~♥7♥~ "Ladrón de mi corazón''

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Cole caminaba por el mercado comprando varias frutas y algunos alimentos, su padre lo había mandado ya que él tenía un concierto y su hijo era el único que se quedaba en casa.
El moreno menor aceptó a regañadientes, desde que murió su madre no había ido a los mercados para comprar ya que le daba mucha nostalgia.

Después de comprar un kilo de manzanas detuvo su andar, vió que un chico un poco más alto que él robar varias frutas y echarse a correr, el encargado de ese puesto se dió cuenta y empezó a perseguir a ese mocoso. Por alguna extraña razón siguió a ese chico con algo de prisa, ese ladronzuelo corría muy rápido y casi los pierde de vista si no fuera que el ladrón trató de escapar por un callejón sin salida, los abría perdido.

-Devuelve lo que robaste, ladrón- Exigió el hombre más el otro chico se negó.

-Claro que no- Cole analizó al chico, moreno, castaño con el cabello en forma de una flama, cuerpo bien formado con una cicatriz en su ojo derecho y unos ojos como la miel; vestía una camisa roja, un chaleco con diseño militar, unos pantalones azules y unos tenis blancos. Toda su ropa estaba sucia igual que su cara y cuerpo. Iba a irse hasta que vió como el hombre le daba una cachetada al castaño.

-Recuerda esto, Kai Smith- Al parecer ése era su nombre, más sin embargo la voz del comerciante daba miedo- nunca triunfarás en la vida, al final sigues siendo un mísero ladrón. Una rata rastrera- Y se fue ignorando al azabache.
El ojinegro se acercó lentamente al chico, vió que se levantó del suelo y sacudió su ropa.

-Chale- Murmuró el ojiámbar- Ya no tendré nada que darle a Nya

-Emmm ¿Hola?- Preguntó con timidez y un pequeño sonrojo ¿Qué le pasaba?

-Ehh hola- El de la cicatriz sonrió- me llamo Kai Smith pero puedes decirme Kai

-Yo soy Cole, Cole Hence- Extendió su mano y la estrechó con la del más alto

-Mucho gusto- Retiraron sus manos y el castaño se rascó la nuca- creo que debiste ver mi intento de robo ¿No? Jeje

-La verdad, pensé que te ibas a salir con la tuya- El de traje rojo rió- ¿Y por qué robas? Digo, si puedo preguntar

-Bueno...Soy huérfano y tengo una hermana menor, debido a que soy “menor de edad”- Hace comillas con sus dedos y una cara graciosa ganándose una pequeña risa de parte del azabache- no me permiten trabajar. Y, para colmo, la casa donde vivíamos se incendió por lo que vivimos en las calles, lo único que yo quería era darle algo de comer a mi hermana pero...- Su cara reflejaba tristeza a lo que el ojinegro se conmovió y le dió un abrazo, Kai estaba desconcertado pero correspondió el abrazo.

Al darse cuenta de lo que hacía se separó algo sonrojado, su corazón latía muy rápido y su respiración estaba agitada. Dios ¿Que rayos le pasaba? Trató de disculparse repetidas veces pero el castaño le acarició la cabeza con una sonrisa, nuevamente un rojo carmesí se veía por su rostro.

-No es necesario que te disculpes, de hecho, necesitaba ese abrazo

-¿N-no te incomodé?- Dios, ahora estaba tartamudeando sólo por la estúpida sonrisa de ese ladrón ¿Enserio no puede ser más humillante?

-Claro que no- Otra vez esa estúpida sonrisa ¿Por qué no puede dejar de verla? Ó, más bien ¿Por qué no puede dejar de ver a ese moreno?

-Si quieres te puedo comprar algo, digo, a ti y a ti hermana- Artículo sus palabras sin tartamudear, el de camisa rojiza lo miró confundido

-¿Enserio?- Preguntó incrédulo, no podía creerlo, tantos años siendo rechazado por la gente llega uno y lo ayuda ¿Acaso la virgen de Guadalupe escuchó sus plegarias y le mandó un ángel?

-Claro, es lo menos que puedo hacer- Cole mostró una sonrisa a lo que el de cabellera rebelde aceptó gustoso.

(......)

Esto se sentía muy extraño, tantos años trabajando para la policía nunca le había tocado atrapar a un ladrón tan escurridizo, esa “rata” se hacía llamar “La lombriz” y vaya que su nombre tiene mucho que ver ya que puede escabullirse de las garras de la justicia cual lombriz.

-¿Por qué es tan difícil atraparte?- Se encontraba en su casa tratando de descifrar el rompecabezas para atrapar a ese ladrón.

-Porque soy una lombriz- Una voz algo grave pero sensual se escuchó, el azabache miró a los lados con su pistola en mano

-¿Quién anda ahí?- Pregunta autoritario con el ceño fruncido, si esto era una broma era muy mala

-¿No me recuerdas?- De las sombras sale un hombre castaño, piel morena, buen cuerpo, tiene una cicatriz en su ojo derecho y unos ojos ámbar...espera ¿Cicatriz en el ojo derecho? ¿Ojos ámbar? No, no podía ser él ¿O si?

-¿K-Kai?- Pregunta incrédulo, su amor de la infancia, el ladrón de su corazón ¿Estaba en su casa? ¿Era el ladrón que tanto anhelaba encerrar?

-El mismo ¿Cómo has estado?- Se acerca a él y lo acorrala en la pared

-¿Qué haces en mi casa?- Un notorio sonrojo apareció en sus mejillas, no sólo por el reencuentro, sino también por la posición en la que se encontraban.

-Vine a visitarte

-Déjame, estoy investigando un caso sobre...-No terminó la frase ya que el castaño lo interrumpió

-El ladrón llamado “La lombriz” ¿Cierto?- Acerca su cabeza al cuello del azabache y susurra- ¿Tanto me quieres atrapar?- Lame el cuello del más bajo ocasionando un cosquilleo que recorre todo el cuerpo de Cole, como una descarga eléctrica de emociones.

-¿T-tú eres...ahh~...- No terminó la frase cuando el ojiámbar muerde su cuello ocasionando que salga un gemido suyo.

-Si, soy “la lombriz”- Su voz lujuriosa causó un sonrojo en el ojinegro, llevó sus manos al trasero bien formado de Cole para apretarlo y masajearlo sin interrumpir su tarea en el cuello.
El de cabello negro se dejó llevar, puso sus manos alrededor del cuello del otro y subió sus piernas en la cadera de Kai; los dos se miraron a los ojos y se dieron un beso, un beso dulce y tierno que se fue transformando en uno de pasión y lujuria.

-Kai~...- Entre jadeos pudo articular la palabra- Tú si que eres...ahh~...el ladrón de mi corazón.

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La verdad es que no sabía cómo hacer esta pareja
¿Les gustó?

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Lindo día

Ninjago  •[One Shots]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora