Atlántico

Capítulo 06

Secuela de 'El sol también brilla por la noche', precuela de 'Continuar'.

Se suponía que eran enemigos. Sin embargo, el destino comenzaba a cambiar poco a poco.

Entonces, ¿qué había sucedido entre Kuroro y Kurapika antes de que estuvieran donde estaban ahora en 'Continuar'?

Esta es la historia de Bonbonpich, esto es sólo una traducción:
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Capítulo 6: A dónde vamos

Después de sus desayunos rápidos y una dosis de cafeína muy necesaria, llegaron a la fábrica desierta donde las Arañas le hicieron saber a Kuroro que estarían esperando.

El resto del Ryodan estaba en NGL, tratando con los invasores. Por lo tanto, aquí en el destartalado edificio se encontraban solo unos pocos miembros: Nobunaga, Machi, Franklin y Coltopi. Se dispersaron por el pasillo bien iluminado con una buena cantidad de luz desde la ventana. Franklin y Coltopi ocupan diferentes tipos de cajas de carga. Nobunaga y Machi de pie contra la pared. Los dos últimos se movieron hacia la puerta cuando Kuroro entró.

Kuroro podría decir que las características de Kurapika se relajaron con solo cuatro miembros de Spider en la actualidad. Se había guardado para sí mismo que el sentimiento era mutuo. Ningún Feitan y Phinx aquí tomaron la mitad de la carga de las circunstancias, habría mucho menos disputa por su preocupación.

Como era de esperar, todos sus camaradas tenían una expresión de sorpresa en sus caras, a excepción de Machi, cuya cara se volvió rápidamente inexpresiva después de dos segundos de una mirada atónita. Se les informó de la noticia, pero nada comparado con el verdadero Kuruta, bien y vivo, junto a su propio Danchou. Y, por supuesto, el único individuo que se volcó no fue otro que Nobunaga.

—¿Por qué sigue parado allí?— Al menos, el hombre no estaba gritando, pero su voz se tensó con implicaciones peligrosas.

Una sensación de déjà vu llenó todo el Ryodan e incluso Kurapika, recordándoles la primera vez.

Kuroro lo había traído entre ellos. Excepto esta vez, fue con una intención diferente. Los factores y variables fueron alterados.

En cualquier caso, todos tenían sus propias preguntas; Fue Nobunaga quien tuvo la boca más grande para expresarlo. La mayoría de ellos sabían que esto se estaba desarrollando entre su Danchou y el niño. Podrían admitir que Kurapika era un individuo notable. Pero aún así ... ¿de verdad?

Mientras Nobunaga se acercaba, muy probablemente a su Danchou más que al objeto de su propio resentimiento, Kuroro extendió su mano hacia el niño, dejando al rubio detrás de él, un evidente gesto de protección.

Para sorpresa de todos, eso hizo que Nobunaga se detuviera en seco. El espadachín miró en estado de shock, su postura rígida.

A través de una conversación telefónica, le habían dado una orden de restricción directa para comportarse. Pero ya era hora de que su Danchou le diera una buena razón de por qué Kurapika todavía estaba de pie allí. Oscureciendo la cara, llamó, —Danchou—. Su voz goteaba con implicación peligrosa.

Kuroro asintió en respuesta. No solo a Nobunaga, sino a todo el Ryodan a quien le debía una respuesta.

—Todavía estoy atado por el Nen de Kurapika,— comenzó Kuroro. Realmente no había pensado qué decir para convencerlos. Durante todo su tiempo como la cabeza de la araña, no había sido uno para mentirle a sus brazos y piernas. Tratarlos como propios era una de las razones por las que sus lazos eran más fuertes que la familia. Se podía confiar en todos sus motivos y pensamientos. Sin embargo, por primera vez desde que se establecieron las Arañas, estaba parado en terreno incierto.