Luego de haber terminado el primer día del campamento, los chicos de Aoba Johsai esperaban que su capitán dijera algunas palabras de aliento, qué debían mejorar, cualquier cosa les sería suficiente, pero no, el castaño no dijo ni una sola palabra, simplemente se fue.
Por si se lo preguntan, sí, Aoba Johsai no pudo ganar ni un solo partido, Iwaizumi y Oikawa no podían concentrarse y eso hacía que todo el equipo se desestabilice.
Al castaño no le gustaba nada perder y menos saber que era por su culpa, le parecía estúpido no poder coordinar en el juego por algo externo, era poco profesional para él, y el tema Iwaizumi no lo tranquilizaba en lo más mínimo, lo único que tenía claro era que, desde el incidente, ambos comenzaron a evitarse.
Para Iwaizumi la situación no era muy distinta, estaba muy enojado por haber perdido todos los partidos, por no ser capaz de concentrarse, pero lo que más le molestaba era que el motivo de eso era ni más ni menos que su compañero. Había notado que Oikawa estaba teniendo una actitud rara desde la mañana, luego de aquel incidente, él no era ninguna excepción, pero a diferencia de su amigo, si quería arreglar las cosas o por lo menos hablar.
Iwaizumi no sabía qué hacer, estaba preocupado y angustiado por su amistad con el castaño, conocía demasiado bien a Oikawa como para saber que cualquier cosa lo podía confundir o hacerlo cambiar de rumbo y tenía miedo de que eso pasara con su amistad, no quería perderlo por un simple rose, así que se decidió en ir a buscarlo.
Oikawa se encontraba sentado en uno de los bancos del campus, tratando de olvidarse de todo lo que había pasado ese día, trataba de pensar en cosas lindas y buenos momentos mientras abrazaba un peluche que había traído consigo para hacerle compañía. Es verdad, Oikawa no puede dormir ni pasar por momentos difíciles sin abrazar algo y también es cierto que el peluche era un regalo de cumpleaños de su querido amigo Iwaizumi.
"Mierda, ¿Por qué me tienes que gustar tanto así?" el castaño ya no podía más, no sabía ni cuándo ni cómo había empezado a gustar de su mejor amigo, pero estaba claro que estaba asustado después de lo que pasó en la mañana, tenía miedo de que su amigo reaccionara de la misma forma cuando se confesara y que su amistad terminaría. Cansado de esos pensamientos, Oikawa se dignó a levantarse con su peluche en mano para ir a los dormitorios, no había sido un buen día y quería descansar.
Parecía tonto al no haber visto ni escuchado que alguien venía detrás suyo, estaba tan hundido en su propia burbuja que no fue hasta que aquella persona lo paró y le obligó a darse la vuelta, que reaccionó.
_ suéltame. _ sentenció el castaño al ver quien era la persona causante de romper su burbuja.
Podría haber sido en cualquier momento que no hubiera reaccionado así, pero ahora se sentía roto, cargaba con demasiadas cosas, quería estar solo, no con la persona que ocupaba sus pensamientos.
_ ¡VAMOS OIKAWA, NO ERES MÁS UN NIÑO! _ gritó Iwaizumi enojado, ya se había cansado de que el castaño lo quiera seguir evitando. _ ¿ACASO ME VAS A SEGUIR EVITANDO Y TERMINAR CON NUESTRA AMISTAD POR UNA ESTUPIDEZ? _ el pelinegro estaba tan enojado que no había medido la magnitud de sus palabras, aunque sabía que Oikawa lloraba por todo, el tema de su relación era algo intocable para él e Iwaizumi era consciente de eso y lo fue aún más cuando vio que el castaño estaba llorando.
"Iwa-chan si tan solo no hubieras dicho esas palabras" se decía a sí mismo el castaño, tratando de no llorar más de lo que lo estaba haciendo, pero como se imaginan, eso no funcionó.
El pelinegro seguía parado frente de él, un poco culpable por hacerlo llorar, pero quería su respuesta y no se rendiría tan fácilmente, estaba acostumbrado a ver a su amigo llorar.
_ ¿vas a contestarme o te quedaras llorando hasta que me vaya y te deje solo? _ la única forma de hacer que Oikawa hablara en una situación como esta era llevándolo al extremo, donde solo le quedaran dos opciones. Obviamente que a Iwaizumi no le gustaba mucho tener que hacer eso, sabía lo que aquello causaba en su amigo, pero tenía que ser firme, aunque en su cara se podía notar que estaba ansioso.
_ ... _ por parte de Oikawa no hubo respuesta, simplemente no podía decirlo, aunque le cueste su amistad más valiosa, no se atrevía.
_ ¿¡EN SERIO QUIERES TERMINAR ASÍ?! REALMENTE ERES UN IDIOTA _ el pelinegro ya estaba completamente fuera de sí, si esa iba a ser la respuesta de su ahora examigo, bien, que se joda. _ VAMOS, DI ALGO. NO TE QUEDES AHÍ LLORANDO COMO UN IDIOTA _ la impotencia del pelinegro se podía notar a kilómetros, no podía hacer nada y eso lo tenía demasiado claro.
_ ¡ya cállate! _ sentenció el castaño quien estaba empezando a llorar aún más. _ LO ÚNICO QUE HACES ES GRITARME TODO EL DÍA _*sollozos* _ ¿NO PUEDES PARAR? ¿AUNQUE SEA POR UN MOMENTO? _ dijo Oikawa, aunque Iwaizumi tuviera razón en todo lo que decía, no se merecía ser tratado de esa forma, era humano después de todo y uno bastante frágil.
_ Por fin se te dio por hablar _ dijo con una risa sarcástica. _ bien, pero tienes que darme una respuesta. _ el pelinegro no se pensaba ir sin su maldita respuesta, la necesitaba tan fuertemente que no podía pensar en otra cosa.
_ no entiendes nada _ dijo Oikawa desviando la mirada de él.
_ ¡justamente por eso te estoy preguntando imbécil! _ Iwaizumi ya no tenía más paciencia, se la había agotado.
_ DEJA DE INSULTARME, POR FAVOR _ el castaño estaba cansado, herido, si Iwaizumi tanto quería su respuesta bien, se la daría. _ sabes que, me rindo, te lo diré _ dijo sin más ganas de discutir.
_ por fin _ exclamó el pelinegro.
_ me gustas _ luego de eso, Iwaizumi quedó en silencio, no emitió ninguna palabra ni sonido.
Oikawa para ese entonces había dejado de llorar, solo se le caían algunas lágrimas, pero no tanto como minutos antes.
_ lo siento Iwa-chan por decir algo que no te agrade _ sollozaba un poco mientras se limpiaba las lágrimas, tratando de calmarse. _ siempre recordaré los buenos momentos que tuvimos juntos, las veces que me ayudaste... gracias por todo y perdón por... _ fue interrumpido.
_ para de hablar, no sigas _ dijo Iwaizumi acercándose a él para secarle las pocas lágrimas que le quedaban.
El pelinegro estaba tratando con cariño a Oikawa, acariciaba suavemente sus cachetes y en un acto impulsivo besó su frente y le dio un fuerte abrazo.
Oikawa estaba totalmente perdido, definitivamente esto no era lo que se esperaba. Él sabía perfectamente que esa era la forma en la que el pelinegro demostraba sus sentimientos. El castaño podía sentir lo fuerte que latía su corazón, tanto que parecía que iba a morir en cualquier momento, estaba muy feliz.
_ también me gustas _ dijo Iwaizumi sin dejar de abrazarlo, algo que hizo que el castaño lo abrazara más fuerte, como si no se quisiera separar nunca de él, pero el pelinegro corto el abrazo, dejando a un Oikawa confundido por unos segundos hasta que lo besó, lo que dejó al castaño por las nubes.
Era un beso tranquilo que expresaba las emociones que tenía por el otro, estaban en su propio mundo, ya no había malentendidos y se prometieron mutuamente que si en el futuro llegaba a pasar algo o hubiese algún otro malentendido, tratarían de resolverlo como una buena pareja que se respeta.
- corregido -
ESTÁS LEYENDO
COMPAÑEROS Y AMIGOS
Teen FictionKuroo no se podía sacar a Tsukishima de su cabeza, era como un maldito parásito que no se iba, pero ese parásito le encantaba y no tenía pensado dejarlo ir. Bokuto, a diferencia de su amigo, estaba preocupado por Akaashi y su salud, tanto mental com...