Habían tenido que esperar hasta después del almuerzo para salir rumbo a Busán. No querían llegar lo suficientemente tarde como para levantar sospechas, y según le había contado Jungkook: los lobos de Busán no verificaban el perímetro.
Entraron sin problemas, y comenzaron a olfatear el aire en busca de menta dulce. Los tres llevaban sus celulares, por lo que se separaron en busca del omega amigo de su pequeño.
Busán era grande, y por un momento pensó que no le encontrarían, hasta que recibió el llamado de Hoseok.
Estaba regresando sobre sus pasos, cuando oyó el nombre de la mujer de quien necesitaba información: Hee Jin.
Jeon Hee Jin.
Supuso que era algún familiar o alguien muy importante para Jungkook, puesto que el pequeño se había puesto ansioso por saber sobre ella.
Agudizó su oído, escuchando a las mujeres hablar sobre lo sucedido en el restaurante, en lo valiente que había sido al proteger a su hijo por sobre todo, inclusive su vida.
Hee Jin había muerto protegiendo a su hijo, protegiendo el futuro del mismo. Su esposo le había golpeado junto a otros alfas para que hablara, cosa que nunca sucedió.
Ella prefirió la muerte a tener que poner en peligro a Jungkook.
Sabía sobre lo violentos que podían ponerse los omegas cuando se trataba de sus cachorros expuestos al peligro, pero nunca había escuchado de algo como lo que hizo la mujer.
Ella no fue violenta, simplemente fue valiente, más valiente de lo que los alfas que la asesinaron serían jamás.
Sintió una presión en el pecho, la cual lo dirigió hacia donde yacían los restos de la mujer. Observó el nombre, y rezó, prometiéndole proteger a Jungkook con su vida, y hacer justicia por ella, y su niño.
Dejó unas flores, y se dirigió donde sus hermanos, encontrando a Hoseok, observando muy intensamente a un ser gruñón.
Taehyung tenía el ceño fruncido, y su mirada apuñalaba al pelirrojo como dos filosas dagas, y mierda que eso le calentaba, quien sentía su entrepierna palpitar en su pantalón.
Hoseok ni bien había sentido su aroma supo que era él, su lobo se lo dijo, y corrió hasta encontrar a un pequeño y gruñón omega que recogía hierbas, y traía un collar, como el de Jungkook, colgado al cuello, hasta que la pequeña botellita de vidrio colgaba en su pecho.
Claro, Taehyung estaba enojado, como de costumbre, no le molestaba su trabajo, le molestaban las odiosas abejas. Para colmo, Jungkook estaba desaparecido desde el día anterior, preocupándole como la mierda, sabiendo lo sucedido con Hee Jin, y un pelirrojo le mira descaradamente el trasero.
Si bien los omegas no pueden quejarse, ni mucho menos ser agresivos y malhablados. A Taehyung le importaba una mierda.
Había recibido muchos golpes a lo largo de sus quince años por ser, como las señoras dicen, un bocón.
Prefería ser bocón, a esclavo. Y si eso significaba obtener palizas, bienvenidas sean, porque nadie le cerraría el pico a la hora de escupir groserías.
—Oye... –gritó llamando la atención del alfa.– ¿Quién mierda crees que eres para estar mirando mi trasero? ¿Ah?
—¿Te diriges a mí? –cuestionó apuntándose a si mismo con su dedo índice. El bajo alzó sus cejas y pasó sus manos a la cadera.
—No, al árbol que está detrás de ti. –respondió con sarcasmo.– Claro que hablo de ti, estúpido. ¿Qué tanto me ves? –cuestionó con su característico humor de mierda. El pelirrojo se acercó, ignorando el tono con el que se le habló.
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Mi Lindo Omega (Jikook)|Omegaverse|[Adap.]
Hombres LoboEn toda manada la jerarquía consiste en los Alfas y los omegas, y las leyes consisten en que los omegas deben ser protegidos, ya que son los más débiles de la manada. Pero así no es como se maneja la manada de Busán. Jeon Jungkook es un pequeño omeg...