Unas maestras inesperadas.

Un día en París.

Normal Pov

Y ahí estaban la una frente a la otra, sus rostros mirándose decían más que mil palabras. Ambas habían sido engañadas y atraídas a una cita arreglada, ambas estaban sumamente molestas por las acciones de sus amigas pero esto era algo que ya no podían evitar…

Un celular sonó interrumpiendo cualquier pensamiento neutro o negativo entre ellas. La llamada fue para ambas.

—Espero que tengan una buena razón para engañarnos así— hablo Kanan quien no podía con su enojo.

—Espero que valga la pena el haberme traído con Kanan— hablo Mari.

-Ustedes dos tendrán que dejar su orgullo de lado, así que junto con las chicas de µ's tuvimos que obligarlas a tener una cita que esperamos disfruten- dicho eso Kanan escucho la línea cortarse del otro lado.

«En serio me las pagarán» se quejó mentalmente Kanan.

Hubo un largo silencio antes de que alguna dijera algo, la primera en “ceder” fue Mari quien solo tomo del brazo a Kanan para ir al restaurante que You le había indicado.

—¿Qué haces?— pregunto Kanan.

—¿Qué no es obvio? Continuaré esta cita, sino ¿de que otra forma volveremos a Japón?

—Eres una chica millonaria creí que tendrías un as bajo la manga…

—Digamos que mi cuenta fue congelada por diversos motivos, ajajajaja…

—¿¡Ahora que hiciste Mari!?

—Sorry— se disculpó la rubia.

Kanan y Mari se dirigieron al restaurante que You le había dicho a Mari, al llegar lo primero que encontraron fue una mesa muy bien arreglada y que llevaba su nombre (el de ambas).

—Creo que esa es de nosotras.

—Supongo que si.

Mari pensaba como es que habían logrado reservar dicha mesa y de paso el restaurante pues no había ninguna otra alma más que la de el dúo KananMari y los meseros junto a los cocineros.

«Creo que esto fue obra de Maki-chi» pensó Mari.

Mientras tanto You y Chika…

Chika y You se dirigían a una parada de autobús que las llevará de vuelta a Japón, aunque para su mala suerte esta tomaría un tiempo “demasiado respetable”, o en español, que tardaría mucho pues el único camión saldría en la noche.

—¿Qué haremos hasta entonces?— pregunto Chika.

—¿Y si visitamos bien este lugar?— propuso You.

La última vez que habían venido a este lugar fue en compañía de las chicas de primero, Saint Snow y la prima de You. Además que por estar buscando a las de tercero no pudieron disfrutar algunos lugares de Francia con más calma.

—Pero You-chan, no tengo dinero.

You sonrió triunfante y saco su cartera, de ella extrajo una pequeña tarjeta de crédito.