Viridian que justo ahora vencía a una chica que buscaba su octava medalla.

Gold observó como le dedicaba un par de palabras antes de despedirla, a lo que la chica se retiraba corriendo en dirección al centro pokemon.

-¡Eso fue increíble, Green!

El mencionado miró al mas joven, ligeramente incómodo. Cada día Ethan se tomaba más libertades para con él.

-¿Dónde quedó el "Señor Ookido"?- Cuestionó, la verdad que también era incómodo cuando lo llamaba así, tomando en cuenta que ni siquiera era un adulto y que le recordaba a su abuelo, pero prefería mantener distancia.

-Bueno, ahora que soy campeón y vencí a Red, creo que me gane el derecho de llamarte por tu nombre.

El muchacho parecía orgulloso de si mismo y Green no lo culpaba, después de todo, él mismo le había ayudado a entrenar para que finalmente lograra vencer al ermitaño de las montañas.

Aunque sinceramente le costaba creer que Red había perdido, le preocupaba, el de ojos carmín nunca había tomado bien las derrotas y hacia años que nadie -aparte del propio Green- había logrado vencerle. Tal vez debía ir a visitarle.

-Bueno, eso es todo por esta semana. Deberías...

-¡Cena conmigo!

Green dio un pequeño salto ante la interrupción de Ethan. El más joven estaba completamente sonrojado y parecía a punto de un colapso nervioso.

El mayor frunció sus labios, no estaba seguro si le estaba proponiendo una cita y si era así, tampoco estaba seguro de querer salir con alguien menor y menos si esa persona básicamente era su jefe.

-Ethan...

-¡Por favor! Solo una pizza ¡puedo traerla aquí si no quieres que nadie se entere!

Green lo meditó por unos instantes antes de darse cuenta que todos sus subordinados les miraban atentos, las chicas sobretodo parecían rogarle con la mirada que aceptara. Claro, si el mocoso se había ganado el cariño de todos en el gimnasio. Suspiró derrotado.

-De acuerdo. Pero será lo más discreto posible. Odio cuando la prensa revolotea en mi gimnasio.

-¡Como digas, ahora vuelvo!- Y así el muchacho salió corriendo completamente animado, lo que de cierta forma le pareció tierno al castaño, incluso podía decir que le subía su ya de por si alto ego.

Y al instante sintió las miradas picaras de sus subordinados.

-¡¿Que me ven?! ¡Hagan lo que tengan que hacer y vayanse a casa!

-¡Si, señor!- Y por alguna razón a Green le pareció que se burlaban más de él con esa frase. Tal vez porque entre risas y cotilleos celebraban ver como su líder se sonrojaba por un colegial.