CAPITULO 13: NOCHE DE BODAS

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BELLA

La boda fue… un contrato, un simple y vano contrato que me unía al reino de Burgundia más no a ningún hombre.

Yo no sería mujer de Jasper ni de nadie más.

— ¿Bella?— llegó detrás de mí.

— ¿Qué quieres?— le grité.

— ¿Qué te sucede? ¿Por qué saliste así de la fiesta? ¿Por qué rompes los jarrones?— me miraba contrariado.

—No me pasa nada, hago lo que quiera en mi reino— le grité

—Está bien— levantó los brazos. —Vamos a dormir si es lo que deseas— sugirió

—Me voy a dormir pero en mi alcoba, disfruta la tuya— dije a punto de dejarlo sólo.

— ¿No compartiremos la cama?— me dijo algo molesto.

—No, creo que todo quedo sobre entendido en nuestra última entrevista— le dije

—Yo quiero herederos— me reclamó.

—Pues vete buscando otra esposa porque yo no pienso tener hijos tuyos— le sonreí, idiota engreído.

—Estamos casados, creí que eso quedaba sobrentendido en nuestro contrato.

—Nuestro contrato no dice nada de herederos, solo es un mero papel que te acredita a compartir conmigo las riquezas y apoyo de mi ejército— le recordé.

—Pero gané la justa, ahora soy tu marido, la mujer…le debe respeto y obediencia a su esposo— reclamó. Solté una carcajada envenenada.

—No sé que es más ridículo…tu supuesto triunfo o que pienses en que te voy a respetar y obedecer— me acerqué a hacerle frente.

—Ambos son legales. Te gané y eres mi mujer— casi gritó alzando una mano para tomar mis cabellos.

—Ni lo uno ni lo otro. Piensa bien lo que dices…— lo tomé de ambas muñecas y con fuerza le hice arrodillarse.

— ¿Bella?— me increpó.

— ¿Algún problema oh mi fuerte esposo?

—Suéltame, estoy algo bebido—se quejó, solté mi agarre y él se levantó asustado.

— ¿El hombre que sobrevivió a su desafío no puede sobrevivir a su noche de bodas? ¿O es que eres un farsante?— le reclamé con ironía.

—No me vas a llamar así, me debes respeto— dijo haciéndome girarme. Lo tomé de los hombros y lo tumbé en la cama boca abajo mientras hacía que sus brazos crujieran a su espalda. Con gusto los rompería pero mi amiga estaría triste mañana.

—Te contaré un secreto— inicie una conveniente mentira. –El cinturón que traigo puesto fue un regalo de los dioses, aquí se concentra mi fuerza, si logras quitármelo tendrás una esposa sumisa— lo solté. Se levantó con dificultad. Caminé por la habitación mientras él estaba dudando si intentar quitármelo o no. Dio un salto hasta tocarme. Tomé su débil brazo y lo lancé al piso sin poder evitar que me rompiera una de las mangas de mi vestido.

—Jamás, óyeme bien, jamás te atrevas a tocarme o no volverás a respirar—tomé una de las sábanas, lo até firmemente, sus manos quedaron inmovilizadas, miré dónde sería bueno colgarlo hasta que encontré una de las vigas de la imponente cama. Salté con el cuerpo de Jasper y lo aseguré bien. Quedó como una rama de muérdago, pendiendo de la cama.

—No puedes dejarme así… bájame— gritó.

—Eso es lo que recibirás cada noche que permanezcas aquí si vuelves a tocarme… — le dije y salí como alma que lleva la muerte.

VALKIRIA -Terminado-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora