La lluvia estaba empezando en la ciudad de París y Adrien, era llevado a su casa.
El chico iba con la mirada perdida, viendo como la lluvia parecía darle otro color a su amada ciudad.
La lluvia para él era algo tan preciado por que le recordaba a su madre y a su amiga, Marinette.
Al pensar en su amiga, sonrió.
¿Qué desastre debía estar haciendo?
El día anterior, en el colegio, antes de iniciar las vacaciones, le había dicho que ése día iba a ir a pasar el día con su abuelo ya que tenía curiosidad de saber cómo es que antes había enamorado a su abuela.
"¡Así no es como se hace!"
Ésa frase sería la mas oída por su amiga en ése día, seguramente.
-¿Uh?
La sonrisa del chico, se borró al ver a una niña sentada en la callé, cubriendo su cabeza con ambas manos para protegerse inútilmente de la lluvia.
¡¿Qué hacía una niña en la lluvia?!
-Deten el auto, por favor. - le pidió a su guardaespaldas.
El hombre, dio un gruñido y obedeció.
El chico, al no tener un paraguas con él, bajo del auto y fue corriendo a donde estaba la niña.
¿Qué clase de padre dejaría a su hija en la lluvia, solá?
-¿Dónde están tus padres?- preguntó con algo de enojó mientras se detenía delante de la niña.
La pequeña, levantó su mirada con sorpresa y Adrien se sorprendió al ver que tenía una bendita a punto de caer, sobre la nariz.
La niña tenía grandes ojos azules y un hermoso cabello negro con destellos azules que casi llegaban hasta su cintura.
La pequeña azabache, se puso a hacer puchero antes de llorar y asustar a Adrien.
¡¿Qué pasaba?!
-¡No lo sé! ¡Sniff! ¡No me secuerste, por favor!- pidió la niña, sin dejar de llorar.
El chico, miró a todos lados con espanto.
¡Él no estaba secuestrando a nadie!
Los policías estaban de paro ya que les parecía injusto que el padre de Sabrina sea su jefe y reclamaban justicia, así que no podía contar con los policías y no podía dejar a ésa niña, solá en la lluvia.
-¡Argh!
Con enojó, alzó a la niña.
-¡Wuaaaaa! ¡Me están secuestrando! ¡Ayuda!- gritó la peliazul mientras lloraba mas fuerte.
Adrien, gruño mientras se dirigía a su auto.
-No te estoy secuestrando, sólo te voy a llevar a mi casa sin que nadie lo sepa.- explicó el chico.
-¡Wuaaaaa! ¡Éso es un secuestro!- lloró la niña.
Adrien, no dijo nada mientras se metía al auto.
Ésa niña, tenía un punto pero éso no era un secuestro.
Una vez adentro del auto, la niña se puso a llorar en silencio y Adrien suspiro profundo.
Éso le pasa por juntarse con Marinette y querer ser mejor persona.
Sintió la mirada de alguien y miró hacía adelante para ver a su guardaespaldas, mas serio de lo usual.
-¡No es un secuestro!
Tu sólo conduce.- ordenó con enojó.No podía creer que lo vean de ésa manera.
Adrien, sacó una toalla que guardaba en su mochila y se lo dio a la pequeña quien seguía llorando.
-Por favor, secate.- exclamó.
La ojiazul, dejó de llorar y miró al chico.
En ése momento, vio a su secuestrador como sí alrededor de él, un brillo resplandeciese.
La pequeña, agarró la toalla con algo de miedo.
-Y... ¿usted?- preguntó mientras abrazaba la toalla.
Adrien, suspiro profundo, aliviado de que ella ya no lloré.
-No te preocupes por mí, yo estoy bien.- respondió.
No es la primera vez que se mojaba en la lluvia, así que no le haría nada.
El rubio, abrió sus ojos con sorpresa al sentir la toalla sobre su cabeza.
Volteó el rostro levemente y vio como la niña estaba parada sobre el asiento del auto, con su ceño fruncido y secandole la cabeza.
-La mamá del señor secuestrador estará muy triste sí se enferma.- dijo la pequeña.
Adrien, parpadeo un par de veces y sonrió.
Ésa niña, le recordaba a alguien.
Hace un rato lloraba y ahora le aydaba, por un extraño motivo, le recordaba a Marinette.
-¿Eh?- pronunció la niña antes de resbalar y caer del asiento.
Adrien, la miró en shock y pronto la niña se puso a lagrimear.
-Estoy... ¡Sniff!... bien.- aclaró ella con una sonrisa forzada.
Definitivamente le recordaba a Marinette.
..
Marinette se dirigía a su casa, usando un paraguas que le prestó su abuelo y se encontró con un niño, llorando.-¡Mamiiii! ¡Sniff! ¡No me voy a alejar de ti otra vez, no me dejes, por favor!- gritaba el pequeño.
La ojiazul, lo miró con lástima y miró a los lados para buscar a la madre del niño pero no había nadie.
Al parecer, estaba perdido.
Se acercó al pequeño y lo cubrió con el paraguas.
El niño rubio, abrió sus ojos verdes y miró a la chica que lo protegía de la lluvia.
-Hola, pequeño, soy Marinette.- se presentó la azabache con una sonrisa adorable para calmar al niño.
El rubio, la miró fijamente por unos segundos y pronto, la abrazo.
-¡Por favor, señorita princesa, ayúdame a encontrar a mi mami!- pidió el niño.
Marinette, se sorprendió por como fue llamada pero sonrió y acarició la cabeza del niño.
Por un extraño motivo, pensó en Chat noir.
-Descuida, yo te voy a ayudar.- ofreció su ayuda la muchacha.
Y así, Adrien es visto como un secuestrador y Marinette, ayudará a un niño a encontrar a su madre.
Continuará...
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¡Hola!Una historia pedida por LaPinta1711
Sé que no es exactamente como la que me pediste, pero espero que está te guste de igual modo.
Espero que les haya gustado el inició.
Gracias por su tiempo.
Volveré...
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Pasado y presente
FanfictionMarinette y Adrien se encuentran cada uno, con una sorpresa que jamás hubiesen imaginado.