One-shots/Drabbles sin conexión entre sí para la Sladin week. Disfruten
Día 1: Atrapados en el acto | Collares.
Día 2: Prisioneros/cárcel compartida| Almas gemelas.
Día 3: "Todo tiene un precio." | Young Justice.
Día 4: Buen Slade | Esposas.
Día 5:...
Resumen: "—Dije, que no puedo caminar— Robin eleva la voz en la última frase"
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—Mierda...— Esa fue la primera palabra que logró articular, al despertar de la inconsciencia.
Débil y tembloroso dirige una mano a su cara, para ver si su antifaz esta bien colocado. Una vez comprobado hace una pequeña inspección de su estado, le quitaron su cinturón, el traje se encuentra rasgado en ciertas áreas (sobre todo en pecho y muslos), tiene ligeras puntadas en el lado izquierdo del tórax; indicando mínimo una o dos costillas rotas, labio inferior sangrante, varias heridas y rasguños superficiales y un ligero dolor de cabeza, posiblemente ocasionado por un fuerte golpe o patada.
No siente las piernas. Angustiado, intenta levantarse, pero termina en una estrepitosa caída.
Sus ojos vagan por la pequeña y fría habitación. El lugar esta descuidado, el moho cubre la superficie de las paredes, paredes las cuales parecieran que están apunto de derrumbarse por sí solas. El olor a humedad es mareante y el techo gotea en un patrón desigual.
La única esperanza de una posible salida (que no lo termine aplastando) es una gran puerta de metal oxidado justo al frente de él. Robin la analiza, cerradura de sobreponer, muy antigua y con un grave error, no tiene anti bumping. El chico frunce el ceño. Quienes lo capturaron tienen que ser muy ingenuos para pensar que eso podría detenerlo. Con una mueca tallada en su rostro piensa lo idiota que fue por haberse dejado raptar por alguien tan incapaz.
Unos firmes pasos se escucharon desde afuera. Robin maldijo, a juzgar por el sonido producido por las pisadas puede deducir que aquella gente esta cubierta por alguna especie de protección metálica. Y en definitiva, no se encuentra en condiciones para pelear. Lo más lógico ahora es fingir estar inconsciente.
Finalmente se oye como una llave entra y abre la cerradura de la puerta.
—Rápido, déjalo allí— Dos hombres robustos acotaron la clara orden y lanzaron, sin ningún cuidado otro cuerpo en el calabozo, cerrando de un fuerte portazo la puerta.
Robin espero unos minutos para poder moverse de nuevo. Se arrastró por el sucio suelo del lugar, yendo ha verificar el estado de la otra persona. Colocó dos dedos con delicadeza sobre el cuello del otro hombre. Suspira de alivio, aún esta vivo.
El sujeto poseía un parche negro en el ojo derecho. Eso es... peculiar, pensó Robin. Además es obviamente mayor que él, su barba y cabello blanco así lo confirmaban. No obstante su rasgos faciales no se ven como los de un anciano, tal vez tenga la misma edad que Bruce. También comparten una musculatura y porte similar; o es lo que supone al examinar la figura del otro.
La boca de Robin se abre en sorpresa y su pupila se contrae. Mirando más a detalle, pudo reconocer una armadura bastante característica, incluso al estar un poco destrozada y desaliñada. El chico aparta sus manos, como si aquel individuo le quemara la piel.
