Wish you were gay || Tododeku ||

16.

El desayuno que Midoriya le había brindado ese día fue de los mejores que había probado en su vida.

Sí, era simplemente jugo con un sándwich pero vamos, cualquier comida junto a la persona que quieres puede resultar más deliciosa de lo que parece.

Pero para Todoroki más que eso, era uno de los encantos de Midoriya. Solía comer con Fuyumi, Yaoyorozu, su mamá, Camie... Pero no se sentía tan agusto como lo estaba con el pequeño de pecas.

— Aún debo ir con el director para recibir "mi castigo" —hizo comillas con sus dedos y rodó los ojos molesto.

— Insisto. Había mejores formas de solucionar aquello, Todoroki —le sonrió de manera sincera— Yo debo ir con Uraraka, debo explicarle... Todo.

La pelea entre Todoroki y Shinsou llegó a oídos de todas las habitaciones cercanas, aunque los únicos capaces de intervenir fueron Bakugo y Kirishima. Después Yaoyorozu e Iida llegaron a poner el orden y llevar a ambos a enfermería.

Una mañana de domingo que daría de qué hablar en la escuela.

Su amiga le marcó al menos cincuenta veces al enterarse, sólo pudo enviarle un "No te preocupes, pronto te cuento todo(; ".

— Ella no sabía sobre lo de Shinsou, ¿No? —Izuku asintió con pesar, había dejado atrás todo el asunto que olvidó por completo las grandes verdades que le había ocultado a su mejor amiga— Ella lo entenderá.

Le dijo al notar la mirada triste de Midoriya y le dio una sonrisa aunque pequeña, sincera.

Todoroki se ofreció para acompañarle hasta el dormitorio de Uraraka, para asegurarse de que llegue a salvo y evitar toparse con Hitoshi. Se negó ante eso, sabía que era un posible riesgo pero Todoroki ya estaba en suficicentes problemas como para dejar esperando al director y posiblemente, a un Aizawa amargado.

Todoroki es de las personas más tercas que pudieses conocer, pese a las excusas razonables que Midoriya le daba para evitarle más problemas él lo acompañó hasta la puerta del edificio donde se encontraban los dormitorios. De alguna manera, Izuku estaba agradecido de que lo acompañara aunque se había negado desde un inicio, y es que toparse a Shinsou no estaba en la lista de mejores coincidencias por hoy.

Cuando Todoroki entró a la oficina del director vio a su hermana sentada en una silla que estaba frente al enorme escritorio del director, que se encontraba con una expresión tranquila detrás en su sillón individual.

— Todoroki Shouto, al fin llegas. Toma asiento por favor. —se sentó en la silla que estaba junto a la de su hermana— No hace falta hablar sobre lo que sucedió esta mañana, así que pasemos a la sanción correspondiente para usted —Shouto asintió despreocupado y Fuyumi asintió con pena ante lo dicho.

— Tendrás dos días de castigo, esos días no asistirás a clases y deberás realizar el aseo en el edificio correspondiente a la clase A —Shouto dio un pequeño respingo al escuchar la voz de su profesor tutor, no lo había notado en la habitación hasta que habló— Obviamente te asignaré ejercicios durante esos días y tendrás que buscar la manera de estar al corriente con los demás. Por último, deberás presentar una disculpa escrita el día que termine tu sanción.

Mierda...

Al salir de la oficina, comenzaron a caminar hacia la salida de la academia y sintió un golpe en su brazo derecho de nuevo, por parte de su hermana.

— ¿Por qué demonios te peleaste, Shouto? ¡A menos de una semana de salir de vacaciones! —el chico recibió otro golpe de su enfadada hermana— ¿Y por qué no estaba enterada de que soy tu especie de tutora? Por suerte estoy en la ciudad.