Wish you were gay || Tododeku ||

13.

Diciembre era un mes que Todoroki Shouto ansiaba y le encantaba de pequeño.

Decoraciones navideñas hechas por su hermana y madre por toda la casa, el día que sacaban todo del ático para montar el árbol, ponerlo en familia (sin su padre, claro está), su madre cargandolo para que pudiera poner la estrella en la punta del árbol ya decorado.

El chocolate caliente los días que el invierno no les permitía salir de su casa en paz, los muñecos de nieve que Fuyumi le enseñaba a hacer, las guerras con bolas de nieve con Toya y Natsuo, y las visitas de sus abuelos maternos.

Todo cambió cuando su padre se convirtió en un monstruo separando la familia Todoroki, si su padre no estaba en casa por estar en la oficina, mucho menos se encontraba en el último mes del año, por lo que no esperaban mucho de él en esas fechas.

A sus abuelos maternos la vida sólo les permitió pasar dos navidades más con ellos sin la compañía de su madre, a partir de ahí entendieron los infantes que sus navidades no volverían a ser las mismas, que ese mes extrañarían a su madre más de lo que pensaban.

Por lo que, ese diciembre y como en cada año, solían visitar a su madre. Debido a los trabajos y estudios de sus hermanos, hacian lo posible por coincidir en fechas para estar juntos y para su suerte, tenían gran parte de diciembre libre.

Esta vez, a excepción de Todoroki que estaría dos semanas aún en la escuela, ya lo tenía previsto. Por lo que cada tercer día salía de la escuela corriendo hacia donde estaba su mamá, esperando ver a sus hermanos en el mismo lugar.

Tocó la puerta del cuarto de su madre, escuchó la risa de su hermano y hermana, después la puerta fue abierta por Fuyumi quien le recibió con una sonrisa.

—¡Shoutooo! —su hermano le saludó e invitó a sentarse a su lado.

Todoroki dejó las flores para su madre en la pequeña mesa que poseía y saludó a todos.

Pasaron la tarde hablando de cosas que al parecer de Shouto, eran banales pero para su madre era obvio que no eran así. Realmente no había algo que destacar, él ya sabía sobre que Fuyumi tenía novio aunque realmemte no le interesaba ese tema, así como ya sabía que hermano había comprado un apartamento por fin en Nueva York. Lo malo fue en el momento que su madre preguntó por él.

— ¿Aún no hablas con Midoriya? —su madre le preguntó, ella estaba al tanto de lo que ocurría con su hijo. Aunque este se negara a seguir sus concejos, le seguía contando todo.

— ¿Midoriya?, ¿Quién es?, ¿Es una chica de tu escuela?, ¿Te gusta y no le hablas?

— Natsuo, sofocas al pequeño Shouto —le regañó Fuyumi, interrumpiendo a su hermano.

— Aún no —contestó Shouto a su madre, ignorando a sus hermanos.

— ¿Y no me contestarás? Sí que eres cruel —se indignó Natsuo llevándose una mano a su pecho.

— Creo haber escuchado ese apellido alguna vez —su hermana mencionó mientras hacia el esfuerzo por recordar ese apellido.

— No creo que alguna vez lo hayas escuchado, Fuyumi —dijo Shouto.

— ¡Ya lo recuerdo! Un amigo del hermano de mi novio tiene ese apellido —asintió emocionada por su descubrimiento.

— ¿Un qué del cuál de qué?

— Ya le quemaste las neuronas a Natsuo.

— ¡Shouto! —se quejó el antes mencionado.

— Existe la posiblidad de que hablemos del mismo Midoriya, su hermano estudia en tu escuela pero nunca se lo he mencionado, así que no sé si su hermano te conozca.