11. Información

225 34 4
                                    


Lo odiaba, odiaba cuando se ponía a pensar porque sabía que en cuanto su cerebro intentara procesar una mínima información de su infancia respecto a su madre éste no lo dejaría ni dormir, pero el final siempre era el mismo, nunca lograba recordar nada.

Seguía sin entender porque Endeavor lo había adoptado, de hecho había escuchado que al menos tres niños en ese orfanato habían sido adoptados por personas con gran influencia. A veces solía preguntarse qué había pasado con todos esos niños con los que solía compartir un hogar.

Cuando era pequeño intentó acercarse a su padre adoptivo pero éste nunca lo había dejado y pronto se dio cuenta de que en realidad era así con toda su familia excepto uno de ellos; era el menor de todos los Todoroki el único que podía pasar tiempo con Enji.

Pudo divisar desde la esquina aquél lugar en el que solía pasar parte de su infancia. Sintió ganas de vomitar, el trato que recibían no era denigrante pero si muy estricto parte de ello había contribuido a la mala actitud que tenía con los otros.

Al caminar dos pasos se detuvo al ver salir a alguien de ese lugar. Vió sus ojos e inmediatamente lo reconoció; no podía recordar su nombre pero al menos sabía que era uno de los niños de su "generación" uno lo suficientemente listo como para que los encargados del orfanato elevarán su porcentaje de jerarquía y así este llamara la atención de la persona número 1 en todo el país solían decirle All might, pues era una persona bondadosa con muchos y claro que lo demostró adoptando al pequeño de hebras verdes.

Sus ojos esmeralda no podían ser olvidados fácilmente y mucho menos su sonrisa que de vez en cuando solía parecer boba. Siempre había sentido algo extraño hacía ese sujeto. No era un miedo exorbitante pero sentía que debía cuidarse de él.

Esperaba que no lo reconociera pero en cuanto se vieron mutuamente Izuku le dió una leve sonrisa una que le decía que podía recordarlo desde infantes. Lo único bueno es que había pasado de largo después de eso.

Se metió al lugar que había sido reconstruido exactamente como antes del incendio, mismo que lo había dejado marcado de por vida en todos los aspectos posibles.

Todavía podía recordar cómo se había quedado encerrado en ese lugar y el olor de su propia piel quemándose. También podía recordar el grito de los demás niños cuya vida había sido consumida por las llamas, ellos ya no tendrían un futuro y por un momento llegó a pensar que él tampoco.

Pero no fue así, cuando recuperó la conciencia el dolor fue tan agudo que no dejó de gritar hasta que su voz se había ido, su garganta también dolía pero no tanto como la mayor parte de su cuerpo, sintió que moriría no por qué su piel pudiera infectarse si no por un shock neurogénico por las quemaduras. Los analgésicos parecían ya no tener algún efecto pero pronto aprendió a controlar su dolor.

Fue adoptado mientras estaba en ese hospital y todos sus tratamientos fueron pagados por su padre. Nunca entendió cómo es que pudo pagar todo eso, no hasta que conoció a quien ahora se decía llamar su padre.

Ni siquiera pasó por su cabeza el ser adoptado por alguien, mucho menos por un Todoroki, portar ese nombre era mucha responsabilidad. Intentó escaparse varias veces pero ahora que todos sabían que era un Todoroki nadie podía aceptarlo. Ya estaba acostumbrado a ser rechazado por los niños pero ahora tenía que acostumbrarse a que también sería rechazado en el mundo de los adultos.

Se sentía como un pequeño ratón que había sido atrapado.

El timbre retumbó en sus oídos, odiaba que incluso el timbre se pareciera al del pasado. El hombre de cabellos azabaches casi pareciendo un vagabundo abrió la puerta su sorpresa se plasmó inmediatamente en la cara.

- Necesito algo - El de hebras negras se hizo de lado para que pudiera entrar sin decir una sola palabra. Aizawa lo había cuidado sólo unos cuantos meses antes del accidente y sabía que el que éste no gustaba de hablar con casi nadie solo con los niños que se encargaba de cuidar .

- Sé que aún hay registros de las personas adoptadas antes del incendio. Necesito ver si hay alguna que sea mía.

- Viniste aquí después de tu accidente sabes que no encontramos nada y ambos coincidimos en que si encontraba algo te lo diría - ambos caminaban hacia el interior. En el jardín pudo observar cómo varios niños jugaban alegremente. Si esos niños hubieran sido de su época estarían haciendo diversas tareas de la casa y aprendiendo algún tipo de oficio en caso de no ser adoptados. Gran parte de que los niños tuvieran más libertad era por Shota que los cuidaba como si fueran sus hijos.

- Bien entonces quiero ver el registro de los demás - esto tomó por sorpresa a Aizawa ¿Para que quería saber eso?

- No puedo, eso es privado - se sentó en el sillón y Dabi siguió la misma acción.

- Necesito comprobar algo. Sabes que la mayoría de los niños del incendio murieron necesito saber de uno en especial. Le hice una promesa - ese era el día de las sorpresas para Aizawa dos personas en el mismo día preguntando por registros de las personas adoptadas y lo peor de todo, antes del incendio.

- Lo siento mi respuesta es no - sabía de la determinación del mayor y no iba a perder el tiempo intentando convencerlo - pero puedes preguntarme tal vez recuerde su nombre.

- Sus ojos parecían rubíes muy rojos y al parecer su cabello estaba teñido así que deberías recordarlo, en sí sus ojos no son muy normales de ver - el hombre se quedó pensando un momento.

- No recuerdo cuidar a ningún niño así sin embargo conozco a dos personas de clase alta que tenían un hijo con una de esas características - Sabía que el nivel de jerarquía de Bakugou no era muy alto así que no podía ser él. Pero no tenía más pistas así que lo investigaría.

- ¿Cuál es su apellido?- era probable que fueran familiares lejanos o algo parecido ya que era muy raro el color de ojos que poseía Bakugō. Al menos en esa parte de Japón.

- Bakugo, la familia Bakugo - se negaba a creer lo que le estaban diciendo pero era lo que más temía.

- ¿Si sabes de su situación no?- su mirada se puso aún más seria.

- De qué estás hablando, dímelo sabes que odio tener que preguntar - ambos se recargaron en el respaldo de sus respectivos sillones como si estuvieran cansados.

- Él fue comprado. Y no quería decírtelo pero probablemente si quieres comprobarlo no vas a poder - desvío un poco la mirada como si estuviera pensando bien lo que iba a decirle al joven de cabello negro.

- Dilo - algo que había aprendido de la familia Todoroki era que debía sonar lo más relajado posible ante una discusión u otra plática pero era un poco inquietante lo que estaba escuchando. No es como si tuviera sentimientos profundos por el rubio pero había algo parecido a una vocecita que le decía que tenía que mantenerse pendiente de él. Sus ojos se parecían a los del niño al cual le había hecho la promesa de buscarlo. ¿Por qué? Tenía algo importante que le pertenecía.

- Es muy probable que estés en la misma situación, si me preguntas por qué, no lo sé. Bueno, fin de la conversación tengo que ir a ver a los mocosos. - ambos se levantaron de sus lugares parecía que Dabi quería decir algo pero no lo hizo - puedes venir de nuevo si necesitas algo.

- Bien.



-----

Perdón por tardar tanto en actualizar la verdad estuve procrastinando mucho tiempo, y hace pocos meses perdí a mi mejor amigo, se llamaba Max y era el perro más inteligente que pude haber visto en  mi vida, en fin todo ese asunto me hizo olvidar que ya tenía un capítulo  que es  este,  la buena noticia es que ya empecé a escribir otro.   Abrazos :)

SUPEDITAR (TODOBAKU VS DABIBAKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora