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◈ Marcel ◈

  Cuando había vuelto a mi hogar luego de una larga conversación con Klaus, una suave melodia llegó a mis oídos sabía qué era mi madre sin pensarlo dos veces me acerqué a donde estaba estaba y esperé a qué terminará la canción.

—Sabes qué puedo sentirte desde qué atravesaste la puerta de entrada—

—No quería interrumpirte, disfrutó mucho cuando tocas o cantas, aunque en estas circunstancias no son felices.—

Mi madre se dio la vuelta luego de cerrar la tapa del piano con cuidado.

—¿Qué planeas hacer?—

—Planeó tenerlo cómo aliado, quiero averiguar lo qué esta planeando.— Le comenté e inmediatamente vi cómo ella negaba con la cabeza, era evidente qué no estaba de acuerdo con eso. —Y...— Tenía miedo de cómo reaccionaría ella cuando le diga. —Entenderé si no quieres pero me gustaría qué tambien hicieras lo mismo con él.—

Me trone los dedos un poco nervioso y aquella sensación incrementó al no recibir respuesta.

—Klaus no es fácil de engañar, va a saber qué algo estás planeando especialmente porqué desde su llegada lo he estado evitando.—

—Él te sintió esta noche, me costó apartarlo del barandal.—

—Lo se, he estado observando todo.— Se levantó del lugar y camino hacia mi. —Creó qué lo mejor sería qué tú te muestres feliz por su regreso y yo todo lo contrario.—

Una sonrisa se formó en mi rostro al escuchar aquellas palabras, definitivamente me faltaba el consejo de mi madre.

—¿El juego del gato y el ratón?— Le cuestione elevando una ceja. —¿Estás segura de esto?—

Caroline tomó mi cara entre sus manos para qué la mirará.

—Marcel nunca he estado más segura, ambos prometimos qué estaríamos con el otro hasta el final y eso es lo qué haré, sin importar el suceso.—

—Tú y yo contra el mundo.— Lo dije en un susurró a pesar de qué estábamos solos.

—Si los Mikaelson creen qué van a recuperar la ciudad sólo por ser ellos, están muy equivocados, tu y yo hicimos qué esto funcionará, sin ellos y así es cómo seguiremos.—

Luego de eso Caroline me dio un abrazo cómo lo hacía cuando era un niño y yo estaba asustado, luego beso mi frente dulcemente antes de qué ella volviera a su antiguo lugar a tocar el piano, sabía qué estaba ganando tiempo hasta qué la noche invadiera las calles de New Orleans y pudiéramos arreglar el problema nosotros mismos.

◈ Klaus ◈

Siempre pensé qué conocía a Marcel, pero al ver cómo mi hijo mató a esa bruja, me hizo ver de otra manera aquella suposición, pero lo qué más me sorprendió fue verla a ella, ver a mi amada esposa.

—Caroline por favor, el espíritu de mi hermana no estará en paz hasta qué la entierre.— La bruja le suplicó tratando de apelar a la dulzura qué tenía, una sonrisa burlona apareció en su rostro.

—Eso hubieras pensado antes de cometer tu acto.— El tono de ella era frío y pude sentir cómo un escalofrío recorría mi espalda. —Hay reglas y ustedes la han roto es justo un castigo.— Se cruzó de brazos mientras qué los aliados de ambos aplaudían contentos por la respuesta de la rubia.

Sólo hubo dos ocasiones en qué ella hablo de esa manera, la primera vez fue cuando empuje al hijo del gobernador y novio de mi hermana antes de conocer a Marcel y después cuando descubrió lo qué le había propuesto a nuestro hijo.

Caroline era una leona cuando se trataba de defender a su familia y luego de qué nos fuimos de aquí, estaba seguro de qué sólo a Marcel lo tomaba cómo tal.

A/N: ¿Qué les parece? Soy la única qué le gusta a Caroline Bitch. Espero qué les guste y me dejen su opinión.

An Original LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora