Capítulo 15

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«El curso del verdadero amor, nunca corrió de manera fácil.»
-William Shakespeare.

***
¡¿CHAD JOHNSON?!
***

Empezó a comer porque no desperdiciaría la comida, cuando terminó se colocó sus bragas de nuevo y el vestido.

Llamada entrante: Anastasia.

-Hola.

-Holaaaa, estoy en mi casa, ya te puedes venir.

-Muy bien Ann, llegó en 15 minutos, creo.

-Ok, bye.

Edén colgó sin responder. Tomó la llave de la habitación y salió, camino por el extenso pasillo hasta el ascensor, donde pulsó PB (planta baja), espero a que llegara y entró.

Llegando abajo se dirigió con la recepcionista, le entregó la tarjeta y pidió un taxi.

Veinte minutos después estaba en casa de Anastasia, el tráfico estaba horrible.

Le pagó al taxista, se bajo y tocó la puerta.

Toc, toc.

La rubia abrió la puerta y saludó a su amiga.

-Hola guapa, te me perdiste anoche—. Conteniendo la risa.

Ambas tomaron asiento en el sofá.

-Muy chistosa, Anastasia.

-Pero si no ha sido del todo malo, supongo que has tenido un buen polvo, ¿o no?

-Joder si, para ser más exacta dos
polvos—. Le guiño el ojo.

-Estoy tan orgullosa—. Limpio lágrimas imaginarias.

-Boba.

-Tonta.

-¿Con quién te fuiste?

-Chad.

-¡¿CHAD JOHNSON?!

-No grites—. Tapo la boca de Edén con su mano.— Mamá te escuchará y me matará—. Susurro tan bajo que si no estuvieran así de cerca no la hubiera escuchado.

-No puedo creerlo.

-Pues créelo y es buenísimo en la
cama—. Susurra con picardía, mordiendo su labio, Edén sabe lo enamoradiza que es Ann y evita a toda costa que involucre sentimientos para que no le rompan el corazón, pero en el no se manda.

-No involucres sentimientos, ya lo sabes, Anastasia. Es solo sexo.

-Ya lo sé, señora hielo, placer absoluto, mucho placer—. Rodó los ojos.

-No es gracioso, lo hago por tu bien.

-Si, si, como sea—. Le restó importancia con la mano.

-¿Estás lista para esta noche?

-Por supuesto que sí.

-Y, ¿qué pasará con Chad?

Movía sus manos nerviosamente y Edén no lo pasó desapercibido.

-Eh nada, ¿qué debería pasar?, ¡estas loca!, sacas conclusiones muy pronto.

-Anastasia, te conozco mejor que tú misma, dime,  ¿qué es lo que ocultas?

Bufa y responde.— Te odio. La verdad tenemos como un mes saliendo, pero no nos habíamos acostado, hasta ayer y me da miedo. ¿Qué pasará ahora?

-Te dije que por ningún motivo mezclarás sentimientos—. Toma entre sus dedos, su tabique y cierra sus ojos, esta molesta, pero más que nada preocupada por su amiga, los abre, suspira y  exclama.— Carajo, ¿qué no te das cuenta que es un mujeriego?, ¿y si todo es un maldito juego?, ¿no has leído o visto películas de eso?, ¡LOS MUJERIEGOS NO CAMBIAN O MEJOR, DÉJAME CORREGIRME, SI CAMBIAN PERO YA QUE LA CAGAN MIL VECES!—. Le gritó como nunca lo había hecho, pero tenía todo el derecho, si el idiota le hacía algo que estaba noventa y nueve por ciento segura que así sería, ella sería el pañuelo de lágrimas.

-DISCÚLPAME, PERO NO TODAS TENEMOS TU MALDITA SUERTE, no todas somos hermosas como tú—. Su voz fue disminuyendo mientras le reclamaba algo que ella no tenía la culpa.

-Pero tú eres hermosa, no tienes porque sentir desconfianza de ti, puedes tener al chico que quieras a tus pies.

-¡Basta!, estoy harta de ti. EDÉN LA PERFECTA, JA JA JA—. Ironiza, desconcertando demasiado a Edén.— No eres más que una cualquiera, o dime, ¿qué chica bien se acuesta con él que quiera?

-No permitiré que me hables así, deja de victimizarte—. Se para del sofá, la observa fijamente y continúa.— Yo no tengo la culpa de que no te atrevas a decirle lo que sientes al chico que te gusta, no sé quién es y ya no me interesa, pero no merezco soportar tu amargura, tus malos tratos, por tu cobardía, la que se harto fui yo.
Y si tanto te molesta como soy, no te preocupes, ya no te jodo más. Respondiendo a tu pregunta existe algo llamado libertad de sexualidad, que es el poder follar con él que quiera  y eso no me hace una cualquiera, sabes, ¿por qué? , porque no tengo pareja, soy joven, estamos en el siglo XXI y no está mal, no es necesario guardarse hasta el matrimonio, tu virginidad no te da más o menos valor, como mujer. La verdadera pregunta aquí es: ¿tú eres igual de cualquiera?, porqué te recuerdo, por si se te olvidaba, que anoche te acostaste con Chad, y que yo sepa no son una pareja formal, piensa en eso, Anastasia—. Se da media vuelta, se dirige a la puerta, toma la perilla y antes de poder girarla su voz la detiene.

-¿Alguna vez te pusiste a pensar quién era ese chico y por qué nunca te dije su nombre?

-No viene al caso eso, ya me voy, fue suficiente.

-Eso si que no—. Con brusquedad la toma del antebrazo y hace que voltee hacia ella.— Él chico del cual llevo años enamorada es...

-Cállate, no me interesa escucharte más tiempo—. Tira de su brazo y deshace el agarre, gira la perilla y por fin abre la puerta. Sale de esa casa sabiendo que será la ultima vez que la pisaría, porque no perdonará la forma en la que Anastasia la trato.

¿ACOSADO O ACOSADA?     [COMPLETA ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora