One-shots/Drabbles sin conexión entre sí para la Sladin week. Disfruten
Día 1: Atrapados en el acto | Collares.
Día 2: Prisioneros/cárcel compartida| Almas gemelas.
Día 3: "Todo tiene un precio." | Young Justice.
Día 4: Buen Slade | Esposas.
Día 5:...
Resumen: "Robin observa a su equipo, sus rostros atónitos, su respiración áspera, sus ojos, los cuales ocultan tantas emociones y pensamientos que es difícil definir uno dominante."
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Los cansados y débiles ojos de Robin no paraban de mirar los trozos mal cortados de diarios y papeles encima de su desordenado escritorio.
Tenía ambas manos apoyadas en el borde de mesa de madera, con su adolorida espalda encorvada y agitando su pie izquierdo constantemente en frustración.
La casi nula luz en la habitación tampoco ayuda mucho a su estado actual de agotamiento.
Dick suspira. Ha pasado la mitad de la semana en reorganizar todos los archivos de los villanos en Jump City, al igual que en cada mes. Siempre hay información nueva, tácticas nuevas, nuevos villanos o nuevas estrategias para vencer más fácil a los criminales.
Robin mira la pared, aún le falta unos cuantos archivos por revisar, pero, está demasiado exhausto como para continuar. Quizás debería salir y descansar un rato con sus amigos.
Tal vez así también se distraiga de las palabras de Slade, aquellas que no lo dejaron dormir.
Ya decidido, abre la puerta y entrecierra los ojos ante el repentino cambio de luz, parpadea ligeramente y sigue su camino a la sala principal.
Robin observa a sus compañeros de equipo en el lugar, Raven mediata frente a la ventana en compañía de Starfire, mientras los muchachos se encontraban sentados viendo televisión.
Dispuesto a no molestar a las chicas. Se va determinado al amplio sofá negro.
Robin apoya sus brazos cruzados detrás de su cabeza y pone los pies sobre la mesa —¿Y, que estamos viendo?
Cyborg observa de reojo al verdoso chico y bufa audible —¡El estúpido programa de Bestia! — Grita prácticamente en el oído del nombrado.
—¡¿Cómo puedes decir que Monos ninja es estúpido?!— Chico Bestia jadea incrédulo y coloca una mano sobre su pecho indignado, como si fuera la peor blasfemia nunca antes dicha.
El mayor decidió ignorar la pregunta —¡Yo debería tener el control! ¡Era mi turno! — Dijo parándose de su lugar. Robin sabe que toda la situación se intensificará, pero, honestamente, está hecho polvo. No está preparado para tomar acción y detener el inminente caos.
Chico Bestia imitó la acción del contrario, enfrentando —¡Yo llegue primero, aceptalo!
Cyborg levantó con demasiada facilidad al más pequeño y le arrebató el control remoto de la manos, dejando caer al joven de piel verde sobre su trasero.
