𝑳𝒐𝒔 𝒔𝒊𝒆𝒕𝒆 𝒑𝒆𝒄𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒂𝒍𝒆𝒔 (𝒃𝒕𝒔)

Soberbia l

—Ahhh— suspiré, esto era demasiado desestresante

—se siente bien así señor Jeon?— dijo la chica

—está perfecto, por favor recuerde hacer el último paso que me gusta—

—claro, no se preocupe en seguida le colocaré la mascarilla de colágeno—

Amaba venir a los spa y hacerme tratamientos, la apariencia lo es todo y más cuando eres el mejor modelo de la industria.

Estaba orgullo de lo que había hecho en todos estos años con mi apariencia, dejaba muy por debajo a los demás y eso me gustaba.

Era bien pagado, recibo ofertas por miles de dólares y es que... esta cara puede vender hasta un simple lápiz.

Soy muy odiado en la industria pero no me importa, mientras yo sea el número 1 los demás pueden seguir odiándome y siguiendo detrás de mi hasta vida tenga.

Mi lema es.... si no eres el número 1 entonces no eres nadie y por eso siempre estoy en la cima donde muchos aún no pueden llegar.

Pero eso no es importante, mi perfección habla por si sola...

Estaba en el spa haciéndome mi tratamiento de colágeno, masajes musculares y mi amada hidratación de piel, siempre salía renovado de mis días de spa, es como si me quitara 10 años de encima.

Digo...

Simplemente tengo 22 pero verse más joven de vez en cuando no es nada malo... o si?...

—la mascarilla está lista, por favor cierre los ojos señor Jeon—Colocarme esto 2 veces por semana era mi ritual personal.

Luego de 4 horas en el spa donde me trataron como un ángel estaba camino a mi sesión de fotos del día.

Me observaba por el retrovisor del auto y lucia radiante.

—eh guapo de donde te escapaste?... ten cuidado te roban !— bromeé

—hoy lucia fantástico, sean feos ustedes!— concluí

Llegué al set, habían varias personas como de costumbre.

—Buen día jungkook— alguien habló

Seguí mi paso, no me gustaba que me interrumpieran.

—hola Jungkook!— solo lo observé

—Bien, quién es que me arreglará?— me senté en la silla y esperé.

—hola Jun...—

—Cual es el tema de hoy?— esperé respuesta.

—mmm, será algo elegante, harás una campaña para Salvatore Ferragamo— concluyó.

—Bien, y que esperan?... no tengo todo el día—

Rápidamente el personal comenzó a abalanzarse sobre mi, una con el peinado, otra persona en maquillaje y vestuario.

—Tenemos 10 minutos!— habló el coordinador.

Me levanté de la silla y caminé hacia vestuario, ahí estaba la chica de siempre, ni sabía su nombre, no pierdo el tiempo con esas estupideces.

—será esta camisa roja con pantalones negros— tendió la ropa y salió.

Cuando ya tenía todo puesto me observé en el espejo, me veía bien, como siempre, era algo natural en mi.

La chica entró nuevamente para darle los toques finales a la ropa.

Abrió un poco la camisa dejando un poco de mi pecho descubierto, al parecer le gustaba lo que veía pues se había quedado observándome.