Bakugou odiaba ir de compras. No. Mejor dicho, era más el hecho de ir de compras acompañado.
Realmente amaba a su novio, sin embargo, eso no lo hacia menos soportable cada vez que Todoroki estaba siendo irritante.
Porque ¿a quien le importaba si su marca favorita de shampoo saco un nuevo producto? Además ¿Por qué diablos necesitaba shampoo si solo iban de acampada por unos días? Bakugou felizmente compartiría parte de sus cosas con Shoto si eso hiciese que terminaran antes.
Pero Shoto tenia que ser molesto y pasar por diez tiendas antes de realmente ir a una que ofrecía lo que habían ido a buscar en un principio. Katsuki culpaba completamente a la perra capitalista de Yaoyorozu por ello, arrastrando a Shoto de compras todo el tiempo y pegándole sus manías extrañas.
No pudo evitar suspirar. Viéndolo por el lado amable fue una suerte que no fuera Uraraka y su obsesión con las ofertas, solo bastaba con escuchar hablar a Iida de comprar cualquier cosa para saber que eso habría sido mil veces más problemático y molesto.
Shoto siendo un esnob total de la calidad y esas cosas ya era malo. Shoto siendo un esnob obsesionado con ofertas y descuentos seria la ruina total de su paciencia.
—Sí, pero entonces ¿no las tiene en color azul?, en línea decía que había en azul —la chica negaba con la cabeza mientras Todoroki sostenía unas botas de escalar que por algún motivo eran una combinación de rosa, verde y naranja y probablemente la cosa más atroz que Bakugou había visto durante la última semana y probablemente habría quemado sus ojos sí Bakugou no fuera quien era y estuviera acostumbrado a las cuestionables opciones de vestuario de algunos de sus... compañeros.
Ser amigo de Mina le hacia ese tipo de cosas a un tipo. Kaminari tampoco ayudaba. Kirishima...
Entre menos se hablará de los gustos de Kirishima mejor. A él le gustaba Bakugou de todas las personas. Y ni siquiera había sido algún tipo de gusto adquirido progresivamente como con el resto. Bakugou sabía que incluso a Todoroki, quien ahora no podía imaginar de otra forma que no fuera su irritante novio, tuvo problemas para aguantarlo como lo hacía entonces...
Todoroki inspecciono alrededor ofendido, un puchero empezó a formarse en su cara. Tan lamentable. El ya había pedido esas malditas cosas y mientras otro de los chicos que trabajaban en la tienda fue a buscarlos (tardando una eternidad), Todoroki ya se había probado una tonelada de zapatos. Bakugou estaba listo para tirarse de un puente si solo escuchaba de nuevo a Shoto hablar de porque no le gustaban esos en específico...
La chica parecía como si le hubieran dado un puñetazo en el estómago.
—¡Pero tenemos un montón de modelos más en azul que de seguro te gustaran! —ella sonrió y vatio sus pestañas, un truco que probablemente funcionaba con tipos más conscientes de sí mismos que el denso de Todoroki Shoto, cuya cara no cambio mientras negaba con la cabeza.
—Vine aquí solo por estas botas —su tono era tan serio y solemne que pensarías que estaba hablando de su traje de héroe mas que de unas simples botas para escalar.
La chica empezó a ponerse nerviosa.
—Realmente lo siento—ella dijo —, pero se agotaron... aunque si quieres puedo apartar unas para ti en la próxima entrega.
Shoto pareció pensarlo. Katsuki apoyado en una vitrina detrás de el solo bostezo.
—Pero las necesito mañana.
—Entonces no se como ayudarte. Lo siento, a menos que quieras otro modelo no puedo hacer nada por ti.
Shoto no atendería indirectas, ni negativas sutiles y la vendedora estaba demasiado encasillada en su papel como para no hacer su mejor intento. Bien podían estar ahí hasta que se cerrara la maldita tienda. Aunque solo fuera porque ambos ya habían invertido demasiado tiempo en toda la situación.
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