Capítulo 3

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Isabella

Como es costumbre me despierto, un escalofrió recorre mi cuerpo al recordar lo que paso la noche anterior.

- Definitivamente tendré que andarme con cuidado por si se les ocurre buscarme y hacerme algo por el golpe que le di a aquel hombre, pensé -

Con todas mis fuerzas decido salir de la cama y me dirijo al baño a tomar una ducha, una vez lista salgo y voy directo a elegir mi outfit esto es lo más difícil de todas las mañanas, tengo mucha ropa pero a la vez no tengo nada que ponerme, igual solo sera por dos semestres ya después uso mi uniforme de medico y no tengo que preocuparme de que me pondré.

Me hago un maquillaje sencillo y me recojo mi cabello en una media colita, me coloco un poco de perfume, tomo mi mochila y salgo de mi habitación, bajo las escaleras y me encamino a la cocina a desayunar, me preparo un licuado de plátano con fresa, un huevo revuelto y tostadas con aguacate, me fijo en la hora son las siete y media de la mañana ya es un poco tarde, recojo mis trastes y los dejo en el fregadero.

Salgo de mi casa y me voy directo a la parada del camión, voy escuchando volver, volver de Chavela Vargas, lo bueno que no hay mucho trafico, llegamos rápido a la universidad, las clases transcurren con normalidad, son las seis de la noche ya esta un poco oscuro debido al cambio de horario y todavía falta anatomía, nos dirigimos al salón donde vamos a ver la siguiente exposición lo que se va a exponer es cuello esta presentación es mas fácil así que confió que no se llevara mucho tiempo, finaliza la clase y todos salimos, yo me voy rápido a la parada del camión es relativamente temprano así que tengo la esperanza que aun pase la ruta que me deja mas cerca de mi casa.

Como si la suerte fuera la peor de mis enemigas no pasa la ruta, ya es tarde así que mejor tomo un taxi para no arriesgarme, llegamos a mi casa le pago al taxista y me bajo del carro, busco las llaves para entrar y cuando introdujo la que abre la puerta, siento un fuerte golpe en la nuca que hace que poco a poco caiga inconsciente.

David

Me encuentro afuera de la casa de Isabella esperando a que salga para irse a la universidad, no he dormido estoy ansioso por tenerla a mi lado, por fin sale luce muy hermosa, la sigo en mi camioneta, noto que es muy distraída no se da cuenta que la estoy siguiendo. Cuando veo que entra a la universidad y mas de un pendejo la voltea a ver siento que la sangre me hierve de coraje.

- Al rato nos veremos preciosa, esta vez no te me vas a escapar condenada dije en voz baja y me marche. -

Llego a un taller mecánico ubicado en la colonia Lázaro Cárdenas, a los pocos segundos llegan cinco de mis hombres, ellos siempre están conmigo pues con las rivalidades con los otros carteles por las plazas ha estado muy caliente la zona, por eso cuando salgo procuro hacerlo con ellos, toco el claxon de mi camioneta y enseguida abren las puertas, nos adentramos y uno de los hombres que trabajan en el taller abre mi puerta y yo bajo. Comenzamos a hablar de las ventas pues al parecer han bajado todo por el desmadre que hizo Ramírez pues gracias a esto el cartel de los Arellano se a infiltrado a nuestra plaza para vender su mercancía.

- Chinga tu madre Ramírez donde quiera que estés, digo en voz alta mientras aviento la pequeña mesita que esta enfrente de mi.-

Una vez que terminamos de planear una estrategia para combatir al enemigo, Antonio quien es el que se encarga de esta zona trajo una botella de whisky comenzamos a beber y a platicar de cualquier cosa, yo me encontraba tranquilo pues no pensaba drogarme ni tomar demasiado pues necesitaba ir por mi mujer, reviso la hora y me percato que ya es hora de ir por ella.

Estoy afuera de la casa de Isabella estoy esperando a que llegue, estoy entretenido con Ortíz quien es mi acompañante me estaba platicando que Dayana se había ido a Tamaulipas pues andaba muy cabreada por lo que paso ayer, sinceramente me tiene sin cuidado pues desde un principio le deje en claro lo que pretendía con ella, que lo que teníamos solo era calentura y nadamás.

Isabella ha llegado y esta bajando del taxi, con cautela me bajo de la camioneta, ella esta tratando de abrir su puerta, le doy un certero golpe en la nuca y ella cae inconsciente rápidamente la cargo en mis brazos y la subo a la camioneta.

- Por fin estas con quien debes estar muñeca, le susurre al oído.-

Ortíz ya sabe que hacer comienza a manejar, nos iremos a un rancho que tengo en la sierra para que no escape y para guardarme un rato, no dejo de admirar su belleza realmente es cautivadora, ella es todo lo que soñé, ademas me va a servir de mucho.

Hola :) les dejo otro capítulo espero les guste y si es así no olviden comentar, nos leemos a la próxima

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