Capitulo 18

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Si había algo que odiaba eran estos bailes en los que gente de todos los reinos vecinos venían. Mis padres organizaban estas fiestas con la idea de que yo encontrara a alguna princesa con la que pudiera casarme. Ellos sabían de Elsa y si fuera de la realeza la aceptarían al instante, mis padres la querían porque sabían que era una buena chica pero el qué pensarían los demás reinos los preocupaba demasiado. Y por esa razón no me permitían estar con ella en público, y yo les hacía caso porque no quería causarles problemas, ya bastantes tenían con mi hermano mayor –por solo unos minutos–, Zachary.

Él siempre, desde que éramos chicos, hacia todo lo que no estaba permitido y le divertía molestar a la gente que trabajaba. Si no fuera príncipe, probablemente ya estaría encarcelado pero mis padres creen que a medida que crezca él cambiara. No entiendo por qué actúa así, no le han faltado modelos positivos.

La música ya había comenzado, y se suponía que debía sacar a bailar a alguna de las princesas pero la verdad es que no tenía ganas de hacerlo. Todas habían sido educadas de tal manera que hacía que no me agradara su compañía. Pero ese no era el caso de Margaret, nuestros padres desde que nosotros éramos pequeños nos han enseñado a defendernos nosotros mismos y a valorar la vida de los demás. Mi hermana ha recibido la misma educación que Zachary y yo, por eso ella será una gran mujer en algún momento, y de hecho teniendo ahora tan solo 14 años ya es una gran mujer.

En fin, disfruto la compañía de muy pocas personas, y entre ellas esta Elsa. Pero mis padres no le han permitido servir la comida en esta fiesta, no quieren que ella sea una “distracción” para mí. Y ahora estoy aquí solo, observando a las personas bailar el vals y notando como algunas pocas princesas se me quedan mirando, la mayoría se fija en Zachary ya que él es el heredero al trono y por lo tanto un mejor partido, aparentemente. Además de que las jóvenes creen que él es más atractivo por el hecho de que sea un “rebelde”. Esto es aburridísimo…

            – ¡Jack! –me sobresalte ante el grito de mi hermana, que se acercaba a mi corriendo. Por lo cual las damiselas que se encontraban en la sala la miraron mal, correr no era algo propio en una princesa… que tontería – ¿No vas a bailar con nadie?

            –Margaret, ya sabes que el bailar con estas mujeres no es algo de mi agrado. Todas son superficiales, y también, bien sabes que solo quiero bailar con una persona.

            – ¡No me llames Margaret! Al igual que yo sé eso, tú sabes que detesto que me llames de esa manera.

            –Pero es tu nombre –le dije sonriendo y de manera burlona– ¿Cómo esperas que te llame?

            –Meg.

            –Sabes que tendrás que acostumbrarte de una vez por todas a que te llamen Margaret. Siempre te nombraran de esa manera, ya que llamar a alguien por su nombre completo, y no por una abreviatura del nombre que sus padres le pusieron es…

            –…una manera de mostrar respeto –dijo interrumpiéndome, y terminando mi frase– lo sé, lo sé, pero mientras sea menor de edad y no tengan por qué mostrarme “respeto”, quiero ser llamada Meg… de todos modos no venía a que me dieras una lección de vida. Hermanito, si no bailas con nadie papá y mamá se enojarán.

            –Ya lo sé –suspire– pero es que no hay nadie interesante con quien pueda pasar el rato…

            – ¿Y qué dices de la chica de allá? –Meg estiro su brazo señalando en dirección a las escaleras.

            –Sinceramente dudo que… –Y entonces la vi, ella miraba a todos con timidez. Estaba… ella se veía sin lugar a dudas hermosa con ese vestido celeste. Su cabello, trenzado, estaba decorado con flores de cristal. Me quede completamente congelado…

            –Ve con ella hermanito…

Baje mi mirada hacia mi hermana, ella me miraba a mí con una sonrisa picara. Me reí, si mis padres se enteraran de esto… Camine hacia Elsa, ella todavía no me veía por lo que aproveche para quedarme a sus espaldas y así sorprenderla. Volví mi mirada hacia donde se suponía que estaba mi hermana, pero ya no se encontraba allí. La busque con la vista y la encontré hablando con los músicos, ni bien termino de hablarles, un nuevo vals comenzó a ser tocado por estos. Ella se volteo y al verme me guiño el ojo, cómplice y yo sin pensarlo dos veces me acerque a Elsa que me daba la espalda.

            – ¿Me concede este baile?

Elsa se volteo con nerviosismo, pero al verme se relajo notablemente. Ella, al parecer comprender lo que le había pedido, se sonrojo dándole un hermoso tono rosáceo a sus mejillas y asintió con la cabeza. Tomándola de la mano, la guie al centro de la pista de baile. Tome su mano derecha con la mía y con la otra sujete su cintura, acercándola un poco más a mí. Ella coloco la mano que tenia suelta en mi hombro y al llegar el momento, comenzamos a bailar.

            –Te ves bellísima, Elsa. ¿Dónde conseguiste ese vestido?

            –Gracias, tu hermana me lo regalo. Ella insistía en que tenía que venir, y para que los demás no notaran que no pertenezco aquí me ayudo a arreglarme. Todo esto fue su idea.

            –Recuérdame que le agradezca a Meg, estaba muriendo de aburrimiento hasta que te vi.

            –Y yo estaba realmente preocupada, pensando en cuantas chicas estarían detrás de ti… y si te habrías fijado en alguna… –ella bajo la vista, triste.

            –Elsa, mírame –pareció indecisa al principio, pero al final levanto la mirada– sabes muy bien lo que siento por ti. Pero si hace falta lo repetiré, te amo, más que a mi propia vida inclusive. Y nadie, ninguna de estas mujeres, podría ser capaz de reemplazarte. Eres inigualable, y si, puede que solo tenga 17 años pero puedo asegurarte que no amare a nadie más como te amo a ti. Además, eres la única que puede entender lo de los poderes ya que tú también los posees.

No estaba seguro de si la música había terminado o no, o si las demás personas estaban aquí o si ya había terminado la fiesta. Lo único que podía ver era a Elsa, estábamos solo nosotros dos dentro de una burbuja en la que lo exterior no se filtraba en lo absoluto. Ambos nos acercamos, estaba por besarla cuando alguien empujo a Elsa por detrás y casi se cae, si no fuera porque la agarre justo a tiempo…

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Bueno, primero que nada quiero desearle feliz cumpleaños a una de mis mejores amigas. Ella está leyendo esta novela y bueno, como "regalo" voy a subir capítulos todos los días desde hoy hasta el Domingo. Así que nada, feliz cumpleaños Sol :3

Y segundo, por favor ignoren el hecho de que el color de pelo de ellos en la imagen no corresponde al color de pelo de la historia. Pero es algo complicado encontrar imágenes que concuerden con exactitud a lo que escribo.

Let Her GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora