Recuerdos [UcraMex]

Capítulo 8. Padres primerizos.

-¿Por qué dejas que se te acerque tanto?-

-No empieces-

-¡Pero está coqueteando contigo!-

-Ucrania...-

-Mex...-

Pequeños gemidos se hicieron escuchar pero no, no eran ellos, era alguien más...

Detrás del latinoamericano apareció un pequeño y adorable niño con pecas que tenía una corona de hermosas flores en su cabeza y que... parecía querer llorar.

-d-diculpe ¿p-puedo dolmil con ute?-

-Claro que si cariño- le sonrió.

-¡Ja! A él lo llamas bonito pero a mí no.- reprochó el más alto.

-¡Es sólo un niño, por favor!-

El pobre niño temblaba de miedo, estaba viendo en primera fila como los dos adultos frente a él se peleaban y no tenía ni la menor idea del por qué, solo quería regresar a casa con su madre.

Ah...que bonito es el amor ¿cierto?

El pequeño se llama "Atlixco" y es hijo de su hija Puebla, en pocas palabras...es su nieto. Hace un par de horas atrás recibió una llamada de su hija pidiéndole de favor si podía cuidar de su angelito ya que su estado estaba en crisis por la enfermedad de la tifoidea y el único que seguía saludable era su angelito Atlixco.

Puebla no quería que Atlixco se contagiara de la tifoidea, aún era muy débil y pequeño como para poder soportar una enfermedad que te debilita bien gacho y que puede provocar la muerte.

México se negó, ¿por qué él? vamos, ya estaba algo grande como para tener que cuidar a niños, además, hacía mucho tiempo desde la última vez que cuidó uno.

-Por favor papá- pidió una vez más.

-Ugh... deberías decirle a alguno de tus hermanos-

-¿Estás seguro?- suspiró cansada- contacté a Veracruz, Hidalgo y Ciudad de México pero también están enfermos y mis hermanos del norte se fueron de pachanga.-

-¿Y el resto?- preguntó esperanzado.

-Papá.-

-¿Sí?-

- No creo que ELLOS puedan ayudarme, son pésimos cuidando niños y lo sabes-

México lo pensó por un momento.

Tenía razón pero algo no le cuadraba.

-¿Qué chingados te hace pensar que YO puedo cuidar a un chamaco?- osea, él era igualito a sus hijos, no podía cuidar ni a un simple pez, no encontraba la lógica en las palabras de su hija.

-Porque tú eres mi papá-

Esa respuesta no se la esperaba, sintió el formarse un nudo en su garganta y tenía ganas de llorar.

Estaba feliz de escuchar eso.

-¿Cuándo sería?-

.

.

.

[...]

Y así es como regresamos a la situación actual.

Ucrania le está haciendo una escena de celos por un niño... ¡un niño! y para el colmo no es con un niño cualquiera sino que es con su nieto Atlixco, por amor de dios ¿cómo puede llegar a pensar que..? ... ¡Ucrania está loco!