Pereza I

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—si sigues así terminarás como estatua sabías?— me reclamó Camila.

—te puedes callar?... no veo nada malo en no moverme de mi lugar acaso le estoy haciendo daño a alguien?— le reclamé desde mi sillón de masajes.

—si, te estás haciendo daño a ti mismo Yoongi es que acaso no te das cuenta de que tus articulaciones están sufriendo?— me miró de una manera tosca y sin gracia.

Camila era mi mejor amiga desde el segundo año de secundaria, vivimos muchas aventuras juntos desde esa época se había convertido como en una hermana, me reprochaba, me decía que hacer, me aconsejaba, me cuidaba, era como la hermana que nunca tuve.

—sabes que cuando te pones en ese plan de mandar me molesto— cerré los ojos y continué disfrutando de mi masaje.

—por que por primera vez en tu vida no me haces caso min Yoongi?— se paró frente a mi y se cruzó de brazos.

—simple— conteste sin gracia alguna.

—¿que?— me miró

—porque no quiero— me burle y solo vi como ella se abalanzaba sobre mi y lanzaba golpes en mi.

Debo decir que era la única persona que le toleraba eso, odiaba que me tocaran y mucho menos que me pegaran.

—ya para!— le reclamé

—no lo haré!...Es que lo ves el daño que te estás haciendo a ti mismo, Yoongi por favor debes moverte y hacer las cosas como una persona normal— se rindió y vi como se tiraba en el suelo.

—Camila...— su cara estaba oculta entre sus manos escuchaba unos sollozos y eso me preocupó, nunca la había visto de esa manera.

—camilla Chan.... estás....estás llorando?— pregunté estúpidamente.

—tú qué crees?— dijo en un hilo de voz que apenas pude escuchar.

—no lo hagas— le reclamé

—lo hago, y sabes por qué lo hago— levantó su cabeza y sus lágrimas caían por su cara.

—tú no te quieres Yoongi, no te cuidas. Has dejado que tú pereza te controle y estás haciendo que te consuma.

—eso no...no es cierto— me defendí.

—eso crees?... demuéstramelo?— se levantó y dio unos pasos atrás.

—si crees que estás del todo bien entonces levántate de ahí y camina hacia mi— dijo limpiando sus lágrimas.

—estoy bien solo estás exagerando— dije un tanto dudoso.

—demuéstramelo entonces— me miró— si no puedes llegar hacia mi irás conmigo al hospital de lo contrario no diré nada más sobre el tema y diré que tienes la razón.

—eso es una idiotez!— me burlé

—si lo es entonces hazlo y ya!—

Camila cuando quería ser insistente y decidida lo hacía, odiaba que me retaran y ella lo sabía.

Apague el sillón de masajes y dude por un momento, impulsé un poco mi cuerpo hacia adelante , mis piernas tambalearon y mis rodillas dolían.

Era muy testarudo para admitir la realidad, en mis piernas se habían formado coágulos de sangre por la falta de movimiento y a duras penas podía mover mis piernas.

Fallé en el intento ni siquiera me pude levantar de un simple sillón, daba lástima pero siempre he dicho que la energía no se puede desperdiciar.

—ya ves lo que te has hecho?— dijo lentamente Camila.

—no pasa nada— dije en voz baja.

—nos vamos directamente al hospital esta fue la gota que derramó el vaso min Yoongi.

Y así fue...

En estos momentos me encontraba en el auto rumbo a un hospital el cual No consideraba necesario pero ella insistió, me rehusaba a hacer esta estupidez pero contra ella no se podía.

Luego de batallar unos minutos y subirme a una silla de ruedas estábamos en camino sabrá Dios a donde.

De lejos observé a Camila hablando con una chica, se veía una persona con carácter que no sería fácil de manejar.

Luego de unos minutos más ambas se dirigían hacia mi Camila sonreía y la otra chica me miraba curiosa.

Ambas se pararon frente a mi y la primera en hablar fue Camila.

—Yoongi ella es la persona que te ayudará y estará a cargo de ti— lancé mi Mirada de Camila hasta la otra chica.

—ella?— dije.

—hola señor min, mi nombre es la doctora seo Liz, estaré a cargo de su tratamiento y progreso, espero que usted coopere y me haga el trabajo más cómodo posible— dijo sin titubeo alguno y con firmeza.

Debo decir que a primera vista lucia una chica dulce y tranquila pero al escucharla hablar me daba cuenta de que no será nada fácil por el tipo de carácter correcto que manejaba.

...

En la mayoría de los hombres, las dificultades son hijas de la pereza.

𝑳𝒐𝒔 𝒔𝒊𝒆𝒕𝒆 𝒑𝒆𝒄𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒂𝒍𝒆𝒔 (𝒃𝒕𝒔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora