2. Consiso

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Necesitaba un trabajo pero no podía conseguirlo debido a los los reglamentos de la escuela que pedían que sus estudiantes se dedicarán sólo al estudio, su rango "actual" no era tan bajo pero aún asi no iba a ser tan fácil conseguirlo.

Mierda.

Estaban contratando personal en una empresa, asi que sólo tenía que ir realizar la entrevista y parecer la persona más decente.

Pero todo se había arruinado cuando la hoja de datos que tenía que presentar había sido arrastrada varios pasos por un chico de esos de los que odiaba tanto.

Se sorprendió cuando le dio la hoja y se ofreció para llevarlo hacia ese lugar.

El hijo de Endeavor, maldito niño rico de seguro sólo quería humillarlo pero eso no importaba no se dejaría hacerlo.

Aceptó ir con él sólo porque se había disculpado y pensó que no tenía por qué comenzar una conversación así que sólo miró por la ventana pero su voz interrumpió el silencio.

-Hagamos un trato, Bakugou- Sus ojos lo veían con determinación.

-¿Por que querría hacer un trato contigo maldito helado de fresa?- No entendía nada, ese chico apenas parecía tener una expresión en la cara.

-Porqué te conviene, si consigues un trabajo puedo traerte todos los días sólo tienes que quedarte cerca de mi en la escuela, no me gusta que otras personas se acerquen a mi.

-Pues sólo diles que no lo hagan- Ese tipo parecía no tener límites, maldito.

-No es tan fácil, además te pagaré un poco más ¿Si?- No quería parecer interesado pero necesitaba el dinero, recargo su mano en la frente casi dando una sobadita.

-Creí que casi no hablabas, si mantienes la maldita boca cerrada puedo hacer huir a quien sea sólo no te metas en mi camino, maldito- parecía ser un buen trato, el chico no queria que se le acercarán y él era bueno para hacer huir a todos con su carácter.

-Bien, entonces nos vemos mañana.

Había dirigido sus pasos hacia el lugar de las entrevistas, podía tener dos trabajos, si es que lo contrataban al menos ya había asegurado un poco de su sustento, eso era bueno. Pero un chico muy extraño se había parado frente a él. No sabía por que pero ese día si que estaba encontrando personas con cicatrices o marcas extrañas.

Haría que se fuera, no era quien entrevistaba o ¿si? así que podía insultarle, a fin de cuentas todos se iban después de ver su actitud.

-Oye ¿Por qué buscas un trabajo, no deberías estar estudiando?- una persona había llegado por atrás casi recargando todo su peso contra su cuerpo.

-Eso no es de tu incunbencia- se separó de él y luego lo miró fijamente examinando cada una de sus características.

-¿Cuál es tu nombre? Si respondes tal vez pueda ayudarte- miró cada una de sus cicatrices, parecían quemaduras pero al mismo tiempo no.

-¿Cómo pretendes ayudarme? Si respondes bien te diré mi nombre- ¿Qué diablos quería?

-Yo pregunté primero, pero no importa te responderé, si me dices tu nombre trabajaras para mi sin una entrevista y te daré el horario que más se ajuste a tus necesidades de estudiante, no preguntes por que te estoy contratando o perderás tu oportunidad.

No sonaba tan mal, eso era más que obvio pero era muy extraño el que le ofreciera un trabajo a un completo extraño pero no podía desperdiciar esa oportunidad, en todo caso sabía cuidarse a la perfección.

-Bakugou, Bakugou Katsuki- dijo aprentando los puños como causa de la frustración.

-Vaya, creí que no me lo dirías tan fácilmente. Ven te diré que es lo que harás no te preocupes yo soy quién se encarga de los contratos después de las entrevistas que hace el psicólogo- no parecía feliz pero tampoco enojado y eso fastidiaba al más bajo.

SUPEDITAR (TODOBAKU VS DABIBAKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora