Avaricia l

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Comprar....

Muchos piensan que es algo malo ya que piensan que gastar en lo innecesario está mal, pero mi pensamiento ha sido, si tengo el dinero por que no comprarlo?...

—Gente conformista!— me reí para mis adentros.

—señor, el presidente de la corporación shin one quiere saber si aceptará el trato— preguntó mi secretario Minhwa.

Me quedé pensando por unos segundos...

—cuáles son mis ganancias y cuál es la oferta?— lo observé.

—dice que sería un 60-40, para que empiece q distribuir sus prendas en el mercado.

—no, si no es un 80-20 entonces no quiero nada, quiere que le haga un favor prácticamente y yo debo estar pendiendo?— me reí — acaso no ve los trapos que vende.

Habían personas con coraje que creían que podían engañarme fácilmente pero es que luego de que casi lo tienes todo nada es suficiente, y no me detendré hasta obtener todo.

—si señor— hizo una reverencia y empezó a caminar a la salida .

—Hey Minhwa!— se giró y me observó.

—Si señor?— esperó

—En dos horas iremos al centro comercial, necesito ver la nueva temporada de Giorgio Armani— tomé mi lapicera y empecé a firmar contratos.

—listo señor, el auto lo estará esperando— nuevamente hizo una reverencia y esta vez salió.

Luego de varios contratos, llamadas de negocios con los socios y algunas obras de arte que estaban a la venta mi descanso había llegado.

Me levanté de mi escritorio y me observé en el espejo, hoy si lucia bien, acomodé mi traje Prada y arreglé un poco mi cabello mientras seguía observando mi reflejo en el espejo.

—señor?— habló Minhwa, no me había dado cuenta de su presencia hasta que habló.

—oh, dime— me giré mientras introducía mis manos en los bolsillos.

—El auto está listo—habló

—pues vámonos— empecé a caminar y Minhwa empezó a caminar detrás de mi.

Ya en la puerta el Rolls Royce color blanco perlado nos esperaba en la recepción del edificio.

Me gustaba ver los paisajes por la ventana y me preguntaba por qué no podía tener ese paisaje solo para mi, si pudiese lo compraría pero creo que no resultaría.

Me reí

Una vez compré un pequeño pueblo solo para mi, pues había una cascada hermosa que solo debía ser mía, luego de unos años me aburrí y ahora se convirtió en un pueblo fantasma pero con una linda cascada.

Algún día pienso volver, pero no estaba en mis planes por el momento.

Nos bajamos en el centro comercial reservado solo para mi, al entrar los empleados hacían una reverencia mientras entraba.

Veía las vitrinas... ya lo tenía todo desde Chanel pasando por Louis Vuitton, Cartier, Guerlain, Versace....

Nada nuevo, me detuve en Hermès, al fin algo nuevo!

—Quiero ese cinturón, la bolsa y los zapatos!— dije y la empleada sin decir más empezó a buscar las cosas.

Me retiré, Minhwa se encargaba de eso...

Caminaba solo por los pasillos había un completo silencio hasta que...

—se cree un Dios—

Me detuve y escuché atentamente...

—siempre cree que puede venir aquí hacer y deshacer—

—pero si puede— dijo otra voz más bajo.

—estoy harta!... me gustaría decirle sus 4 verdades en la cara a ese tal Kim Taehyung, para mi es más que un simple rico que se siente con poder de hacer lo que le da la gana—

Me quedé pasmado, no podía creer lo que escuchaba, me acerqué al lugar donde provenía la conversación y vi dos chicas, al parecer empleadas del lugar.

Una estaba arreglando los bolsos y la otra solo estaba parada frente a ella hablando.

—es un avaricioso, cree que puede tenerlo todo, pff me da pena su vida— se rió

—debes calmarte Junsae, el puede hacer lo que quiera es su vida!— contestó la otra chica que estaba arreglando las cosas.

Así que... Junsae...

Entré lentamente a la tienda y la chica de las bolsas se veía ahora pálida, no movía ni un músculo mientras la otra chica aún me daba la espalda y no sabía de mi presencia.

—sabes, a veces ese tipo de personas debe sentirse solas, creen que llenarán el vacío emocional que tienen con objetos innecesarios, es una estupi... hey te estoy hablando   Nara!!... que tanto ves?..

Se giró y me observó, pero su reacción no fue de sorpresa al contrario me miró de una manera retadora.

—Bienvenido señor— se apresuró a decir la que habían llamado Nara mientras la otra aún me observaba sin decir nada más.

—entonces....— empecé a hablar

—Me creo un Dios, puedo hacer y deshacer....— seguía enumerando las cosas

la compañera lucia totalmente nerviosa mientras ella aún estaba firme en su postura

—bien estoy aquí, puedes cantarme mis verdades..— elevé mis cejas— soy un simple rico que me siento con poder de hacer lo que me da la gana?... — me reía, no creí que en mi vida escucharía a alguien decir eso de mi—

—Y bien?—  me acerqué esperando una respuesta

Cruzó sus brazos y elevó la mirada hacia mi

—pienso que todo lo que dije es verdad, no está claro?— dijo en un tono firme sin dudar ni una de las palabras que había dicho.

La otra chica se apresuró y la tomó del brazo

—discúlpela señor, está loca no sabe lo que dice— se apresuró a hacer varias reverencias.

—suéltame, no estoy loca y si se lo que dije— me miró— a este hay que decirle las verdades en la cara, lo siento por  no ser un lamebotas de esos que te acompaña— dijo

Definitivamente tenía agallas, me reí ante la situación, era increíble, esta chica me estaba desafiando en pocas palabras.

—me agradas— dije esto y ella me miró confundida pareciera como que no entendía nada de la situación.

Ella era un reto y no me dejaría vencer tan fácilmente...

Nunca he perdido...

...

El ojo del avaro no se satisface con su suerte; la avaricia seca el alma .

𝑳𝒐𝒔 𝒔𝒊𝒆𝒕𝒆 𝒑𝒆𝒄𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒂𝒍𝒆𝒔 (𝒃𝒕𝒔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora