Gula I

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—quién dijo que quería eso de comer?— elevé la voz a la par que los inútiles que me servían hacían todo mal.

—perdone señor— hizo una pobre reverencia ante mi mientras yo le ignoraba.

—pedí qué cocinaran a término medio esto y esta es la basura que me traen?— le señale el plato donde lucia un pedazo de carne prácticamente bien cocido.

—lo siento señor, le traeremos otro enseguida—

—no, no quiero nada, me largo a otro lugar a comer— me levanté bruscamente de la silla y tomé mis cosas a la vez que salía de la casa.

encendí un cigarro a la vez que conducía a cualquier lugar que no fuese mi casa.

Luego de dar un par de vueltas en el vecindario divisé un pequeño restaurante me pareció curioso ya que nunca lo había visto.

decidí detenerme y bajarme en el lugar, Lucía pequeño por fuera, colores pasteles y un letrero del "especial del día" donde marcaba JJIMDACK como el plato del día.

Para los que no saben esto es un plato que consiste en un guiso de pollo cocido con salsa de soja, vegetales y fideos de arroz que tiene un toque picante, si se sabe preparar es una delicia.

Caminé hacia la puerta y entré donde un chico me dedicó una pobre sonrisa exhausta.

—lo sentimos señor, ya estamos cerrando—

—quiero comer aquí— dije sin importarme lo que había dicho anteriormente.

—lo sentimos... la chef ha cerrado la cocina— se volvió a disculpar.

Me estaba irritando un poco así que respiré profundamente y clavé mis ojos en el chico.

—mira, les pagaré el triple de lo que vale la comida y te daré exactamente la misma cantidad por tus servicios— dije y el chico abrió los ojos rápidamente.

—s-señor.... debo hablar con la chef, deme un segundo, tome asiento— me invitó a pasar al pequeño lugar y yo asentí.

El lugar se notaba que no era muy popular, debía admitir que no era mi tipo de lugar favorito para visitar y comer pero hoy no estaba en discutir ni buscar mucho.

Al cabo de unos minutos apareció el chico nuevamente junto a una chica que al parecer era la chef.

—buenas noches señor— se inclinó y dio un leve saludo.

Yo la observé desde mi asiento sin decir media palabra.

—me ha comentado chiwoon que usted ofrecerá al triple del precio por la comida— dijo sin dudar mucho.

—si, exactamente eso he dicho— dije firmemente.

—bien, en visto de que es nuestro último cliente y que soy la dueña y chef aceptaré— la chica miro al muchacho y aquel rápidamente se apresuró a buscar un menú.

Lo detuve en seco y les dije...

—ya se lo que quiero pedir—

—que ordenará?—

—quiero el plato especial del día jjimdack— la miré retante a los ojos

—solo eso querrá?—

—y una botella de suju—

—enseguida se lo traen— la chica nuevamente se desapareció.

El camarero apareció con una botella de soju y un vaso y lo extendió hacia mi en la mesa.

Se quedó mirándome unos segundos frente a mi y le di una mirada cortante y sin gracia.

—te vas a quedar ahí mirándome la noche entera?— le dije y el negó rápidamente y se desapareció de mi vista.

Luego de un tiempo la Chica del lugar apareció extendiéndome en la mesa un gran plato donde estaba lo que había pedido.

Puedo decir que lucia y olía apetecible pero habría que saber si el sabor era igual.

Recuerdo que este plato solo lo preparaba único mi abuela años atrás y que nadie había podido superar ese sabor.

Tomé una cuchara del caldo y los dos se quedaron mirándome, me irritaba que se me quedaran mirando pero mientras estaba comiendo no me importaba.

Llevé la cuchara hacia mi boca y al hacer contacto con aquel sabor puedo decir qué era delicioso, ni siquiera el de mi abuela se comparaba a este, era diferente tenía algo que le hacía especial.

Acabé el plato en cuestión de minutos, estaba satisfecho y aprobaba el plato preparado por la chica .

—le gustó?— preguntó impaciente.

—si, estaba delicioso— dije sinceramente.

—gracias, me alegra que sea de su agrado—

—Lo que sea, cuanto te debo?— la mire mientras sacaba mi billetera.

—son w12,000 wons—

—dije que pagaría el triple toma 50,000, es más del triple pero me gustó demasiado— le extendí el dinero y fije la mísma cantidad para el chico.

Para mi el dinero no tiene precio y más si es algo que disfrute.

Salí del lugar y me encaminé a mi coche, pensaba en volver nuevamente mañana a este lugar, o aún mejor contratarla como mi chef personal.

Quién dice que el dinero no compra cualquier cosa?... a parte de la comida podemos comprar las personas, de eso no me cabe duda...

Dichoso sea el ser humano que no teniendo nada de hambre, se abstiene de demostrárnoslo.

𝑳𝒐𝒔 𝒔𝒊𝒆𝒕𝒆 𝒑𝒆𝒄𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒂𝒍𝒆𝒔 (𝒃𝒕𝒔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora