El Libro Que Contaba Historias

La historia de la Bruja

EL LIBRO QUE CONTABA HISTORIAS

Autora: Clumsykitty

Fandom: Marvel/AU

Parejas: Stony

Derechos: a respirar todavía es gratis

Advertencias: una historia grotesca con elementos de suspenso y algo de horror para estas fechas tenebrosas. Inspirado en "Historias de miedo para contar en la oscuridad" y "Warlock". Sufrimiento mil, como es costumbre.

Gracias por leerme.

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VI. La historia de la bruja.

"Si quieres llegar a algo como bruja, tienes que aprender tres cosas: qué es real, qué no lo es y cuál es la diferencia..." Terry Pratchett.

1972 al momento actual.

Cuando Wanda nació, su padre Erik supo que ella sería especial. Tenía una intuición que no era del todo normal para una pequeña bebé, así que decidió estimular esa habilidad de su hija haciéndola cómplice de sus exploraciones en cuanto tuvo edad para ir con su padre a recorrer el mundo hasta que llegó la edad de casarse y lo hizo con un hombre que era de las mismas ideas que su padre, desafortunadamente una enfermedad se lo arrebató igual que a su progenitor. Wanda se quedó sola en el mundo para cuando era una mujer hecha y derecha, con nada que acompañarle más que los libros y tesoros que había recolectado en sus viajes o que Erik le heredó sabiendo que ella daría un buen uso de ellos. Dejó Berlín, su hogar natal para ir a una morada donde se quedaría al fin, en Nueva York cuando apenas estaba convirtiéndose en la ciudad que no duerme.

Sin embargo, para el mundo Wanda no era sino una cosa extraña que no tenía cabida en las reuniones de té, en las fiestas familiares o digna de posar para las fotografías de la sección de sociales en los periódicos. Una mujer con dinero, sola y hablando de cosas extrañas que vivían alrededor de la gente pronto se encontró aislada, repudiada. Los pocos caballeros que trataron de cortejarla dimitieron una vez que estuvieron en contacto con sus tesoros, en particular un libro que había sido obsequio de su padre, de pastas gruesas negras de piel, con las orillas decoradas con pintura carmesí igual que los cabellos de Wanda, una hermosa cascada escarlata que dejaba libre sobre su espalda. En Europa comenzó su reputación como bruja, cuando viajó a la ciudad paterna de Berlín y un oficial nazi la invitó a cenar en un evento privado del Partido Nacional Socialista de Alemania.

Y es que desde que Wanda pudiera tener en sus manos el libro, de hojas en blanco, le dio por pensar que no era un simple libro de esos antiguos que las chicas ricas pudieran llenar con sus aventuras llenas de banalidades para cubrir sus vacíos. Estaba vivo para ella, y como algo vivo siempre lo trataba, limpiándolo diariamente o soplando entre sus hojas para evitar que se pegaran. Siempre estuvo con ella cuando su esposo murió, cuando sus padres murieron. Así que cuando fue a la fiesta del partido nazi, llevó su libro con ella en una intuición sobrenatural de que harían grandes cosas en aquel lugar. Una vez que el alcohol hizo a los invitados más temerarios, un oficial preguntó a Wanda sobre su libro haciendo la broma sobre si era un libro de hechicería, en cuyo caso deseaba ver cómo actuaba. La mujer aceptó, abriendo el libro en la mesa con un grupo nutrido de mirones alrededor.

—Cuéntanos una historia, cuéntala ahora —ordenó muy segura Wanda.

Al principio, nada sucedió y más de uno comenzó a reírse de ella, pero entonces, las páginas se movieron solas y unas letras en color sangre aparecieron como si una mano estuviera escribiéndola en alemán para que todos entendieran. Era una historia sobre valientes guerreros teutones que conquistaban toda Europa y se elevaban sobre los cuerpos caídos de sus enemigos. Si bien la escena fue escabrosa, los nazis lo tomaron como un buen augurio, hasta que vino la predicción de la muerte de cada uno de los presentes, incluyendo las esposas, amantes, hijas e hijos de los oficiales. Todos empezaron a gritar, alejándose de la mesa donde Wanda estaba tranquila observándoles palidecer. Ella cerró tranquilamente su libro, susurrando contra sus hojas.