27 🕷 the one who pretends

2K 353 75
                                    

    No consigo comunicarme con Peter en el resto del día, o tal vez simplemente no me esfuerzo por hacerlo, ya que mis piernas tiemblan cuando la idea de confrontarlo cruza mi mente. Así que simplemente espero que el tiempo pase, y tampoco recibo algún llamado por su parte.

Al día siguiente, nuestras miradas se cruzan por los pasillos de la escuela, pero la suya es distante y se clava sobre mí como una helada daga. Así que vuelvo a evitarla lo máximo que puedo hasta que la culpa me carcome y la necesidad de hablar con él me obliga a esperarlo fuera de la oficina del director.

  —¿Podemos hablar?  —pregunto con mi mirada sobre el suelo.

Peter asiente y luego ambos nos dirigimos al baño en el cual hace tan sólo unos días formalizamos nuestra relación. Nos aseguramos de que esté vacío al igual que el pasillo y cerramos la puerta, entonces el castaño se cruza de brazos y deja su peso caer sobre la pared detrás de él.

  —Así que... No te expulsaron  —digo mientras mis manos se aferran con fuerza al lavabo detrás de mí—, eso es bueno  —agrego esbozando una pequeña sonrisa, pero Peter se mantiene serio, frío.

  —¿Qué hacías ahí Uriah?  —cuestiona él—No quiero que mientras  —agrega rápidamente ladeando su cabeza ligeramente, yo muerdo mi labio inferior.

Por un desesperado instante, nuevamente estoy buscando una excusa, pero luego me desconcentro con los ojos del castaño y tardo demasiado en responder como para que cualquier cosa que diga suene sincera. Así que suelto un suspiro y luego elevo una mano, la cual observo mientras un humo negro comienza a brotar de ella.

  —¿Recuerdas cuando te dije que era un psíquico?

  —Tienes poderes  —suelta él, y yo asiento en silencio.

Su mirada sobre mí ahora me hace sentir pequeño, lo que sea que haya en ella, decepción, enojo, dolor, no puedo afrontarlo, así que simplemente mantengo  mi mirada en el suelo. Por unos segundos el castaño se mantiene callado, y entonces me veo envuelto en el peor silencio que he compartido con Peter Parker.

Uno helado, que me hace sentir increíblemente pesado e incomodo.

  —¿Por qué me mentiste?  —suelta de repente, pero yo no comprendo lo que dice así que no respondo, lo que causa que él venga a mí para tomarme por mi camiseta y estamparme contra la pared sin medir fuerzas—¡¿Por qué lo hiciste?!  —Exige saber, y cuando mi mirada se encuentra con la suya descubro que acerté a todo lo que creía que iba a encontrar en ella.

Lo empujo de manera brusca para alejarlo causando que él de un traspie y casi caiga, mas se mantiene mirándome de aquella forma con su respiración acelerada.

  —¿Qué quieres que te diga?

  —¡La verdad!  —responde con su ceño fruncido—Quiero que por una vez no me mientas.

  —¡Mira quien habla!  —ataco, porque una buena ofensiva siempre es la mejor defensa—¡Tú le mientes a todo el mundo Peter, no puedes culparme!

  —¡¿Eres idiota?!  —Por la forma en que se acerca a mí, creo que va a golpearme, pero se detiene al encontrarse cerca de mi rostro—Sí, puede que le mienta a casi todo el mundo  —afirma, su mirada se cristaliza y espero que no deje escapar ninguna lagrima, porque si él lo hace yo también lo haré—. Pero no a ti  —agrega, lo que sacude todo dentro de mí como un terremoto—, jamás te he mentido a ti.

Sus palabras me cierran la garganta, mis labios tiemblan y supongo que mis ojos deben lucir igual que los suyos.

  —Así que por favor, te pido que me digas porque no confiaste en mí  —dice, y el dolor que emiten sus palabras me causan una punzada en el pecho.

Realmente lastimé a Peter por no confiar en él. Y estoy a punto de empeorar la herida.

  —Tenía miedo  —confieso, el castaño me observa ahora confuso y yo desvío mi mirada por un instante antes de continuar—, te amo Peter  —Mi voz se quiebra luego de eso, así que al menos agradezco poder haber dicho esas palabras de forma fuerte y clara.

  —Y yo a ti  —dice él, únicamente empeorando todo.

Ahora realmente quiero llorar.

  —Pero no podía...  —digo esforzándome por contener las lagrimas y sonar lo mejor posible—Porque si un día Ironman llega a necesitar ayuda, tú le dirás de mí, o peor, no lo harás y yo me veré obligado a actuar como un héroe de todas formas, porque temo decepcionarte a ti como a las demás personas y es lo que mejor hago  —suelto temblando, ya que creo que nunca he dicho todo esto en voz alta—, pretender  —aclaro, y rápidamente llevo una mano para limpiar una lagrima que se escapó antes de que pueda caer por mi mejilla—. Porque con todo el mundo pretendo ser el Uriah que esperan, el divertido y popular, ese que juega Lacroose, con mis padres, Uriah el hijo perfecto, y contigo Uriah el valiente.

  —Yo nunca te pedí que...

  —¿Qué?  —Lo interrumpo rápidamente—Tú te convertiste en un héroe, y entonces yo tuve que ser tu fiel ayudante, el que te curaba las heridas y rezaba porque se curaran pronto, el que se moría de miedo cada vez que salias por su ventana y hasta incluso cuando llegaron mis poderes, el que intentaba aprender a usarlos para poder ayudarte porque, dios... Si algo te pasa Peter...

Soy incapaz de seguir hablando, porque si lo hago lloraré. Peter posa su mano sobre mi mejilla, dejando pequeñas caricias y yo cierro mis ojos mientras disfruto de su tacto.

  —¿Y entonces por qué no me dijiste?  —cuestiona ahora de forma distinta a antes—Pude haberte ayudado...

  —Porque yo guardé tu secreto, pero tú no ibas a guardar el mío  —respondo, y noto como el castaño se paraliza porque sus caricias se detienen—. Porque lo usarías como carta bajo la manga cuando necesitaras hacerlo, y puedo pretender ser Uriah el valiente porque a tu lado simplemente me sale, pero ¿Uriah el vengador?  —Niego con la cabeza, él retira su mano, gesto que me duele más que un golpe—Eso es demasiado, no, no soy un héroe...

  —Claro que no  —Me interrumpe Peter—, eres un mentiroso.

Él se aleja y el sonido de los latidos mi corazón se mezcla con el de sus pasos mientras se aleja. Peter se detiene en la puerta y yo deseo con todas mis fuerzas que voltee y corra hacía mí para abrazarme, porque mierda, verdaderamente necesito uno de sus abrazos ahora, pero claramente no lo hace.

  —¿Te equivocas sabías?  —dice, y puedo notar que está llorando—Nunca le hubiera dicho a nadie, porque antes de todo lo que viene con Spiderman... Te amo.

  —Peter...

  —Ya está, lamento que hayas tenido que fingir ser alguien que no eres  —Es lo último que dice mientras sale por la puerta.

Y entonces el silencio y la soledad me abrazan con fuerza, y yo comienzo a llorar en el baño de la escuela, sintiéndome patético.

____________________________

llorando ando

dejar que los bebes sean felices challengue

also, voy 3160 palabras en el nano (lo cual es bastante bajo porque hoy debería ir 6.668) but idk, el nano está para escribir más y la verdad que omg escribí dos capitulos en 8 horas so me siento satisfecho ahre

comenten, voten, lloren conmigo ok

Su fanboy favorito se despide :'(

There for you ↻ Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora