Dangerous; eunlu

Dos.

Si todo cae, habrás sido mi error favorito.

Durante las siguientes semanas, las chicas pasaron más y más tiempo juntas. Por supuesto, se debía a su proyecto, pero a veces simplemente deseaban la presencia de la otra.

Como la mayoría de los demás, Luda se sorprendió de que las dos se hubieran llevado tan bien. Si bien antes había pensado en Eunseo como una típica niña mala con problemas de actitud y compromiso, descubrió que había muchísimo más sobre ella. Luda noto las pequeñas cosas.

Como siempre se pasaba la mano por el cabello cuando estaba confundida.

O como era cariñosa, muy cariñosa.

Al contrario de su imagen oscura y dura, la chica era una persona suave. Luda había notado que la chica más alta prefería mostrar su afecto físicamente.

Constantemente la abrazaba y colgaba su mano sobre su hombro. A Luda realmente no le importaba, era uno de los muchos encantos de Eunseo, pero podía decir que los demás también se estaban dando cuenta.

No muy diferente a Luda, Eunseo había sentido una chispa.

Ella siempre había pensado en Luda como una persona popular y aburrida. Ella era la estudiante modelo, linda, presidente de la clase y con muchas posibilidades en su futuro.

Entonces ¿Por qué la hacía sentir así?

Acostadas una al lado de la otra, la pareja se encontraba mirando las estrellas, fascinadas von los variados patrones.

Es estos días, Luda estaba estaba pasando mucho tiempo con Eunseo y comenzó a ser consciente de lo que pensaban sus amigos, especialmente Bona.

Para la persona promedio, Eunseo era una problemática indiferente, pero para ella, Eunseo era más que eso. Luda admitió que había juzgado mal a la chica más alta, pero ahora que la conocía mejor, estaba encantada y perpleja con ella.

No sabía por qué, pero se sentía atraída por ella. Simplemente había algo diferente en ella.

Algo que cortaba con su vida normal y ordenada.

_ ¿Nunca te importa lo que la gente piense de ti? _ Preguntó Luda de la nada.

_ No... Realmente no _ Respondió Eunseo sin lugar a dudas _ Yo soy quien soy y si a la gente no le gusta, es su problema.

Desearía ser como tú. Quizo decir Luda.

_ ¿Por qué?

_ Oh, nada, es solo... siento que a veces las personas en mi vida esperan que sea perfecta y nada más que perfecta.

_ A pesar de que te acercas bastante, no existe la perfección. Si no pueden amarte como eres, entonces no deberían importar.

Luda permaneció en silencio unos momentos, pensando en su propia vida.

_ ¿Es por tus amigos? ¿No les gusta que salgas conmigo? _ Preguntó Eunseo, mientras volvia su cabeza para mirar a la chica.

_ En realidad no, no me han dicho nada aún, pero puedo sentir que lo harán pronto. De todas formas, es mi vida.

_ Creo que probablemente te van a decir que es un error.

_ Bueno, entonces serás mi error favorito.

Cuando Luda confesó esto, espero la respuesta de Eunseo, pero la morocha permaneció en silencio. Sintiéndose incómoda, estuvo a punto de cambiar de tema, cuando Eunseo se dio la vuelta y se cernió ligeramente sobre ella. Los latidos del cora de Luda se aceleraron cuando los ojos de la más alta se posaron sobre sus labios.

Lentamente, Eunseo se inclinó más y más cerca, hasta que sus labios tocaron a los de la chica debajo de ella.

Sorprendida, el cuerpo de Luda se congeló, mientras escuchaba a su corazón latir, sin saber que hacer o cómo reaccionar. Cuando estaba a punto de empujar a la contraria, sintió los dedos de Eunseo recorrer su cuello, mientras le moriría suavemente el labio. En ese segundo, se dio cuenta.

A ella le encantó.

Era algo diferente, pero por alguna razón le había encantado.

La sensación de los dedos de Eunseo en su cuello y la aspereza de sus guantes sin dedos rozando su cintura. Todo esto hizo que un hormigueo apareciera por la columna de Luda.

Y tan sorprendentemente, incluso para si misma, Luda le devolvió el beso.

Por primera vez, Luda hizo algo que le gusto.

Algo diferente a lo común.

Algo lejos de la perfección.

Algo peligroso.