RECONFORTANTE

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Bokuto había vuelto donde estaba Akaashi, no quería dejarlo solo por si se despertaba y él no estaba allí.

Al llegar vio que su amigo estaba sudando, por lo que en un impulso tomó su temperatura, y sí, estaba volando de fiebre. Bokuto empezó a remover toda la habitación en un fallido intento de buscar medicina.

Akaashi se había despertado al escuchar todo el ruido que el peligris estaba haciendo, intentó levantarse, pero el dolor intenso que tenía no lo dejó y lo único que pudo hacer fue buscar con la mirada de dónde provenía tanto ruido...

_ ¿Qué haces Bokuto? _ la voz del pelinegro sonaba muy áspera.

_ buscando medicina para la fiebre _ dijo sin prestarle mucha atención a su amigo.

_ ¿Para quién? _ dijo Akaashi completamente inadvertido que era él quien tenía fiebre.

_ para ti, ¿Para quién más va a ser sino? _ dijo Bokuto un poco exaltado al no encontrar las medicinas.

Akaashi por otra parte, cada vez sentía más y más su dolor de cabeza ¿Cómo era que hasta ahora lo había soportado?

_ están en mi bolso _ dijo a duras penas el pelinegro viendo como Bokuto no encontraba las pastillas.

_ al fin, aquí están _ exclamó el mayor y fue por la botella de agua que había buscado anteriormente. _ ten, tomate esto _

Akaashi hizo lo que su amigo le había dicho, mientras este fue a buscar un paño húmedo para bajar la temperatura de su amigo.

_ recuéstate _ le ordenó Bokuto. Akaashi sin ninguna queja se acostó y esperó a que su amigo colocara el paño frío en su cabeza. _ listo, ahora trata de dormir _

Akaashi había notado lo preocupado y ansioso que estaba su amigo, si simplemente no se hubiera enfermado Bokuto no estaría así, en serio que era una molestia para él, pensaba Akaashi.

_ bien, pero vete, ya hiciste demasiado. Ve con los chicos. _ dijo el pelinegro dándose la vuelta para quedar de espaldas a él.

_ de vuelta al mismo tema _ Bokuto suspiró y siguió hablando. _ me voy a quedar contigo te guste o no, así que para de decir que me vaya _ sentenció el peligris.

Akaashi había quedado sorprendido por la actitud de su amigo, pero a la vez estaba un poco feliz porque sabía que, aunque él se lo pidiera, Bokuto no dejaría su lado fácilmente.

_ está bien _ dijo Akaashi aun de espaldas.

Bokuto se acomodó al lado del pelinegro, esperando a que cayera dormido y mientras tanto, él iría cambiando el paño húmedo para poder bajarle la fiebre completamente.

Bokuto estaba muy exhausto por todo lo que habían hecho en el día, no había podido parar ni un rato siquiera y ahora que estaba cuidando de su amigo menos todavía. Sin darse cuenta, sus ojos le empezaron a fallar, tenía sueño y se estaba durmiendo apoyado contra la pared aunque sea lo más incómodo del mundo.

Akaashi se percató de esto cuando el peligris dejó de acomodar el paño en su frente, se dio la vuelta quedando frente a Bokuto, la verdad era que apreciaba el afecto y cariño que este le tenía, nunca había tenido a nadie que lo cuidara así, aunque Bokuto no tenga casi la mínima idea de cómo cuidar a una persona, el simple hecho de que lo intentara era tierno y reconfortante.

_ Bokuto _ lo llamó para que este se despertara.

_ ¿Qué pasa? _ dijo el peligris un poco dormido.

_ ven aquí _ dijo Akaashi señalando su propia cama.

_ no, no, tienes que descansar bien _ dijo Bokuto negando con su cabeza.

COMPAÑEROS Y AMIGOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora