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Marinette encontró a su versión pequeña, sentada y claramente deteniendo su llanto.

Con cuidado se acercó a ella y se sentó a su lado.

-¿Adrien... me odia?- preguntó la pequeña.

La chica la miró con sorpresa y negó.

Adrien parecía ser incapaz de odiar a alguien.

-¡Claro que no! Adrien te quiere mucho, quizás aveces parece no demostrarlo ya que... estuvo casi toda su vida aislado de otras personas y le es difícil expresarse de manera apropiada.- respondió Marinette.

La niña la miró fijamente por unos segundos y pronto volvió su mirada al frente.

-Eres yo de gan... grande, ¿verdad?- preguntó.

La azabache se espanto al oír éso y negó con sus brazos y cabeza de manera nerviosa.

-¡No, claro que no! ¡¿Qué clase de ocurrencia es ésa?!
Viejar en el tiempo es imposible.- mintió con muchos nervios.

En su cabeza sólo pasaba la imagen de Alix adulta con una chancla en manos sí descubre que le dijo la verdad a alguien.

Mini Marinette dio un suspiro profundo y miró a su versión adolescente.

-Le pregunté al señor secuestrador y al señor vampiro la fecha.- exclamó la pequeña.

Marinette se estremeció al oír éso, ya sabiendo que recibiría la visita de la chancla por parte de Alix.

-Verás... es peligroso que sepas algo del futuro, así que no le digas a nadie.- dijo la chica, resignada.

Se conocía lo suficientemente bien como para saber que sí tiene curiosidad en algo, nada la detendría ni siquiera cuando era niña.

-¿Qué es el señor secuestrador conmigo?- preguntó la pequeña.

Marinette la miró con algo de confusión.

No sabía como responder exactamente a éso.

-Bueno... Adrien y yo somos amigos pero estamos en un extraño juego donde esperamos a que el otro admita primero sus sentimientos.
Definitivamente no seré yo quien pierda.- aclaró la ojiazul con orgullo.

La niña levantó una ceja con confusión, mucha confusión.

-¿En verdad voy a ser tan rara?- preguntó mini Marinette.

La adolescente dio un suspiro profundo y se puso de pie antes de alzar a su versión mas joven.

No le daba gran importancia ya que era ella misma pero se veía mas adorable que hasta mini Adrien.

-No te critiques, niña.
Vamos, mini Adrien debe estar haciendo enojar a Adrien.

Conociendo a ésos dos, no se iba a sorprender que se estén tirando del cabello mientras discuten.

-¿En verdad crees qué Adrien no me odia?- preguntó la pequeña.

-¿Por qué crees éso?- preguntó la chica.

No entendía por que su versión de niña creía éso.

Puede que le falte un tornillo desde que tiene memoria pero no se pondría celosa de ella misma.

-Por que me dijo que íbamos a jugar a las escondidas pero no me busco.- respondió la niña ganando la mirada confundida de su versión adolescente.

-¿Qué? Pero sí Adrien estaba hablando conmigo, nunca te dijo éso.- exclamó la ojiazul.

No podía creer que ella misma se estaba mintiendo.

Pasado y presenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora