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Mini Adrien estaba haciendo un castillo de arena mientras mini Marinette lo veía curiosa, teniendo en la cima de su cabeza ella puesto una tirará de flores hecha por el niño.

-¿Te puedo ayudar?- preguntó la ojiazul.

El niño la miró y negó con la cabeza.

-No, yo me porte mal con una princesa y como muestra de arrepentimiento quiero hacer un castillo graaaande para usted.- dijo el rubio mientras asentía.

El castillo era pequeño pero en su imaginación veía un castillo que alcanzaba las nubes.

La pequeña sonrió y se puso de cuclillas mientras ayudaba con el castillo, asustado a mini Adrien.

-¡¿Qué haces?! Una princesa no debe hacer el trabajo arduo de constu... constuir un castillo.- dijo, no pudiendo pronunciar bien la palabra construir.

Mini Marinette lo miró y le regaló una sonrisa.

-Sí yo soy una princesa quiero que tu seas mi príncipe, así que los dos vamos a construir nuestro castillo juntos, ¿sí?- dijo la pequeña con una gran sonrisa que hicieron al niño sentir escalofrío pero lo ignoro y asintió.

-¡Sí! Soy un fuerte caballero y un valiente príncipe.- dijo el mini Adrien antes de volver a la construcción de su castillo.

Mientas que los niños jugaban, los adolescentes estaban viéndolos de cerca, sentados en una banca mientras Adrien procesaba toda ésa... extraña información.

-¿Somos nosotros de niños?- preguntó el chico.

No podía creer que no se dio cuenta de éso pero lo mas sorprendente... ¡No podía creer que se puso a pelear con él mismo de niño!

¡¿Cómo es que no se dio cuenta de que ése niño es él de pequeño?!

¡¿Cómo es que sus padres y Nathalie lo aguantaban cuando era niño?!

¡¿Y cómo es que sus versiones pequeñas estaban en el presente?!

-Sí... lo siento por ocultarlo, pero... seguro sabes que es peligroso.- dijo Marinette mientras miraba a los niños.

Por suerte, Adrien lo tomo con mucha mas calma de lo que se esperaba.

Se preocupó por ser tratada de loca pero Adrien no dudó en su palabra y le creyó al instante, pero no le era fácil asimilarlo.

-¿Cómo... cómo lo vamos a solucionar?- preguntó el chico.

Iba a ser difícil pero sí Marinette no tenía una respuesta, iba a convencer a su padre para criar a mini Marinette y mandar a ése niño mimado a un reformatorio en otro país, lejos de las dos Marinette.

-Yo me haré cargo de éso.

Una tercera voz se oyó y los dos se pusieron de pie para darse media vuelta y ver a Bunnix.

Marinette se asustó por que nunca había aparecido mientras ella era una civil pero fingió calma.

La mujer se acercó a ellos con una sonrisa nerviosa.

-Sucedió un... pequeño conflicto en el tiempo por que alguien metió la pata con sus poderes al ser impaciente.- dijo la mujer mientras miraba con enojó a Adrien quien parpadeo confundido.

¿Por qué parecía que Bunnix estaba enojada con él?

-Ladybug y Chat noir, los de mi tiempo, se están haciendo cargo de arreglar todo y yo me estoy haciendo cargo de llevar a cada quien a su tiempo.- aclaró la mujer antes de mirar a  Marinette y sonreír.

Pasado y presenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora