3. Atracción

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DABI

Un día más, sólo tenía que despertar para volver a la realidad, generalmente sus sueños eran sobre su infancia y uno que otro raro que se relacionaba con personas que veía durante su trayecto al trabajo y vaya que no era nada muy bonito.

Su infancia había sido un poco difícil, siendo un hijo de nadie ya que  desconocía quienes habían sido sus padres y prefería no saberlo, vivía en un orfanato con otros niños quienes le creían un tonto por estar siempre solo, sin embargo, un día uno de sus compañeros lo insultó creyendo que seria divertido; Dabi, como le llamaban, no dijo nada, lo había ignorado y eso no le había hecho ninguna gracia al contrario así que levantó su mano formando un puño que se dirigía a la cara del de hebras negras pero éste nunca llegó puesto que él le había dado una patada tan fuerte que al caer el chico se desmayó. 

No pensaba dejar que nada lo lastimara, no pensaba tener compasión de nadie por que nadie se la había demostrado. Si todo el mundo lo había odiado y tratado así entonces el le regresaría el triple de lo que le habían hecho.

Muchos tenían un miedo a base de pruebas; por que era como un villano con todas las personas;  su padre adoptivo le había dado todo tal como si fuese de su propia sangre. Y nadie sabía por que lo habían adoptado, su rango se había elevado considerablemente y una buena educación junto a una posición dentro de una de las empresas de su "padre" había contribuido a que su rango aumentara más. Sin embargo nada lo llenaba, no sentía nada, por eso trataba tan mal a todos y tal como si no existiera los demás preferían pasar de largo a su persona como si no existiera. Se había acostumbrado a  eso.

Su día consistía en levantarse y tomar café, luego iba al trabajo pasando mas tiempo tonteando por ahí que trabajando y luego regresaba a casa para comer y dormir un poco.

Cuando llegó a su trabajo vio a uno de sus "hermanos" Todoroki Shōto. No era muy sorpresivo el que estuviera trabajando, lo sorprendente era que venía con un chico que no parecía tener nada que ver con el hijo de Endeavor. Ver  esos ojos fue lo que más le impresionó,  cuando los vio sintió  esa mirada feroz que nadie le había mostrado en mucho tiempo, sus ojos le recordaban a la sangre, lo cual era interesante ya que había visto a muchas personas en su vida pero no recordaba a ninguna que tuviera algo tan especial como la mirada de aquel chico.

El chico se fue en la dirección contraria al mitad pelirrojo. Y fue hacia donde habían otras personas, era el lugar donde hacían entrevistas. Y como si los engranajes encajaran tuvo una idea. Era obvio que no quería comprar a ese rubio cenizo, no lo haría por que tal vez sólo se había encaprichado un poco y no sabría que decirle a ese chico sobre el porqué lo había comprado. Pero algo dentro de él, tal como un instinto le decía que se acercara un poco así que intentaría contratarlo por la buena, lo conocería, y lo despediría sin una razón . Si, sonaba como una buena idea.

Se acercó a donde estaba su Secretaría quien apenas tenía un mes trabajando para él (casi lo que duraban las otras secretarías a quienes ya había despedido).

-Señor, necesita algo.

-No exactamente, estas despedida.

-Pero señor...- No quería escucharla, no le interesaba que le lloriquearan ya se encargaría de darle una buena  remuneración después. Ya que él era el abogado y a veces contador de su sección.

Se fue hacia donde estaba el rubio sentado. El oji-rubí lo miró fijamente casi diciendo "me estorbas". Dabi sonrió maliciosamente.

-Oye ¿Por qué buscas un trabajo, no deberías estar estudiando?- puso su mano sobre el hombro del menor.

-Eso no es de tu incumbencia- había arrugado más el ceño. Lo estaba haciendo de enojar y eso le hacía un poco de gracia.

-¿Cuál es tu nombre? Si respondes tal vez pueda ayudarte- no podía creerlo el rubio cenizo se había enojado tanto que parecía que los capilares de sus ojos comenzaban a dilatarse lo que hacia que el rojizo de sus ojos resaltara mas.

-¿Cómo pretendes ayudarme? Si respondes bien te diré mi nombre- el rubio sonrió mostrando los dientes, lo estaba desafiando y eso le agradaba en cierta manera, se sentía refrescante el hablar con ese chico.

-Yo pregunté primero, pero no importa te responderé, si me dices tu nombre trabajarás para mi sin una entrevista y te daré el horario que más se ajuste a tus necesidades de estudiante - Si eso no le agradaba al rubio no importaba ya haría que lo contratarán en esa misma empresa, aunque quería que estuviera cerca de él.

Y un pequeño silencio se formó.

-Bakugou,  Bakugou Katsuki.

"Ha, fácil" pensó Dabi.

SUPEDITAR (TODOBAKU VS DABIBAKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora